¿Por qué el Gobierno sugiere evitar hablar fuerte, gritar, reírse y cantar cuando no se usa el barbijo en espacios cerrados?

Tras un nuevo récord de casos diarios por coronavirus, la secretaria de Acceso a la Salud del Ministerio de Salud de la Nación, Carla Vizzotti, enumeró una serie de recomendaciones y recordatorios para disminuir la transmisión del SARS-CoV-2, como lo hace habitualmente en los reportes matutinos. Pidió evitar “las actividades en lugares cerrados por tiempo prolongado, con personas próximas, sin tapabocas, realizando acciones intensas como hablar fuerte, gritar, cantar, reírse, hablar, toser o estornudar sin cubrirse la boca con el pliege del codo”.

Vizzotti publicó un tuit aclarando sus dichos luego de que su frase fuera quitada de contexto en redes sociales y haya generado polémica (acá y acá) -convirtiéndose inclusive en tendencia en Twitter-: “Podemos reírnos, cantar y bailar, en espacios abiertos y con todos los cuidados. Si lo hacemos en espacios cerrados, sin ventilación y sin tapabocas, nos exponemos a contagiarnos”, indicó.

¿Por qué el Gobierno hizo estas recomendaciones? El coronavirus se transmite, principalmente, mediante las gotitas respiratorias, según la evidencia disponible. La transmisión se produce cuando una persona entra en contacto cercano -es decir, a menos de un metro con un individuo infectado, según la Organización Mundial de la Salud (OMS)- y se expone a dichas gotitas que producen que el virus entre por la nariz, la boca o los ojos.

La cantidad de gotículas que generamos difiere si hablamos, estornudamos, cantamos y gritamos, porque el tamaño de las gotas varía según cómo y dónde se producen dentro de las vías respiratorias. Mientras que la tos genera la mayor cantidad de gotas, investigaciones han demostrado que solo dos o tres minutos de conversación pueden producir tantas gotas como una tos.

“Cuando uno grita o canta las gotas minúsculas pueden llegar a más distancia y aumentar el riesgo de contagio. Cuando yo grito o canto tal vez esa distancia (social) necesite ser mayor” para evitar el riesgo de contagio, explicó a Chequeado Lautaro De Vedia, infectólogo del Hospital Muñiz y ex presidente de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI).

Como explica Maldito Bulo, un sitio de verificación de datos español, en esta nota, un estornudo provoca en torno a 40 mil gotículas de todos los tamaños, y las más finas pueden volar hasta los ocho metros en un ambiente cerrado. La tos lanza entre mil y 3 mil gotitas y hablar durante unos pocos minutos puede provocar entre 100 y 6 mil, dependiendo de la vocalización, porque hablar en voz alta o a gritos genera el triple de partículas que hacerlo en voz baja.

Además, algunos estudios indican que parece haber mayor transmisión del virus en sitios cerrados donde se permanece mucho tiempo, sobre todo si se habla en voz alta o se canta. Un estudio en Japón concluyó que la probabilidad de contagio en lugares cerrados es casi 19 veces mayor que en sitios al aire libre. Otro estudio publicado por el British Medical Journal (BMJ) indica en este cuadro cómo aumenta el riesgo de transmisión del virus por parte de personas asintomáticas conforme a la falta de ventilación, la alta concentración de personas en un ambiente cerrado y la falta del uso de tapabocas.

Es decir, a cuantas más gotas estés expuesto y cuanto más tiempo permanezcas en ese entorno, mayor será el riesgo. Entonces, para disminuir el riesgo de contagio es necesario disminuir los niveles de concentración de estas gotículas que expulsamos y el tiempo de exposición.

¿Qué podemos hacer para mitigar la transmisión del virus en espacios cerrados? Usar un barbijo o tapabocas caseros para cubrirse el rostro, que no tiene la intención directa de proteger a quien lo usa sino cuidar a las personas que están a nuestro alrededor y evitar que se propague el virus, en caso de que estemos contagiados con la enfermedad y no lo sepamos (porque podemos ser asintomáticos) o que contagiemos más sin saberlo.

Además, ventilar los espacios cerrados y evitar la recirculación del mismo aire a menos que el aire se pueda filtrar de manera efectiva antes de su reutilización.

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