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¿Por qué las encuestas electorales a veces fallan en sus pronósticos?

Si tenés sólo unos segundos, leé estas líneas:
  • Las  elecciones presidenciales de 2019 son recordadas por los pronósticos errados sobre el resultado de las PASO, en las que Alberto Fernández le sacó 16 puntos a Mauricio Macri, y sobre las generales, cuando el postulante de Juntos por el Cambio achicó sensiblemente esa ventaja. 
  • Especialistas señalan que las encuestas telefónicas sobrerrepresentan a la clase media y que es importante tener en cuenta cuándo se llevó a cabo el estudio. 
  • Sostienen que las encuestas ayudan a conocer cuál es la voluntad y el clima social y político que impera en ese momento y que, “si permitieran conocer los resultados con un 100% de efectividad, no se necesitarían las elecciones”.

En las  elecciones presidenciales de 2019, como se explicó en esta nota, sólo una encuesta predijo que la diferencia entre Alberto Fernández (Frente de Todos) y Mauricio Macri (Juntos por el Cambio) sería menor a 10 puntos en las generales de octubre y ninguna estimó que el entonces Presidente sacaría más del 40%, luego de que en las elecciones Primarias, Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) Fernández obtuviera el 47,79% de los votos y Macri, un 31,8%.

En el mundo, el ejemplo más emblemático de pifie de las encuestadoras en la historia reciente es el de las elecciones presidenciales de Estados Unidos de 2016, cuando se pronosticó un triunfo de la candidata demócrata, Hillary Clinton, y terminó ganando el republicano, Donald Trump. Como recuerda en este artículo Juan Negri, politólogo y director de la carrera de Ciencia Política y Estudios Internacionales de la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT), aunque Clinton obtuvo más votos que Trump, este ganó el Colegio Electoral.

El domingo 2 de octubre último, en Brasil, las encuestas sugerían una diferencia importante, de alrededor de 15 puntos, de Lula da Silva contra Jair Bolsonaro. Inclusive se llegó a pronosticar un triunfo del candidato del Partido de los Trabajadores (PT) en primera vuelta. Pero la diferencia terminó siendo de 4 puntos, por lo que hubo un balotaje en el que ganó Lula y con una diferencia aún más exigua.

Escenarios parecidos se dieron en Estados Unidos en 2020 y en Chile en 2021 y 2022. Todas las veces las encuestas preelectorales quedan en el centro de la escena”, señaló Negri.

¿Por qué a menudo las encuestas fallan en sus pronósticos? ¿Sirven las encuestas electorales? ¿Son confiables? Te lo contamos en esta nota, con la mirada de especialistas.

¿Por qué las encuestas electorales fallan en sus pronósticos?

En alusión a las elecciones presidenciales de octubre de 2019, que Macri perdió en primera vuelta contra Fernández pero por un margen bastante más corto que el que se esperaba, Daniel Cabrera, docente e investigador de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires, explicó en esta nota que una de las razones fue “un ‘efecto ganador’”, en este caso del Frente de Todos sobre Juntos por el Cambio, como consecuencia de la amplia ventaja que había sacado Fernández sobre Macri en las PASO de agosto.

“Esto tiró hacia arriba el porcentaje de Fernández y un efecto ‘espiral de silencio’ que tiró hacia abajo la intención de voto hacia Macri, aunque parece que fue más fuerte el segundo que el primero”, evaluó Cabrera.

A su vez, Mario Riorda, doctor en Comunicación Social y especialista en Comunicación Política, se refirió en diálogo con Chequeado al fallo generalizado en los pronósticos para las PASO de 2019, en que a Macri se lo daba en algunos casos ganador sobre Fernández y terminó 16 puntos por debajo.

“En las elecciones primarias hubo problemas metodológicos porque se usaron encuestas telefónicas, a líneas fijas, que sobrerrepresentan a la clase media alta. Como en esta elección hubo un componente importante de clase, eso hizo que se sobrestimara el resultado de Mauricio Macri”, explicó el experto.

En el marco de la Jornada sobre Herramientas Estadísticas, organizada para las elecciones legislativas de 2021 por la Universidad de Tres de Febrero (Untref), Cintia Díaz, socióloga e investigadora permanente del Centro de Investigación en Estadística Aplicada (CINEA) de dicha universidad, sostuvo que muchas veces los errores a los que llegan las consultoras tienen que ver con la fecha en la que se hace la encuesta -ya que las personas cambian de opinión de un mes a otro-, con el conjunto de personas que participan del estudio y con el hecho de que muchas veces que una persona declare que tienen la intención de votar a tal candidato no significa que en última instancia lo realice.

Las encuestas electorales sirven y ayudan un montón para conocer cuál es la voluntad y el clima social y político que impera en ese momento, pero nosotros, como encuestadores, no sabemos si la persona que nos dijo que iba a votar a tal candidato cuando entra al cuarto oscuro confirma esa acción”, reconoció Díaz.

Negri señaló que “las metodologías usadas también están fallando” y que “el consenso profesional es que las encuestas presenciales son las más precisas pero a la vez son las más caras de realizar” y que, como resultado de esto, “las encuestas telefónicas son más populares pero la ciudadanía es cada vez menos ubicable vía teléfonos fijos”. Y agregó: “Así, las encuestas incluyen numerosos sesgos que alteran la precisión de los resultados”, completó.

Pero, entonces, ¿las encuestas son confiables o no?

Orlando D’Adamo, consultor de comunicación y opinión pública, sostuvo en esta nota que “todos se acuerdan de los errores, pero la mayoría de las veces las encuestas aciertan” los resultados. Explicó que, “en general, los sondeos predicen quién va a ganar, aunque a veces pueden equivocarse con los porcentajes” y agregó que “el problema se da cuando hay una elección muy cerrada o un cambio repentino cerca de la fecha”.

A su vez, Pablo López, sociólogo y experto en opinión pública, sostuvo en diálogo con Chequeado que “las encuestas de intención de voto son una foto de cómo está la situación unos días antes de la votación” y que “si las diferencias entre candidatos son importantes, y no hay un cambio radical pocos días antes de la elección, pueden prever el resultado”. Y agregó: “Si las encuestas permitieran conocer los resultados con un 100% de efectividad, no se necesitarían las elecciones”, sostuvo.

Cintia Díaz, a su vez, subrayó que “pensar que las encuestadoras se equivocan a propósito o son funcionales a ciertos partidos políticos es un error, así como también es equivocado creer que los resultados de las encuestas llegan sin tener en cuenta variables tales como la metodología, la muestra y el universo encuestado”.

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Comentarios

  • Leonardo7 de mayo de 2023 a las 3:42 amEn realidad se equivocan porque no son representativas. La cantidad de personas encuestadas es demasiado ínfima.

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