Programa Acompañar: a quiénes está destinado, cómo anotarse para cobrar la ayuda económica y de cuánto es el monto

El programa Acompañar es el corazón del Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad: representa al menos la mitad del presupuesto total de ese área de gobierno. Lleva ya 20 meses de vigencia y tiene como objetivo brindar un apoyo económico equivalente al Salario Mínimo, Vital y Móvil (SMVM) por 6 meses consecutivos a mujeres y personas del colectivo LGBTI+ que se encuentran en situación de violencia de género.

En esta nota -surgida a partir de comentarios de lectores de Chequeado sobre esta iniciativa del Estado- te contamos, con preguntas y respuestas, qué es el programa Acompañar, quiénes pueden cobrarlo, cómo hay que anotarse para percibir la ayuda económica y a cuánto dinero equivale.

¿Qué es el programa Acompañar?

El programa de Apoyo y Acompañamiento a Personas en Situación de Riesgo por Violencia por Motivos de Género (Acompañar) fue creado por decreto el 8 de septiembre de 2020 y está destinado a mujeres y a personas del colectivo LGBTI+ (lesbianas, gays, bisexuales, trans y personas de otras minorías sexuales) de 18 a 65 años de edad que, por sus condiciones socioeconómicas y vinculares, se encuentren expuestas a diversas manifestaciones de violencias por motivos de género que ponen en riesgo su integridad física y psicológica y su autonomía económica y social, explicó el Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad en un pedido de acceso a la información que realizó Chequeado.

Además de la ayuda económica, el ministerio indica que el programa consiste en un “acompañamiento integral y el acceso a dispositivos de fortalecimiento psicosocial para las personas incluidas en el programa, coordinado con los gobiernos provinciales y locales”.

¿Quiénes pueden cobrar esta ayuda?

Desde noviembre de 2020 hasta mayo último, 165.862 personas fueron destinatarias del programa, de acuerdo con datos oficiales del Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad. Según esta información, en el 98% de los casos se trata de personas que sufren violencia doméstica, mientras que en el 2% restante la ayuda se paga en casos de violencia institucional y laboral. Además, el 97% de las destinatarias son mujeres, mientras que 1% son lesbianas, gays, bisexuales, travestis, trans, intersex, no binaries, entre otras identidades y expresiones de género.

El ministerio informó, además, que el 82% de los casos atravesó violencia física; el 85%, psicológica; el 58%, económica y patrimonial; el 33%, simbólica; el 31%, ambiental, y el 30%, sexual. En todos los casos se trata de variables de respuesta múltiple (es decir, la persona en situación de violencia de género puede haber declarado más de una modalidad y puede haber atravesado distintos tipos de violencia en la misma situación).

¿Cómo son concretamente algunas de esas situaciones de violencia doméstica?

De acuerdo con el ministerio, “para la violencia psicológica predominan los insultos, las humillaciones y el hostigamiento”, mientras que “para la violencia física, los empujones, los golpes, los sacudones y los tirones de pelo”. Para la violencia sexual, “el contacto físico sin consentimiento, la obligación de mantener relaciones sexuales y el abuso sexual”. 

Los casos de violencia económica y patrimonial corresponden con “la falta de aportes económicos, la limitación o el control de gastos, la privación de acceso a dinero y el incumplimiento del pago de la cuota alimentaria”. En relación con la violencia ambiental, las conductas que predominan son “golpes a objetos o paredes y destrucción de bienes/objetos de la persona destinataria”.

La violencia simbólica se explica por acciones de “desvalorización y/o descalificación y bromas y/o comentarios machistas”. En cuanto al vínculo de las personas destinatarias del programa con la persona agresora, en un 84% de los casos es la ex pareja de quien ejerce estos tipos de violencia; en un 8% es la pareja actual y el resto es otro familiar, familiar de pareja o ex pareja y/u otros (allegados, superiores jerárquicos, entre otros).

Quienes sufren estos tipos de violencia, ¿cómo hacen para tramitar esta ayuda económica y la contención psicosocial?

Deben contactarse con las Unidades de Acompañamiento de todo el país y en los Operativos Territoriales que están recorriendo el país. Para ello, hay que ingresar en la página de Unidades de Acompañamiento o comunicarse con la Línea 144 para recibir información, a través de un llamado telefónico al número 144, escribiendo por WhatsApp al 1127716463 o por mail a [email protected]. Más información, en la web del ministerio sobre este programa o escribiendo al mail [email protected].

¿De cuánto es la ayuda económica?

Quienes acceden al programa perciben una asignación económica equivalente al SMVM por 6 meses. El SMVM es desde el 1 de junio último equivalente a $45.540. A partir del 1 de agosto próximo, el SMVM será de $ 47.850, actualización que impactará automáticamente en el monto de la ayuda económica por Acompañar.

La asignación del programa Acompañar está apenas por encima de lo que necesita una familia de 4 personas para no ser indigente, $ 42.527, de acuerdo con el último informe del INDEC sobre las canastas básica alimentaria y total. Para no ser pobre, un hogar de 4 integrantes debe tener un ingreso de más del doble: $ 95.260.

¿Una persona puede cobrar la Asignación Universal por Hijo y, a la vez, la ayuda del programa Acompañar?

Sí, porque el programa Acompañar es compatible con la AUH y también con la Asignación Universal por Embarazo para Protección Social, la Asignación por hijo con discapacidad, el Monotributo Social y el trabajo registrado bajo el Régimen Especial de Contrato de Trabajo para el Personal de Casas Particulares.

Si la persona tiene trabajo en blanco, ¿también puede cobrar la ayuda del programa Acompañar?

No, porque el programa Acompañar es incompatible con ingresos por trabajo en relación de dependencia registrado en el sector público o privado, monotributo y régimen de autónomos (excepto monotributo social). También, con subsidios o prestaciones monetarias no reintegrables con fines de empleo y/o capacitación otorgada por el Estado nacional; con las jubilaciones, pensiones o retiros de carácter contributivo o no contributivo, sean nacionales, provinciales, municipales, o de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires; con la Pensión Universal para el Adulto Mayor dispuesta por el Decreto N° 894/2016, y con la prestación por desempleo.

¿Qué críticas se le hacen al programa?

En relación a la implementación del programa, Natalia Gherardi, directora ejecutiva del Equipo Latinoamericano de Justicia y Género (ELA), señaló a Chequeado en esta nota que “hay un déficit en el acompañamiento” porque, “además de la transferencia económica, es necesario un apoyo más completo, por ejemplo, en la reinserción laboral”.

“Encontramos que el programa es desigual en distintas regiones del país y se hacen acuerdos con municipios que tienen pocos recursos”, agregó la abogada especializada. En una línea similar, Mabel Bianco, presidenta y fundadora de la Fundación para el Estudio e Investigación de la Mujer (FEIM), aseguró: “Se logró dar apoyo económico pero no se llegó a dar el seguimiento que corresponde, articulando las distintas áreas que deben intervenir. Entonces a las mujeres las siguen matando igual. Las mujeres terminan solas”.