¿Se puede dar vuelta un balotaje?
Contra buena parte de los pronósticos, la sucesión de Cristina Fernández de Kirchner se definirá a través del balotaje tal cual lo prevé la Constitución de 1994. La elección del 25 de octubre fue atípica por donde se la mire. No sólo por el hecho de que será definida en segunda vuelta, sino también porque, si dejamos de lado la inusual elección presidencial de 2003, fue la peor elección presidencial del peronismo. Agreguemos a ello la particularidad de que Daniel Scioli obtuvo un menor porcentaje de votos en la elección general respecto de las primarias. Cambiemos, asimismo, realizó una formidable elección en la Provincia de Buenos Aires y aparte pudo crecer en muchos distritos respecto de su performance de las primarias. Si Cambiemos estuvo por encima de las expectativas, el Frente para la Victoria fue el fenómeno opuesto. Es en este contexto en el que comienza la carrera hacia la segunda vuelta del 22 de noviembre en la que se elegirá al sucesor de Fernández de Kirchner.
De acuerdo con un relevamiento propio, desde la restauración democrática que comenzó en la región a fines de los años 70, hubo 42 segundas vueltas presidenciales, la más reciente de ellas en Guatemala. En sólo diez de ellas el candidato que terminó en el segundo lugar en la primera vuelta obtuvo el triunfo en el balotaje. Ello sugiere que en la región, al menos en elecciones presidenciales, la inversión del resultado de primera vuelta no es lo usual: sólo ocurrió en un 23,8% de los casos.
Al analizar con más detalle estos casos se observa que:
- En las diez reversiones del resultado de primera vuelta, el candidato mejor posicionado en la misma y derrotado en el balotaje, obtuvo una ventaja inferior al 10% a su contrincante de segunda vuelta.
- Solo en dos de estos diez casos el aspirante más votado en primera vuelta había superado el 40% de los votos. En la elección de República Dominicana de 1996 y la de Uruguay de 1999.
¿Hay algo así como una ventaja decisiva? Hasta ahora nadie ha podido revertir una ventaja de primera vuelta mayor a 7,3 por ciento. Todos los triunfos en balotaje del segundo candidato más votado en primera vuelta ocurrieron con ventajas inferiores a esa cifra.
¿Quiénes terminaron primeros en la elección general para luego perder en balotaje? En América Latina la lista de primeros-perdedores de segunda vuelta incluye a Mario Vargas Llosa, derrotado por Alberto Fujimori en las elecciones peruanas de 1990 y al actual presidente de Perú Ollanta Humala, quien en su primer intento de llegar a la Casa de Pizarro fue el candidato más votado de la elección general con 30% de los votos y algo más de seis puntos de ventaja sobre Alan García, pero que luego fue derrotado por un escaso margen en el balotaje. Álvaro Noboa, el magnate bananero ecuatoriano derrotado por Rafael Correa en la elección presidencial de 2006 también integra este grupo, lo mismo que Oscar Zuluaga, el candidato uribista en la elección de Colombia de 2014 en la que fue derrotado por Juan Manuel Santos. De no haberse retirado de la segunda vuelta de 2003, Carlos Menem habría sido otro de los casos de aspirantes más votados en primera vuelta pero derrotados en el balotaje.
Pensando en la elección del pasado domingo y tomando en consideración la experiencia regional, las conclusiones son claras y un tanto obvias: la ventaja de Scioli sobre Macri es exigua y en modo alguno decisiva. El hecho de que Scioli no haya alcanzado el 40% de los votos también es comprometedor. Dicho esto, es evidente que la suerte no está echada. Sin dudas el tramo final de este largo y dilatado año electoral será apasionante.
* Docente e investigador en el Programa de Estudios para América Latina de la Universidad Católica Argentina (UCA). Esta nota fue publicada originalmente en Bastión Digital y se puede ver completa acá.
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Fecha de publicación original: 28/10/2015
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