El obispo de La Plata recurre a la estadística para atacar el matrimonio igualitario
El 5 de julio, la página web de la Agencia de Informaciones Católicas Argentinas (AICA) publicó una entrevista al obispo Antonio Marino en la que reveló una serie de cifras sorprendentes sobre las parejas homosexuales, pero citando como única fuente “diversos estudios” o el más concluyente “todos los estudios”. Además de la frase citada, el obispo platense se agregó: “Habría que preguntar si los activistas son verdaderamente representativos de las personas que practican la homosexualidad. Porque sucede una cosa muy curiosa: una vez que se aprueba el matrimonio sólo del 3 al 5% de las personas que se reconocen homosexuales se casan. Eso quiere decir que los activistas no representa al amplísimo sector del 95 al 97% de la comunidad homosexual. Lo que significa que el dicho ‘matrimonio’ no interesa a la casi totalidad de los homosexuales.”
Aunque el sacerdote no lo cita, existe sobre el tema un trabajo de 2006 llamado Demand for Same-Sex Marriage: Evidence from the United States, Canada and Europe, publicado por el Institute for Marriage and Public Policy, de Virginia, un centro de estudios evangélico. El análisis evalúa los porcentajes de parejas homosexuales que se casan en los países que legislaron sobre matrimonio gay, pero sus estadísticas tienen la insostenible metodología de estimar aproximadamente la población homosexual para poder determinar la cantidad de parejas gay que deciden legalizar su unión.
Por ejemplo, estima que “el 2,8% de los holandeses y el 1,4% de las holandesas son homosexuales” y determina que entonces sólo el 6,4 por ciento de las parejas gay de ese país se casan. En el caso de Bélgica calcula que “si hubiera el mismo porcentaje que en Holanda, sólo el 4,7% de los homosexuales belgas habría decidido casarse”. Y en Canadá, el caso de precisión más laxo, “sólo se han casado entre el 0,15% y el 14% de los homosexuales”. De todos modos, en ninguno de los casos analizados los porcentajes coinciden con la afirmación de Marino.
“En las uniones homosexuales es muy difícil la exclusividad y la fidelidad. Las personas que se encuentran en uniones o ‘matrimonios’ homosexuales tienen hasta 8 parejas por año y hasta 500 en toda la vida, según diversos estudios. Son parejas abiertas, que no viven la exclusividad. Por eso, en caso de que se impusiera la norma homosexual, habría que suprimir el valor de exclusividad de los matrimonios en tanto que institución heterosexual.”
“En las uniones homosexuales no hay permanencia. La duración es aproximadamente y en promedio de 1,5 años a 3, según los distintos estudios. Esto las hace constitutivamente inestables. Por eso, si los activistas redefinieran la institución matrimonial, habría que suprimir la estabilidad, que tanto bien causa a los niños en su desarrollo.”
El primer párrafo lleva a concluir que, a razón de 8 parejas anuales, para que un homosexual llegue a las 500 parejas deberá dedicarle 62 años a una tumultuosa vida afectiva. Pero ese dato sorprendente queda desmentido por el propio obispo al estimar que las parejas gay y lesbianas duran entre 1,5 y 3 años. Con esa corrección estadística, para llegar a tener 500 parejas los homosexuales deberían dedicarle entre 750 y 1.500 años a su vida amorosa.
Comentarios
Valoramos mucho la opinión de nuestra comunidad de lectores y siempre estamos a favor del debate y del intercambio. Por eso es importante para nosotros generar un espacio de respeto y cuidado, por lo que por favor tené en cuenta que no publicaremos comentarios con insultos, agresiones o mensajes de odio, desinformaciones que pudieran resultar peligrosas para otros, información personal, o promoción o venta de productos.
Muchas gracias