Qué evidencia hay sobre la posibilidad de que el coronavirus se pueda transmitir por vía aérea

Última actualización: 07/10/2020

En un estudio titulado “Es hora de abordar la transmisión aérea del COVID-19” un grupo de 239 científicos de todo el mundo pidieron a las organizaciones internacionales que tengan en cuenta la evidencia que muestra que existe un riesgo de transmisión por vía aérea a través microgotas que podrían viajar hasta varios metros. 

“La mayoría de las organizaciones de salud pública, incluida la Organización Mundial de la Salud (OMS), no reconocen la transmisión por el aire, excepto en los procedimientos de generación de aerosoles realizados en entornos de atención médica”, explica el documento publicado en la revista Clinical Infectious Diseases (Enfermedades Clínicas Infecciosas) y agrega que, aunque el lavado de manos y el distanciamiento social son apropiados, “son insuficientes para proporcionar protección contra las microgotas respiratorias portadoras de virus liberadas en el aire por personas infectadas”. 

Al día siguiente, la OMS anunció en una conferencia de prensa que reconocía que había “evidencia emergente” sobre la transmisión del SARS-CoV-2 por vía aérea. “Creemos que debemos estar abiertos a esta evidencia y comprender sus implicaciones con respecto a los modos de transmisión y a las precauciones que deben tomarse”, explicó Benedetta Allegranzi, responsable de Prevención y Control de Infecciones de la organización. 

Sin embargo, hasta la fecha no hubo ningún cambio en las políticas o recomendaciones de la OMS, que sostiene que las formas de transmisión de la enfermedad COVID-19 es “a través de las gotitas procedentes de la nariz o la boca que salen despedidas cuando una persona infectada tose o exhala”. La OMS publicó un resumen de las nuevas evidencias sobre las formas de transmisión del virus.

En cambio, quienes sí actualizaron sus directrices y reconocieron que el SARS-CoV-2 “a veces se puede propagar por transmisión aérea” fueron los Centros para el Control y la Prevención de las Enfermedades (CDC) de los Estados Unidos. “Existe evidencia de que bajo ciertas condiciones, las personas con COVID-19 parecen haber infectado a otras que estaban a más de 2 metros de distancia. Estas transmisiones ocurrieron dentro de espacios cerrados que tenían ventilación inadecuada. A veces, la persona infectada respiraba con fuerza, por ejemplo, mientras cantaba o hacía ejercicio”, indican las nuevas guías.

Sin embargo, los CDC aclaran que es mucho más común que el virus que causa la COVID-19 se propague a través del contacto cercano con una persona infectada que a través de transmisión aérea.

Qué evidencia hay

Las pruebas de la existencia del modo de transmisión aérea del virus han ido creciendo en peso y en respaldo científico y van en 2dos direcciones. Por un lado, la localización de partículas virales flotando en el aire dentro de la habitación de pacientes hospitalizados con COVID-19 y en ausencia de procedimientos sanitarios que generen aerosoles. Y, por otro lado, los numerosos casos de contagios multitudinarios y en los que solo los aerosoles pueden explicar una infección tan masiva.

Entre los estudios mencionados por la petición de los científicos, se destaca una investigación que analiza un brote en un restaurante en China, donde los miembros de 2 familias se contagiaron de coronavirus tras sentarse en las mesas contiguas a una familia que acababa de llegar de la ciudad de Wuhan (China), como contamos en esta nota. 

Los investigadores concluyen que “la transmisión en aerosol de SARS-CoV-2 debido a una ventilación deficiente puede explicar la propagación comunitaria de COVID-19”. 

Por qué es importante el criterio de la OMS respecto a las vías de transmisión

Como analizó el sitio especializado Salud con Lupa en este hilo de Twitter, los gobiernos de todo el mundo basan sus políticas y presupuestos a partir de las recomendaciones de la OMS, por lo que si la organización anunciara que existe una certeza de que la COVID-19 puede transmitirse por vía aérea, entonces sería necesario hacer cambios en las políticas de bioseguridad. 

Por ejemplo, además de las medidas de distanciamiento físico de 1 a 2 metros, sería también necesaria la obligatoriedad del uso de barbijos en todos los espacios y no sólo donde haya aglomeraciones. 

Por otro lado, también se debería pensar en recomendaciones y protocolos con respecto a la ventilación de los lugares cerrados. “Este asunto es de mayor importancia ahora, cuando los países se vuelven a abrir después de los bloqueos, lo que lleva a las personas a sus lugares de trabajo y a los estudiantes a las escuelas, colegios y universidades”, explica la petición de los 239 científicos. 

En tanto, tras la última actualización, los CDC recomiendan ventilar los espacios interiores para prevenir los contagios. “En general, estar al aire libre y en espacios con buena ventilación reduce el riesgo de exposición a gotitas respiratorias infecciosas”, explicaron. Esto se suma a las medidas habituales de prevención: el distanciamiento físico, el uso del barbijo, lavarse las manos, evitar lugares donde haya aglomeraciones de personas y aislarse cuando uno esté enfermo.

Actualización 07/10/2020: esta nota fue actualizada con la última evidencia disponible.

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