Qué es la teoría conspirativa de los chemtrails sobre las estelas que se ven en el cielo
- Desde hace meses circulan, en redes sociales, diversas fotos y videos que dicen probar que los aviones largan unas supuestas sustancias químicas con diversos efectos perjudiciales para la salud o para modificar el clima.
- En realidad se trata de estelas de condensación que deja el paso de un avión cuando se dan ciertas condiciones de temperatura y humedad y que son producto de la combustión de los motores.
- No hay ningún tipo de evidencia científica de la existencia de los chemtrails y la comunidad científica descarta esta teoría conspirativa.
Desde hace meses circulan fotos y videos en redes sociales de supuestas estelas químicas que estarían largando los aviones para perjudicar a la población, también conocidas como chemtrails, según una teoría conspirativa.
Esta semana, por ejemplo, se hizo viral un video de una sesión del Concejo Deliberante de Azul, en la Provincia de Buenos Aires, en donde se leyó un proyecto de la concejal Verónica Crisafulli, del Bloque Juntos-GEN Azul, para solicitar información a la Provincia sobre “las estelas químicas que dejan aviones en el cielo de Azul” y en los distritos cercanos.
Pero se trata de una teoría conspirativa que circula desde hace años y no tiene ningún tipo de evidencia científica. Las supuestas estelas químicas o chemtrails son en realidad estelas de condensación que forman los aviones en su trayecto, cuando se dan ciertas condiciones de temperatura y humedad determinadas.
Qué dice la teoría conspirativa de los chemtrails
Los defensores de esta teoría aseguran que las estelas que dejan a su paso los aviones son en realidad sustancias químicas que se dispersan con la intención de hacer enfermar a la población, para un supuesto “control mental, modificar el clima o afectar las cosechas”.
La palabra chemtrail es una contracción de los términos chemical trails o estelas químicas y se utiliza como oposición a contrails o condensation trails (estelas de condensación), que son las que con frecuencia dejan los aviones al expulsar vapor de agua como parte de su funcionamiento.
Para sustentar esta teoría se utilizan cientos de imágenes de las estelas dejadas por los aviones como supuesta prueba de las sustancias químicas, pero que no son válidas.
Qué son las estelas de los aviones y por qué aparecen en el cielo
Las supuestas estelas químicas o chemtrails son en realidad estelas de condensación que forman los aviones en su trayecto. Las estelas no se forman siempre, sino que para su formación son necesarias ciertas condiciones de temperatura y humedad determinadas que permitan que se produzca la condensación del vapor de agua emitido por los motores.
¿Cómo se producen estas estelas? La quema de combustible en los motores de los aviones produce grandes cantidades de vapor de agua que al entrar en un ambiente frío (los aviones vuelan a alturas donde el aire se encuentra a -35°C o menos grados) forma gotas y cristales de hielo, es decir, se condensa formando una estela. Dependiendo de la trayectoria del avión y de las condiciones meteorológicas, se forma la estela o no, explicó José Luis Sánchez Gómez, investigador sobre física de la atmósfera en la Universidad de León, al sitio de fact checking español Maldita.es.
Cuando los gases que emite el avión se mezclan con el aire circundante, se enfrían rápidamente y, si la humedad en la atmósfera es suficiente para que la mezcla alcance la saturación, se producirá la condensación del vapor de agua, explica la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) de España. El nivel de humedad de la mezcla, es decir, el que se llegue a la saturación o no, dependerá de la temperatura y humedad del aire, así como de la cantidad de vapor de agua y la temperatura de las emisiones del avión.
Por otro lado, el viento también incide en la persistencia de las estelas: si hay viento, el aire dispersa las gotas y la estela desaparece rápidamente, mientras que si el viento es más débil y el ambiente es húmedo, las gotas permanecen por más tiempo.
Los que defienden la teoría, que también circula en otros países, como España, señalan que ahora se observan más estelas en el cielo que hace varios años atrás, pero esto ocurre por el aumento del tráfico aéreo de los últimos años. Además, según explicó Benito Fuentes, meteorólogo en la AEMET, en un hilo de Twitter, “la eficiencia de los motores de los aviones ha aumentado desde hace más de 30 años y, en consecuencia, el vapor de agua sale de la turbina a una temperatura menor, de modo que existen entornos que hoy sí favorecen la formación de estelas pero que hace 30 ó 40 años no”.
Una teoría conspirativa sin evidencia científica
La comunidad científica ya descartó esta teoría conspirativa y no existe ninguna evidencia científica a favor ni nada que pruebe que los chemtrails son reales. Los defensores de la teoría de los chemtrails suelen mostrar videos y fotos de estelas en el cielo como su principal prueba pero, de nuevo, esto no es válido como evidencia de nada.
En un estudio publicado en 2016 por la Carnegie Institution for Science, la Universidad de California Irvine y la organización sin fines de lucro Near Zero, los principales expertos en ciencia atmosférica concluyeron que los “chemtrails” no son reales.
Los resultados de la encuesta, publicados por Environmental Research Letters, muestran que 76 de los 77 científicos afirmaron que no habían encontrado ninguna evidencia de un supuesto programa secreto de fumigación.
Otras autoridades, como la Fuerza Aérea de Estados Unidos o la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos también descartaron la teoría conspirativa de los “chemtrails”.
Rodolfo Sánchez y Astrid Bengtsson, investigadores del Centro Atómico Bariloche y del Instituto Balseiro, explicaban ya en 2018 en la revista de divulgación científica del Centro Regional Universitario Bariloche la teoría de los chemtrails no cuenta con estudios que la sustentan o utiliza “conceptos científicos e históricos básicos descontextualizados o formulados de manera errónea o incompleta, e hipótesis no comprobadas”.
De acuerdo a los especialistas del estudio, es imposible fumigar con bario, aluminio o estroncio “debido a la insolubilidad de los diversos compuestos que forman”. Y, en el caso de poder hacerlo, “sería logísticamente imposible la fumigación que permita alcanzar concentraciones tóxicas”.
Fecha de publicación original: 14/06/2023
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