Alumnos de secundaria empezaron a chequear los modelos de Naciones Unidas

¿Quién chequea a Chequeado? No pasa mucho tiempo entre que una persona hace esta pregunta en un tuit y otra lo repite. Digamos que esta pregunta es muchas cosas menos original. Yo pienso que si nos preguntás eso es porque no entendiste del todo lo que hacemos. ¡Vos nos chequeás! Si querés, podés hacerlo. Sólo necesitás conocer nuestro método y dedicarle un poco de esfuerzo y tiempo (además tenemos un paper sobre el tema).

Así fue como después de escuchar esta pregunta miles de veces decidimos hacer algo al respecto: le enseñamos a chequear a todo el que quiera aprender. Así de simple, le damos la receta, el ingrediente “secreto” a todos los que quieran chequearnos a nosotros y a todos los que quieran participar de este modo en el debate público. A eso nos dedicamos en el Programa de Educación de Chequeado.

Pero,“¿cómo le enseñamos esta habilidad -bastante compleja por cierto-, a los que se están incorporando en el debate público, a nuestros adolescentes?”, nos preguntamos hace un tiempo atrás. Esta tarea titánica debía empezar cuanto antes y de la manera más eficaz posible.

Los modelos de Naciones Unidas son dinámicas de simulación en las cuales grupos de estudiantes se ponen en los zapatos de diplomáticos de diferentes países para entablar debates sobre algunos de los temas más relevantes de la escena geopolítica internacional. Estas actividades son la puerta de entrada para miles de estudiantes argentinos al ejercicio de la participación política y para pensarse a sí mismos como actores dentro del debate público. Luego de participar de los modelos, muchos adolescentes deciden inclinarse al estudio de carreras como Ciencia Política, Derecho, Relaciones Internacionales o simplemente descubren el ejercicio de la retórica y lo incorporan en sus vidas cotidianas. Son espacios de mucho aprendizaje guiado por la experiencia, donde aprender y hacer no son cosas distintas y suceden en simultáneo.

Sin embargo, el juego retórico y la competencia tienen sus vicios. Muchas veces, estas dinámicas, que son apasionadamente vividas por adolescentes, quedan bañadas de eso, nada más que de retórica. En el ejercicio de la simulación, sucede muchas veces que quedan de lado los hechos, la veracidad, el correcto uso de fuentes y la buena práctica del debate para dar lugar a la chicana y la retórica vacía para conseguir el favor del público. ¿Les suena esto de algún otro lado?

Con eso en mente creamos “Chequeado+, el futuro del debate”, un proyecto que introduce en el “juego” de los modelos de Naciones Unidas y las simulaciones de debates del Poder Legislativo fact-checking (o verificación del discurso) y periodismo de datos con la esperanza de promover que los alumnos de escuelas secundarias aprendan a debatir utilizando más datos y hechos que le den sustancia a las posiciones y opiniones para dejar de lado los sesgos y prejuicios en sus argumentaciones.

¿Cómo funciona esta iniciativa? Chequeado creó un módulo de capacitación para entrenar a un equipo de estudiantes en la práctica de la verificación del discurso público, es decir a detectar frases chequeables y a contrastarlas, con fuentes oficiales y alternativas.  

Luego, durante el modelo, un grupo de estudiantes interpreta el rol de “chequeadores” registrando las frases contrastables que los otros participantes dicen en sus discursos. Después aplican el método de Chequeado en vivo para producir una nota periodística que publican en un blog al que todos los participantes del modelo tienen acceso. Los otros participantes también pueden pedir que se chequeen ciertas declaraciones con datos. Chequeado también creó una serie de materiales didácticos para ayudar a todos los participantes a que preparen y escriban sus discursos basados en hechos y datos. La intención es mejorar la calidad del debate.