Aguad: “La Argentina no tiene medios concentrados”
“La Argentina no tiene medios concentrados, monopolio”, declaró semanas atrás Oscar Aguad, ministro de Comunicaciones de la Nación. El país “tiene una diversidad monumental de medios, lo que pasa es que hay medios más grandes que otros, medios más poderosos, o medios que tienen más audiencia que otros”, agregó.
Existen diferentes formas de calcular la concentración de medios, que refiere al peso que tienen los principales actores dentro de cada sector. “El método más usado es el CR4 que mide la participación de las cuatro empresas más grandes en el mercado. Cuando ellas superan el 50%, se considera que el mismo está muy concentrado”, explicó a Chequeado Guillermo Mastrini, profesor de la Universidad Nacional de Quilmes (UNQui) y especialista en la temática. “En la Argentina todos los mercados de medios (por ejemplo, la televisión abierta, el cable y los diarios) superan esta cifra”, destacó.
En 2014, la circulación de los cuatro diarios de mayor tirada (Clarín, La Nación, Diario Popular y La Gaceta de Tucumán) representaba el 56% del total, de acuerdo con los datos del Instituto Verificador de Circulaciones (IVC) recopilados por el Ministerio de Cultura de la Nación. Hay que señalar que no todos los periódicos auditan su circulación, por lo que no están contemplados en el cálculo, y que hay grupos de medios que controlan diferentes títulos, como el Grupo Clarín que también posee La Voz del Interior y Olé, ubicados en quinto y sexto lugar. Este sector no estaba regulado por la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual (LSCA), sancionada en 2009 y recientemente modificada por un decreto presidencial de Mauricio Macri que anunciaron Aguad y el jefe de gabinete, Marcos Peña, en conferencia de prensa.
Sobre facturación, los datos de 2008 muestran que los cuatro principales grupos concentraban el 69% de la facturación de diarios y, en el caso de la televisión, los cuatro principales canales controlaban el 89% de los ingresos televisivos. La información surge de un artículo escrito por Mastrini y Martín Becerra, investigador principal del Conicet.
En la TV de pago, es decir el cable y la televisión satelital, para 2013 la concentración era del 82%, de acuerdo con la información elaborada por Becerra en su libro “De la concentración a la convergencia”. La cuestión es más acentuada en otras áreas que también dependen del nuevo Ministerio de Comunicaciones a cargo de Aguad, como la telefonía móvil y los prestadores de internet.
Una publicación del Grupo Clarín en medio del debate por la LSCA sostiene que en el país no hay una situación de monopolio o de concentración indebida porque “en todos los segmentos del mercado de medios hay competencia efectiva” y porque existe una importante oferta mediática. La Argentina sí tiene históricamente un buen número de medios diferentes, pero la diversidad implica dos indicadores diferentes: la pluralidad (qué cantidad de medios hay) y el pluralismo (el aspecto cualitativo, referido entre otras cosas a opiniones diferentes). “En la Argentina hay pluralidad pero no pluralismo en los medios masivos de comunicación”, resumió Mastrini.
La situación de concentración mediática no es exclusiva del país, sino que coincide con lo que sucede en toda América Latina. “El pluralismo se ha visto históricamente limitado en la región debido a factores tales como el predominio del sector comercial y la concentración de la propiedad de los medios en pocas manos, lo cual a menudo ha sido la principal causa de la uniformidad en los contenidos y las agendas de información”, analiza un informe de la Unesco sobre libertad de expresión y medios.
La existencia de prácticas monopólicas y oligopólicas en la propiedad de los medios de comunicación social, señaló en un informe la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión de la Organización de Estados Americanos (OEA) “afecta seriamente la libertad de expresión y el derecho de información de los ciudadanos de los Estados miembros, y no son compatibles con el ejercicio del derecho a la libertad de expresión en una sociedad democrática”.
En una entrevista publicada en el Buenos Aires Herald, el actual relator de la OEA, Edison Lanza, respondió que no coincidía con la frase de Aguad ya que “hay un grupo que tiene niveles de concentración muy importantes [N. de la R.: en referencia al Grupo Clarín]”. Agregó que “en el caso de la concentración de medios lo que ocurre es una afectación de la democracia, porque ese grupo va a imponer su mirada, va a limitar otras, va a combatir a ciertos gobiernos o criticar a la oposición”.
Precisamente, uno de los principales argumentos de la LSCA fue la desconcentración de los medios, algo estipulado en su artículo 1°. En este aspecto, sin embargo, la ley impulsada por la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner “no logró generar grandes cambios, en parte por el proceso de judicialización, y en parte por la forma en la que la aplicó la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (AFSCA). Hubo algunos desplazamientos de medios, pero fueron menores en términos de audiencia y facturación”, concluyó Mastrini.
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