Tormentas intensas y El Niño: ¿por qué llovió tanto y qué pasará con el tiempo en los próximos meses?

En las últimas horas, el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) emitió un alerta roja por tormentas en sectores de la Provincia de Buenos Aires, Santa Fe y Entre Ríos. El alerta se da luego de las intensas lluvias y tormentas que tuvieron lugar en diversas provincias en la semana del 11 de marzo último, que dejaron inundaciones y destrozos materiales severos.

¿A qué se debe el aumento de las precipitaciones de los últimos días? ¿Por qué especialistas advierten que este  tipo de fenómenos serán más frecuentes? ¿Qué pasará con el tiempo en los próximos meses? Te lo contamos en esta nota.

¿A qué se deben las intensas lluvias de los últimos días?

Según datos del SMN, hasta el momento cayeron 315 milímetros de lluvia en todo marzo. Por lo que este mes se convertiría en el segundo más lluvioso de la historia, tras el récord del marzo más lluvioso que ocurrió en 1988 con 476 milímetros.

“Marzo en general estadísticamente es uno de los meses más lluviosos, suele llover entre 120 y 130 milímetros y solemos tener varios eventos de lluvias muy intensas”, dijo a Chequeado Cindy Fernández, del Servicio Meteorológico Nacional (SMN).

Además, las intensas lluvias y tormentas de los últimos días encuentran su explicación, en parte, en el fenómeno de El Niño. El Niño-Oscilación del Sur (ENOS) es un fenómeno natural, una alteración del sistema océano-atmósfera en una zona específica del Pacífico próxima a la línea del Ecuador que influye en el clima en todo el mundo.

El Niño ocurre en promedio cada 2 a 7 años, y por lo general dura de 9 a 12 meses. Es un patrón climático natural asociado con el calentamiento de la superficie oceánica en el Océano Pacífico tropical central y oriental e influye en los patrones meteorológicos y de tormentas en diferentes partes del mundo.

El ENOS presenta una fase cálida -conocida como El Niño- a partir del aumento de la temperatura del océano, y otra fría -La Niña- en la que ocurre lo opuesto. Cuando no se da ninguno de los 2 eventos, la fase es neutral.

“Este año tenemos a El Niño activo, que predispone a la atmósfera para que llueva más de lo normal, entonces es esperable que esta temperatura de otoño sea lluviosa, porque El Niño condiciona a la atmósfera para que haya mayores eventos de precipitación”, explicó la especialista a Chequeado.

Según datos del SMN, en la Argentina 3 de los 10 otoños más lluviosos fueron bajo El Niño. Además, históricamente, bajo las condiciones de este fenómeno, la región del centro y noreste argentino es afectada por lluvias superiores a lo normal.

“En las últimas semanas estamos teniendo en la Argentina, especialmente para el centro y el este del país, la persistencia de condiciones de bajas presiones asociadas a un frente que se estacionó. Estas condiciones estacionarias hacen que persistan las condiciones de mal tiempo por periodos prolongados”, sumó Leandro Díaz, investigador del Conicet en el Centro de Investigaciones del Mar y la Atmósfera (CIMA), que depende del Conicet y la Universidad de Buenos Aires.

“Esta época del año es una época de lluvias torrenciales, con tormentas fuertes o severas, porque es la época de transición donde las masas de aire cálido del verano se encuentran con las de aire frío que empiezan a avanzar a medida que nos acercamos al invierno. Posiblemente estábamos desacostumbrados a este tipo de eventos porque veníamos de casi 4 años de sequía, hacía mucho que no veníamos tormentas. Antiguamente, este tipo de situaciones eran habituales en esta época del año”, sostuvo Fernández.

¿Las tormentas intensas serán más frecuentes de ahora en más?

A largo plazo, el cambio climático hace que estos eventos climáticos extremos, como las tormentas intensas y las inundaciones, se vuelvan más fuertes, frecuentes y/o intensos. “Lo que estamos viendo en general, en gran parte del mundo, es que están aumentando la probabilidad de ocurrencias de fenómenos más intensos, en particular de  lluvias más intensas y más duraderas”, sostuvo Díaz.

Especialistas explicaron que es necesario que las ciudades tomen medidas de adaptación frente al cambio climático. 

“En nuestro país se proyecta un aumento de frecuencias de tormentas intensas, es decir, mucha precipitación en poco tiempo. Las proyecciones de cambio climático dan este tipo de cambios en casi todos lados, pero además, más cantidad de lluvia en nuestra región. Por lo tanto, tenemos que pensar en ciudades que puedan diluir esa agua rápidamente”, explicó a Chequeado la climatóloga Matilde Rusticucci, investigadora del Conicet y profesora del Departamento de Ciencias de la Atmósfera y los Océanos de la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad de Buenos Aires (UBA).

Y agregó: “Por ejemplo, los sumideros deberían estar preparados para mucha agua en poco tiempo. Las ciudades tienen que estar adaptadas a este nuevo clima, porque el que tenemos ahora es distinto al que teníamos antes”.

Por su parte, la secretaria general de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), la argentina Celeste Saulo destacó que “la acción climática se ve actualmente obstaculizada por la falta de capacidad para prestar y utilizar servicios climáticos que sirvan de base a los planes nacionales de mitigación y adaptación, especialmente en los países en desarrollo” y sostuvo que se debería “aumentar el apoyo a los Servicios Meteorológicos e Hidrológicos Nacionales para que puedan prestar servicios de información que garanticen que la próxima ronda de contribuciones determinadas a nivel nacional se base en la ciencia”.

¿Qué pasará con el tiempo en los próximos meses?

Para el trimestre marzo-abril-mayo, se espera que las lluvias sean superiores a lo normal sobre el norte del Litoral y normales o superiores a lo normal sobre el sur del Litoral, según el pronóstico del SMN. Además, serán normales sobre la región del norte, Córdoba, oeste de Santa Fe, La Pampa, Buenos Aires y sobre el sur de Patagonia.

“En lo que es Litoral y norte de la provincia de Buenos Aires se espera que El Niño siga condicionando las lluvias. Vamos a seguir en una situación de masa caliente de aire, donde muchas de las tormentas que se van generando van a ser intensas porque están las condiciones para eso”, dijo Fernández.

La Organización Meteorológica Mundial (OMM) señala que hay alrededor de un 60% de posibilidades de que El Niño persista durante marzo-mayo y un 80% de probabilidades de condiciones neutrales de abril a junio, es decir, ni El Niño ni La Niña. Existe la posibilidad de que La Niña se desarrolle más adelante en el año, pero las probabilidades son actualmente inciertas.

Según una actualización sobre el clima estacional mundial publicada por la OMM que acompaña a su actualización sobre El Niño/La Niña, las temperaturas de la superficie del mar se prevén por encima de lo normal en gran parte de los océanos del mundo, y que influyan en los patrones regionales de precipitaciones.