Mi primer trabajo: ¿cuáles son las dificultades de los jóvenes para comenzar a trabajar?

El momento de empezar a trabajar suele presentar desafíos para los jóvenes. La inserción en el mercado de trabajo para aquellos que tienen entre 18 y 29 años está cruzada por la falta de experiencia, la incompatibilidad de horarios laborales y la escasez de oportunidades en áreas de interés. Estas son algunas de las dificultades que expresan la mayoría de los jóvenes, según un informe de la asociación civil Junior Achievement y la consultora ManpowerGroup.

¿Cuáles son las características del mercado al buscar trabajo? ¿Qué diferencias hay entre lo que buscan y lo que encuentran? ¿Qué pasa con la informalidad y el desempleo? Te lo contamos en esta nota. 

¿Cómo viven los jóvenes latinoamericanos la inserción laboral?

Nueve de cada 10 jóvenes tienen dificultades para ingresar al mercado laboral, según un informe realizado por Junior Achievement Américas y ManpowerGroup en Latinoamérica. 

Hay 3 características que marcan una diferencia al postularse para un puesto. El 72% de los jóvenes indicaron que la falta de experiencia es el principal obstáculo para encontrar empleo formal; la incompatibilidad de los horarios laborales (48%), el segundo, y la escasez de oportunidades en áreas de interés (43%), el tercero.

“Cuanto más jóvenes son más aumenta la falta de experiencia, justamente porque son jóvenes. Eso, a su vez, genera una brecha cada vez más grande entre las expectativas de obtener ingresos y los puestos disponibles, sus condiciones y la compatibilidad de los puestos con la flexibilidad horaria que necesitan para sus estudios”, explicó a Chequeado Joan Manuel Vezzato, politólogo y analista en el think tank Fundar, que preside el matemático Sebastian Ceria.

En este contexto, los jóvenes eligen priorizar un salario competitivo y el crecimiento profesional a la hora de buscar un trabajo. Pero 7 de cada 10 declararon haber trabajado en áreas que no son de su interés: el 32% por necesidades económicas urgentes y el 23% por falta de experiencia.

Una característica interesante para considerar es si existe una diferencia entre los puestos que buscan las personas entre 18 y 29 años y las vacantes que intentan ocupar las empresas. Las principales áreas de interés en las búsquedas son ventas y atención al cliente (43%), marketing y publicidad (18%) y tecnologías de la información (18%). Pero las empresas, que respondieron al informe, dijeron que los sectores con más vacantes son ventas y atención al cliente (14%), finanzas y bienes raíces (13%) e ingeniería (11%).

En esta línea, también podría haber un desencuentro en los lugares de búsqueda. Los postulantes jóvenes buscan por redes sociales, a través de familiares y amigos o en los sitios web de empresas. Mientras que las empresas publican sus vacantes en redes sociales, contactos referidos y bolsas de trabajo universitarias.

¿Qué pasa en el sector joven del mercado laboral argentino?

“Los problemas laborales que vemos en el segmento más joven del mercado de trabajo es que se exacerban los problemas estructurales que tienen los trabajadores en la Argentina”, describió Vezzato.

Mayores niveles de informalidad, menor nivel salarial, mayores niveles de rotación y experiencias cortas son las características con las que describe al sector. Entre los jóvenes de 18 a 29 años, el 63% de los que trabajan lo hacen en condiciones de informalidad, según datos del Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (Cippec). 

Sin embargo, la informalidad tiene una doble interpretación para algunos profesionales que estudian el sector. “En este rango la informalidad laboral tiene una doble lectura porque puede ser entendida como precariedad laboral o como un trampolín hacia la formalidad”, explicó a este medio Jorge Paz, investigador del Conicet en el Instituto de Estudios Laborales y del Desarrollo Económico (IELDE). 

En este sentido, Paz describió a la informalidad como una manera de ingresar al ámbito laboral para acumular experiencias, aprender determinadas habilidades y tener las primeras experiencias. “Pasado un tiempo, esto se transforma en un capital humano que van a usar para profesionalizarse y tener una carrera profesional en el área que desean”, afirmpo. 

Pero la informalidad también puede ser vista como una precarización permanente. “La reforma laboral de la Ley de Bases amplió el período de prueba, lo que estimula más la rotación; creó una figura que tiende a legalizar el trabajo no registrado (el independiente con colaboradores) y convalidó recortes al poder adquisitivo de los salarios del sector privado registrado”, sumó desde otra perspectiva Vezzato.

Tanto la informalidad como el desempleo son asuntos de debate. Según informó UNICEF, en base a estadísticas de la EPH-INDEC del primer trimestre de 2024, la tasa de desempleo en el segmento de 18 a 24 años (20,1%) es casi tres veces superior a la tasa general del 7,7%. 

“Ese es el comportamiento normal del mercado de trabajo y se da en todos los países del mundo, bajo el sistema de mercado capitalista. En todas las épocas se ha dado lo mismo, es un fenómeno normal”, describió Paz. 

Esta situación igualmente se puede ver agravada por el contexto económico y provoca que los jóvenes tengan que dejar sus estudios. “La caída de los ingresos de los hogares aumenta la demanda de empleo de los jóvenes que de por sí tienen la inserción laboral más precaria del mercado de trabajo. Por eso, hay una relación directa entre la caída de los ingresos de los hogares y la interrupción de las carreras educativas”, explicó Vezzato.