¿Qué está pasando con el presupuesto destinado a luchar contra el SIDA en la Argentina?

En la Argentina cerca de 122 mil personas viven con el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH). En 2017 unas 1.500 personas murieron por causas relacionadas con el SIDA, según los últimos datos oficiales del ex Ministerio y actual Secretaría de Salud de la Nación. De los casi 70 mil personas que estaban en tratamiento, el 70% se atiende en el sistema público.

Dentro del Estado existe un área que se encarga de esto. El Ministerio de Salud y Desarrollo Social de la Nación tiene un programa denominado “Lucha contra el SIDA y Enfermedades de Transmisión Sexual e Infecto Contagiosas” que define las políticas de prevención, cuidado y tratamiento, además de realizar folletos informativos, comprar preservativos y herramientas para detectar las enfermedades, así como los antirretrovirales para todas aquellas personas que no tienen otra cobertura de salud o están cubiertas por el Programa Incluir Salud.

Estos antirretrovirales son medicamentos clave para el tratamiento de personas con VIH porque evitan que el virus se reproduzca, impidiendo la destrucción de las defensas y las denominadas “enfermedades oportunistas”, como distintos tipos de cáncer o infecciones severas, como se explica en esta nota.

En 2018, la ejecución de este programa se encuentra en un 56% del presupuesto vigente, un porcentaje bajo si se considera que la última actualización de la información oficial corresponde al 24 de octubre de este año y sólo restan dos meses completos del año. Si se analiza el gasto comprometido (es decir que ya tiene un fin asignado aunque no haya sido ejecutados), el porcentaje alcanza casi el 80% del presupuesto para este año.

La Secretaría de Salud informó que los tratamientos antirretrovirales del año en curso están garantizados. Desde el sector de Prensa de la Secretaría aclararon a Chequeado que, como la ejecución no es lineal, el análisis debería hacerse una vez finalizado el año. En 2017, último año completo, el programa terminó con una ejecución del 90% de su presupuesto.

¿Qué pasará en 2019? La Fundación Grupo Efecto Positivo (GEP) -presidida por Pablo Víctor García– sostuvo que el año que viene habrá US$ 43 millones de dólares menos de presupuesto para este programa. Según su análisis, el 60% de la inversión en antirretrovirales y medicamentos para el VIH se compra a compañías farmacéuticas multinacionales y su precio está valuado en dólares (por más de que después se paguen en pesos), por lo que esta disminución del presupuesto en dólares dejaría a 15 mil personas sin tratamientos.

Sin embargo, el sector de Prensa de Salud aseguró a Chequeado que los medicamentos que se compran en dólares representan menos del 7% del presupuesto anual de medicamentos y menos del 4% del presupuesto total anual de la Dirección de SIDA y ETS, por lo que no sería correcto analizar cómo evoluciona el presupuesto en dólares.

De acuerdo con datos oficiales de la Dirección de SIDA y ETS nacional enviados a Chequeado tras un pedido de acceso a la información pública, en septiembre de 2018 eran 55.196 los pacientes bajo tratamiento. Al consultarles por su estimación de los medicamentos para 2019, respondieron que actualmente están trabajando en la planificación detallada. Igualmente, desde la Dirección repitieron que “se encuentra garantizado la entrega de medicación a todas las personas bajo tratamiento de VIH”. Además, según sostuvo el secretario de Salud, Adolfo Rubinstein, al diario La Nación, ya tienen el aprovisionamiento hasta el segundo semestre de 2019.

El Gobierno descartó que haya habido interrupciones en la entrega de los medicamentos durante su gestión, aunque confirmó “faltantes puntuales” que fueron reemplazados por otras drogas y que despertaron críticas, como se explica en esta nota.

Leandro Cahn, director ejecutivo de Fundación Huésped, señaló que el análisis es complejo: “El Ministerio asegura que no va a haber faltantes porque se está comprando al Fondo Estratégico de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) a precios mucho más bajos, lo que permitirá ahorrar recursos, y porque el aumento esperado para el resto de los medicamentos (que se pagan en pesos, aún aquellos con componentes dolarizados) estaría cubierto con el incremento en el presupuesto. Sin embargo, haber llegado al presupuesto estimado sin contar con una planificación detallada nos obliga a estar alerta”. Igualmente, desde el sector de Prensa de la Secretaría de Salud aseguraron que, de ser necesario, se ampliará el presupuesto para los medicamentos.

En la primera mitad de 2018 (último dato oficial disponible), se cumplieron las metas que tienen que ver con la asistencia regular de medicamentos y en el presupuesto para 2019 esta meta física (es decir, el objetivo que se plantea el Gobierno de cantidad de personas asistidas) aumenta. Los fondos destinados a este programa -que incluye la compra de medicamentos, entre otros ítems- le ganan a la inflación pronosticada.

Cahn señaló que, para avanzar en el control de la epidemia, además de los fondos asignados para comprar medicamentos, sería necesario ampliar las políticas de prevención combinada (incluyendo la profilaxis pre-exposición), la expansión del diagnóstico y mejorar el seguimiento de las personas en tratamiento. En este último punto se destaca la reducción en un 20% de las metas físicas de los estudios de Carga Viral, un estudio que mide la cantidad de virus en sangre y que las personas con VIH deben realizarse dos veces al año.

Esto se relaciona con la subejecución del programa en el primer semestre de 2018 en metas como la realización de estudios para detectar hepatitis virales, asistencia con medicamentos para hepatitis virales, elaboración de materiales sobre VIH y Enfermedades de Trasmisión Sexual (ETS), estudios para detectar VIH y distribución de preservativos.