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Esta nota tiene más de un año

No hay evidencia de que la nicotina protege del coronavirus

Si tenés sólo unos segundos, leé estas líneas:
  • Los resultados del estudio conjunto del Instituto Pasteur y el Hospital de París que difundieron varios medios no fueron validados por otros científicos que certifiquen que no hubo errores en la metodología.
  • La plataforma en la que fue publicado se define como “colaborativa” para comunicar “sin demora” los trabajos científicos, lo que no implica que el informe sea oficial.
  • Uno de los autores del trabajo fue señalado en Francia por recibir financiamiento de las tabacaleras para estudios relacionados con los efectos positivos de la nicotina.

Circuló en redes sociales y distintos medios de comunicación publicaron que la nicotina (alcaloide que se encuentra en la planta del tabaco) podría proteger a las personas del coronavirus que provoca la COVID-19. El contenido fue publicada por varios portales de la Argentina que no lo aseguraron en forma categórica, pero lo plantearon como posibilidad en tiempo condicional (ver acá, acá, acá y acá).

La publicación que se cita como fuente sostiene que, si bien “fumar tiene graves consecuencias patológicas y sigue siendo un grave peligro para la salud, en entornos controlados los agentes nicotínicos podrían proporcionar un tratamiento eficaz para una infección aguda como COVID-19”. 

El estudio pertenece a un trabajo conjunto entre el Instituto Pasteur de París y el Hospital de París y fue publicado en “Qeios Work”, plataforma que se autodefine como “colaborativa” y donde los investigadores publican sus trabajos “sin demora” para que sean revisados por otros pares, algo que hasta la publicación de esta nota no sucedió.

Es decir, el trabajo no fue revisado por otros científicos que certifiquen que no hubo errores en la metodología, recolección y análisis de los datos o que hayan obtenido los mismos hallazgos/resultados al repetir los experimentos. Esto en la comunidad científica internacional se conoce como peer review, según la explicación de la revista especializada Science, y es uno de los elementos más importantes a tener en cuenta para saber si un estudio científico es confiable y, en consecuencia ,un artículo periodístico que pueda surgir de él.

Alejandro Videla, médico neumonólogo del Hospital Austral y coordinador del Programa Nacional de Control del Tabaco, explicó a través de su cuenta de Twitter que la publicación “presenta una hipótesis sobre interacción del virus con el receptor ACE2 (que se haya sobreexpresado en fumadores) e ingreso al organismo por vía neurotrópica. Por más que sean plausibles, ya ha habido otras hipótesis igual de plausibles en COVID- 19 que han sido refutadas por estudios empíricos, como los efectos adversos de ARA y IECA (fármacos para tratar la hipertensión arterial y otras patologías cardiovasculares como la insuficiencia cardíaca), que no se asociaron con mayor mortalidad, trastornos del transporte hemo que resultaron no plausibles, etcétera”.

Además, Videla sostiene que, “aún suponiendo que la hipótesis presentada por los autores fuera corroborada por datos empíricos, esto no significa recomendar fumar, sino que existe fundamento teórico para realizar trabajos de investigación evaluando la nicotina terapéutica (como, por ejemplo, parches) como prevención”.

Ante la publicación que vincula los beneficios de la nicotina con el coronavirus, la Fundación Interamericana del Corazón Argentina advirtió en un comunicado que “detrás de este estudio podría haber financiamiento de la industria tabacalera” y sostuvo que el mismo “no fue revisado por pares y no se refiere la aprobación de ningún comité de ética”.

Uno de los autores de la investigación que advierte sobre los beneficios de la nicotina para hacer frente al nuevo coronavirus, Jean Pierre Changeux, firmó una carta el 10 de agosto de 1994 dirigida al Consejo para la Investigación del Tabaco (CTR), en la que solicita 255 mil dólares para un proyecto de tres años para estudiar el impacto de la nicotina en el cerebro de los ratones mutantes. Esa carta formó parte de los documentos presentados como evidencia por el medio francés Le Monde para exponer la manipulación que ejercieron las tabacaleras sobre los laboratorios para obtener investigaciones sobre los supuestos efectos positivos de la nicotina.

Entre distintas revelaciones, el periódico francés afirmó en 2012 que, a través del CTR entre el 1 julio de 1995 y 31 de diciembre de 1998, Changeux recibió US$ 220 mil dólares de la industria tabacalera para su laboratorio, y reveló así el conflicto de intereses respecto a los resultados de sus trabajos.

 

 

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