Alberto Fernández: “Acumulación de reservas“

A fines de julio de 2019, el Frente de Todos publicó en Twitter las principales premisas que su gestión buscaría cumplir con la consigna #LaPropuestaDeTodos. Entre las propuestas económicas, una de las promesas de campaña del actual gobierno de Alberto Fernández fue la de “acumulación de reservas”.

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— TOD☀️S (@FrenteDeTodos) July 31, 2019

Sin embargo, durante el primer año de gestión de Fernández los diferentes indicadores que utilizan los economistas para medir las reservas internacionales marcan una tendencia contraria a la propuesta: las reservas totales cayeron unos US$ 5 mil millones, según el Banco Central de la República Argentina (BCRA), mientras que las reservas “netas” tuvieron una baja de US$ 7.600 millones en menos de un año. 

Además, según los economistas consultados, el grueso de esta disminución de las reservas fue consecuencia, principalmente, de la intervención del gobierno en el mercado de cambios. Es decir, que fueron reservas en dólares que se vendieron al público con el objetivo de bajar la cotización del dólar oficial y, así, mantener este tipo de cambio controlado. 

La reservas brutas y “netas” cayeron en el primer año de gestión del Frente de Todos

Cuando el gobierno de Frente de Todos asumió el 10 de diciembre del 2019, el Banco Central tenía, según datos oficiales, un total de US$ 43.700 millones de reservas internacionales, alrededor de US$ 19 mil millones más del nivel de reservas que el gobierno de Mauricio Macri (Cambiemos) recibió en diciembre de 2015 (unos US$ 25 mil millones). 

Estos datos están alineados con un informe de la consultora PxQ dirigida por Emmanuel Álvarez Agis, secretario de Política Económica durante el segundo gobierno de Cristina Fernández de Kirchner.

Se trata de las reservas internacionales brutas depositadas en el Banco Central, que es el total de fondos en moneda extranjera provenientes de exportaciones y turismo, pero también de préstamos como el adquirido del Fondo Monetario Internacional (FMI), el swap de monedas con China -un acuerdo entre los países para intercambiar monedas- y encajes de las cuentas bancarias de privados, entre otros (para más detalles leer este explicador). 

De este total de US$ 43.700 millones de reservas brutas recibidas, casi 12 meses después de la asunción, el 27 de noviembre de 2020 el registro del Banco Central marcó una caída de estos activos al nivel de los US$ 38.705 millones. Es decir, casi US$ 5 mil millones menos a los recibidos al comienzo de gestión. 

Pero si se analizan sólo las reservas que pertenecen al Banco Central y al Estado -es decir, se restan los depósitos de los privados, por ejemplo-, sólo quedan las llamadas reservas “netas” o de “libre disponibilidad”.

Estas, como indicó en esta nota Antonela Vitola, economista en la consultora Labour, Capital & Growth (LCG) -creada por Martín Lousteau, actual senador de Juntos por el Cambio-, “son las que marcan la capacidad del Banco Central de responder a eventuales corridas cambiarias o de garantizar el pago importaciones”.

Estas reservas “netas” alcanzaron los US$ 13 mil millones al asumir el gobierno del Frente de Todos, en diciembre de 2019, según el informe de la consultora PxQ. Este dato fue señalado por Guido Sandleris, titular del Banco Central al final del mandato de Cambiemos

Sin embargo, el nivel de reservas “netas” o de “libre disponibilidad”, también tuvo una reducción significativa a lo largo de 2020. 

Para septiembre de este año, el actual vicepresidente del Banco Central, Sergio Woyecheszen, dio a conocer que las reservas utilizables para “atender las necesidades de la producción y de la estabilidad financiera” habían alcanzado los US$ 8 mil millones, una caída de US$ 5 mil millones respecto al nivel inicial. 

La tendencia continuó: para principios de octubre último (15 días después del anuncio de Woyecheszen), este monto ya había caído al nivel de US$ 6.200 millones, según un informe de la consultora Ecolatina, que fue fundada por el ex candidato presidencial por Consenso Federal y ex ministro de Economía, Roberto Lavagna.

Según datos más recientes de noviembre, Ecolatina calculó que “las reservas de libre disponibilidad perforaron los US$ 5.400 millones” (ver este gráfico). 

En qué se utilizaron las reservas internacionales este año

Consultado por Chequeado, Matías Rajnerman, economista Jefe de Ecolatina, explicó que el principal uso de las divisas, sobre todo en los últimos 2 meses con el endurecimiento del cepo cambiario, fue para estabilizar el tipo de cambio. 

En la misma línea, un informe de esa consultora detalló: “En los últimos meses la demanda de dólares le ganó ampliamente a la oferta en el mercado oficial. En respuesta, el Banco Central sacrificó más de US$ 1.600 millones de reservas para contener a la divisa en septiembre -de los cuales US$ 600 millones fueron en la segunda mitad, luego del endurecimiento de cepo- y más de US$ 900 millones en octubre”. 

En segundo lugar, comentó Rajnerman, también se utilizaron US$ 2 mil millones de divisas para saldar pagos de deudas con organismos internacionales. 

Por otro lado, Rajnerman destacó que este año se acumularon casi US$ 3 mil millones en las arcas del Banco Central, aunque esto se debió a una mayor exigencia de encajes en dólares por parte del Banco Central a los bancos privados. Es decir, el Estado obligó a los bancos a dejar depositados en el Banco Central un mayor porcentaje de los depósitos que las personas tienen en dólares.  

Estos encajes representan una gran parte de las reservas internacionales del país. Según este cálculo de la consultora Econviews, para fines de octubre último había un total de US$ 40 mil millones de reservas internacionales, de los cuales casi US$ 12 mil millones correspondían a encajes bancarios, más de US$ 19 mil millones al swap con China y otros US$ 3.200 millones a un swap con el BIS, un organismo internacional. 

Por lo tanto, la promesa de Alberto Fernández se encuentra incumplida. Desde el inicio del mandato del Frente de Todos, en diciembre de 2019, los diferentes indicadores que miden reservas internacionales registraron una caída.

INCUMPLIDA: la promesa tenía un plazo establecido que no se cumplió o los resultados muestran que la situación avanzó en la dirección contraria a lo previsto.