Descentralización y nuevas tasas

“En los últimos años hubo un traspaso de funciones del gobierno nacional hacia las provincias y los municipios. Esta descentralización de gastos inicial no fue acompañada por una descentralización de ingresos, de esta manera tanto los municipios como las provincias se vieron en la necesidad de incrementar tributos o incluso crear nuevos”, repasó Gustavo Diarte, economista del IERAL.

El experto también mencionó que otra forma que adoptaron los municipios para tener mayor recaudación fue, en lugar de modificar las alícuotas, ampliar las bases sobre las que se aplicaba una determinada tasa, para alcanzar un mayor número de contribuyentes y empresas.

Un análisis del IARAF en base a 100 de los municipios más grandes del país en cuanto a población concluyó que en promedio cada distrito cobra unas 20 tasas o derechos, y que los recursos propios constituyen el 35% de los ingresos, mientras la mayoría corresponde a la coparticipación y otras transferencias de niveles superiores de gobierno. El trabajo también menciona la “creciente necesidad de fondos” de los municipios, “como resultado de la descentralización del gasto público”.

Entre 2003 y 2010, los gastos corrientes de todos los municipios crecieron un 400%, por encima del incremento en los ingresos (367%). Lo mismo sucede si se miran los gastos totales (450%) en relación a los ingresos totales (430%).

Sofía Devalle, licenciada en Economía por la Universidad Nacional de Córdoba y miembro del IARAF, también mencionó la creación de nuevas tasas y la ampliación de las bases ya existentes por parte de los municipios. La especialista consideró que en el nivel municipal debe regir el “principio del beneficio”, es decir, que los habitantes paguen por los bienes y servicios públicos que provee la jurisdicción, y destacó negativamente que “muchas veces el tributo cobrado termina no guardando ninguna relación con el servicio que el municipio presta a cambio”.