Incidencia y distribución equitativa

Si se considera la pauta privada y la pauta pública en la torta publicitaria total, la incidencia de la primera es mayor.

En 2010, por ejemplo, el gasto en publicidad oficial de la Nación representó el 5% del total (ver datos), mientras que los aportes de anunciantes privados fueron de alrededor del 90 por ciento. El porcentaje restante se completa con la publicidad oficial de la Ciudad y las Provincias.

Este porcentaje parece menor, pero no lo es. “El gasto de los dos principales anunciantes privados (N. de R.: se refiere a Unilever y Project & Gamble) es comparable con el de la Nación”, calculó Hernán Charosky, especialista en cuestiones de transparencia y ex director ejecutivo de la ONG Poder Ciudadano, en base a un informe de diciembre de 2011.

La Cámara Nacional en lo Contencioso Administrativo cuestionó la semana pasada la distribución arbitraria de pauta oficial en los canales de aire (ver fallo) y le exigió al Estado nacional que “en el plazo de treinta días (…) disponga un esquema de distribución de publicidad oficial (…) que se ajuste fielmente a pautas de proporcionalidad y equidad”.

Al respecto, Becerra concluyó: “El Gobierno debe respetar la doctrina internacional que considera que el abuso de publicidad oficial representa una forma de presión indirecta a los medios de comunicación. Esta obligación es independiente, incluso, del monto que se gaste”.

El relator especial sobre Libertad de Expresión de la ONU, Frank La Rue, se expresó recientemente en este sentido, al afirmar que “todo Estado debe tener un reglamento de distribución de la publicidad oficial. Con criterios claros, de cobertura de un medio, para no permitir que esas cosas se den”. Se refería, en este último punto, a la distribución arbitraria de pauta publicitaria oficial.