Cómo mirar el eclipse total de Sol

Este lunes 14 de diciembre al mediodía ocurrirá uno de los fenómenos astronómicos más bellos e impactantes de observar: un eclipse total de Sol que será visible – en forma total o parcial – desde nuestro país. Sin embargo, para poder disfrutarlo de manera segura hay que tomar ciertas precauciones. 

Pero mejor vayamos por partes: antes que nada, ¿qué es un eclipse de Sol? Ni más ni menos que una alineación entre el Sol, la Luna y la Tierra, que desde la superficie del planeta se observa como si el satélite “tapara” a la estrella. Esto sucede porque, casualmente, los diámetros aparentes del disco solar y el lunar son muy similares: ambos ocupan aproximadamente medio grado en la bóveda celeste. 

Decimos “casualmente” porque, en realidad, los tamaños reales de ambos objetos celestes son muy diferentes: mientras que el Sol tiene un radio aproximado de 696.340 km, el de la Luna es de “apenas” 1.737 km, unas 400 veces menos. 

Pero esa diferencia se compensa, desde el punto de vista de la observación, por la distancia a la Tierra, que es casi exactamente 400 veces mayor en el caso de nuestra estrella que en el de nuestro satélite (“casi”, porque la Luna puede estar ubicada a menor o mayor distancia, y la Tierra tampoco se encuentra siempre equidistante respecto del Sol).

¿Cuándo, dónde y cómo mirarlo?

El eclipse total de Sol podrá ser visto con diferentes niveles de profundidad según el lugar donde cada uno se encuentre: solo será total en una pequeña franja, ni más ni menos que la zona de la superficie terrestre sobre la que se mueve la parte central de la sombra de la Luna: la umbra. 

E incluso es importante tener en cuenta que, como esa sombra se desplaza a una velocidad aproximada de 2.000 km por hora, la totalidad dura apenas 2 minutos y 9 segundos como máximo, y solo sobre la línea central de la franja de totalidad: un área de poco más de 100 kilómetros de ancho que abarca parte del territorio chileno y una fracción de las provincias argentinas de Neuquén y Río Negro, más un fragmento mínimo del sur de la provincia de Buenos Aires.

El resto del tiempo, el eclipse será parcial para todas las personas que lo vean desde nuestro país. Mientras en el norte argentino la Luna sólo cubrirá un 50 o 60% del diámetro solar, en la zona central y en el norte de la Patagonia el porcentaje de cobertura será del 80, 90 y hasta del 99% en el caso de ciudades como Viedma, muy cerca del comienzo de la totalidad. 

El momento preciso

Cerca de las 12 del mediodía, la Luna comenzará a “morder” el borde del Sol. Como sucede en ese horario (no necesariamente es así), el Sol estará justamente en su punto más alto para cada localidad. Para saber dónde se encontrará, basta con asomarse cualquiera de estos días en el mismo horario: muy cerca de ese punto ocurrirá el eclipse.

Sin embargo, es importante saber que, excepto en la franja de totalidad, e incluso ahí sólo durante muy breves minutos, el cielo no se oscurecerá, no se hará de noche en pleno día ni se producirán cambios perceptibles de temperatura. Durante la mayor parte del tiempo, alguien desprevenido no notará el eclipse, o en el mejor de los casos apenas experimentará una sensación similar a la que tenemos cuando una nube pasajera oculta por un tiempo la luz solar.

Luego de ese primer contacto inicial, el disco lunar irá avanzando sobre el solar, hasta llegar, aproximadamente una hora y media más tarde, al punto de máximo ocultamiento, que depende de la ubicación geográfica: cuanto más cerca nos encontremos de la franja de totalidad, mayor será la profundidad del eclipse. Es decir, más “tapado” veremos al Sol. Luego, el Sol y la Luna seguirán sus caminos aparentes en el cielo y se irán separando. Desde el comienzo hasta el momento final, todo el desarrollo del eclipse dura poco menos de 3 horas.

En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, el eclipse alcanzará un nada despreciable 79% de ocultamiento, y el horario del máximo será a las 13.32, con el Sol ubicado a 78º de altura sobre el horizonte. Para consultar los horarios de inicio, máximo, finalización y ubicación del Sol en cada localidad, el Planetario de la Ciudad de Buenos Aires Galileo Galilei preparó un informe detallado que puede encontrarse aquí.

Cómo mirarlo de forma segura

Para poder disfrutar de este fenómeno sin riesgos es fundamental tomar algunas medidas de precaución. Salvo en los breves instantes de la totalidad, cuando el Sol está cubierto por la Luna en un 100% –algo que, reiteramos, sucederá en muy pocas localidades de nuestro país y durante apenas dos minutos–, no debe observarse el eclipse a simple vista en ningún momento. 

No se trata de que mirar un eclipse sea especialmente riesgoso: nunca, bajo ningún concepto, debemos mirar al Sol sin protección, y muchísimo menos con instrumentos de observación como binoculares o telescopios. En ese caso, el daño puede ser incluso mayor, ya que las lentes concentran la luz solar y la dirigen hacia los ojos, aumentando la exposición de la retina (¿quién no quemó el pasto con una lupa en la infancia?).

Tanto en el caso de la observación a simple vista como si utilizamos instrumentos ópticos o cámaras fotográficas, debemos agregar filtros. Y no cualquier tipo de filtro: hay materiales especiales de alta densidad, que solo dejan pasar una cienmilésima parte de la luz que emite nuestra estrella, y que son los únicos indicados para observar directamente al Sol. 

Es importante recordar que ninguna de las “recetas caseras” sirve en estos casos: ni radiografías, ni vidrios ahumados con velas, ni lentes de sol comunes, ni piedras de obsidiana, ni máscaras de soldar (excepto que sean de densidad 14, pero no se consiguen en todas las ferreterías) protegen adecuadamente la vista. 

En las ópticas se venden unos anteojos especiales, generalmente con un marco de cartón, que poseen este tipo de material para proteger la vista. Y en comercios especializados en telescopios y accesorios de uso astronómico también se pueden conseguir unas láminas, denominadas Mylar, con las que se pueden fabricar los filtros para agregar en los instrumentos de observación y en las cámaras de fotos. 

Claro que también podemos disfrutar del eclipse sin mirar directamente al Sol a través de la técnica de proyección, que consiste en mirar la luz proyectada desde el telescopio o los binoculares sobre una pantalla o una hoja blanca. E incluso es posible fabricar un “visor” personalizado, utilizando una caja con un pequeño agujero en uno de sus lados, como muestra la imagen. Aquí dejamos un pequeño tutorial para hacerlo.

Por último, si las condiciones no nos dejan salir a verlo, si se nubla en donde estamos o si no conseguimos protección para la vista, siempre tendremos la opción de seguirlo a través de alguna de las transmisiones que se realizarán, por ejemplo desde el canal de YouTube del Planetario de la ciudad de La Plata. 

En nuestro territorio, el próximo eclipse total ocurrirá el 4 de diciembre de 2021, pero solo será visible desde la Antártida Argentina. Para el siguiente eclipse total, observable desde el continente, habrá que esperar al 5 de diciembre de 2048, cuya franja de totalidad cruzará nuevamente por la patagonia, pero más al sur.