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5G: qué es, para qué sirve y qué desinformaciones circulan sobre esta nueva tecnología

Si tenés sólo unos segundos, leé estas líneas:
  • La Argentina se prepara para el llamado a licitación del espectro que podría operar esta tecnología de conexión inalámbrica de dispositivos.
  • El 5G ha sido objeto de desinformaciones a nivel local y mundial, y se le atribuyen falsamente efectos nocivos para la salud.
  • También existe un enfrentamiento geopolítico por el origen de las empresas que pueden proveer equipamiento. 

La Argentina avanza en el despliegue en todo el territorio nacional  del 5G o quinta generación de servicios de comunicación móvil. En los últimos días de 2022, el Gobierno nacional atribuyó las bandas de frecuencias en las que se operará; y se prepara para iniciar el llamado a licitación del espectro. 

Hasta el momento, el país cuenta con algunos servicios limitados de 5G en algunas ciudades, usando espectro ya asignado (lo que se denomina Compartición Dinámica de Espectro o DSS, por sus siglas en inglés).

Además, el Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom) aprobó el Reglamento General del Servicio de Telecomunicaciones Fiables e Inteligentes, que regulará el uso de esta tecnología.

La adopción del 5G ha sido objeto de desinformaciones y disputas entre distintas potencias globales. A continuación compartimos toda la información para comprender qué está en juego.

Qué es y para qué sirve el 5G

5G, o quinta generación, se refiere a redes móviles que pueden conectar dispositivos inalámbricos. Sus avances tecnológicos permiten la conexión con Internet de mejor calidad que las ediciones anteriores como 3G y 4G.

Según explica el ENACOM, las redes 5G permiten una conexión con “un mayor ancho de banda y capacidad de datos” y una “menor latencia”, es decir menos demora entre el envío y la recepción de información.

“Las comunicaciones son prácticamente en tiempo real, lo que permite que sean utilizadas para aplicaciones críticas en ese sentido, como la telecirugía, la automatización industrial, el control de tráfico a distancia y los vehículos autónomos”, agrega.

Además, el organismo explica que esta tecnología permite una “mayor cantidad de dispositivos conectados” en una zona y también asegura que “permitirán incrementar el rendimiento de servicios basados en la nube” como el “streaming de video en 4k, 8k y 3D, experiencias de realidad virtual y juego bajo demanda”.

5G en el marco de una disputa global

A nivel mundial se ha planteado un enfrentamiento por el origen de las empresas que pueden participar de esta tecnología. A grandes rasgos, se plantea la oposición entre los Estados Unidos y China. 

Para Carolina Aguerre, directora del Centro de Estudios en Tecnología y Sociedad (CETyS) de la Universidad San Andrés, el tema geopolítico se puede analizar desde varios ángulos.

“Desde una perspectiva industrial, económica y de captación de mercados”, existe un interés claro entre las distintas empresas. Si múltiples países adoptan sus productos les permitiría “adelantarse en una carrera de innovación tecnológica”, explicó la especialista.

Por otra parte, sostuvo que “la otra dimensión, que es mucho más compleja de probar, es si efectivamente hay un ataque a la seguridad nacional de distintos Estados a partir del uso de equipamiento chino en sus redes públicas”.

Aguerre agregó: “Es por eso que algunos países han puesto en suspenso la compra de equipamiento de este origen para las llamadas redes de infraestructura crítica, por ejemplo: servicios de electricidad, agua, ámbitos de seguridad y defensa”.

En cuanto a la incorporación de la tecnología en la Argentina como en otros países de la región, la especialista advirtió que “una amplia red de 5G es económicamente sustentable cuando tenés una altísima densidad poblacional y eso se cumple cuando tenés urbes y entornos urbanos bastante densos”. Por lo que no es esperable que se incorpore en el corto plazo en toda la extensión territorial. 

Una tecnología que es objeto de múltiples desinformaciones

Desde hace años, circulan en redes sociales y apps de mensajería teorías conspirativas sobre los supuestos efectos nocivos para la salud del 5G. Sin embargo, no hay evidencia científica concluyente que vincule a esta tecnología con las problemáticas que se le atribuyen.  

La Organización Mundial de la Salud señala que, “hasta la fecha, y luego de muchas investigaciones, ningún efecto adverso para la salud se ha relacionado de manera causal con la exposición a tecnologías inalámbricas”. 

Por su parte, el Comité Científico Asesor en Radiofrecuencias y Salud (Ccars) de España ratificó en un estudio realizado que el 5G es inocuo para la salud de las personas. Allí, el Ccars señaló que, revisando la evidencia científica existente, los niveles de exposición a radiofrecuencias utilizados por el 5G en la actualidad no conllevan riesgos para la salud conocidos.

En los últimos años, Chequeado verificó publicaciones que aseguraban falsamente que la tecnología causaba “falta de oxígeno” y “envenenamiento por radiación”. También circuló un video en el que supuestamente la radiación de un celular podía prender fuego un objeto cercano. En realidad se trató de una broma que fue sacada de contexto.

Con la llegada de la pandemia de COVID-19, las desinformaciones vincularon esta tecnología con el virus y con las vacunas, aún cuando el 5G no estaba ampliamente disponible en el país.

Se aseguró, sin ningún fundamento, que el 5G “activaba” y “propagaba” el nuevo coronavirus. Además, se sostuvo falsamente que las vacunas contenían “ARN digitalizable” que se “activaba mediante el 5G” y podía estimular el virus.

No se trata de un fenómeno local. Las teorías conspirativas relacionadas con el 5G impulsaron protestas en distintos países del mundo (ver acá, acá y acá).

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