La lucha contra el “régimen”
A poco de su doble fracaso electoral, la Dra. Elisa Carrió, en otra de sus fabulaciones, mitómanas y egocéntricas como su monoteísmo político, se proclamó primera luchadora contra el “régimen”.
¿Qué quiso decir? El Diccionario de la Lengua Española explicita varios sentidos para la expresión “régimen”; a saber: “(1) Conjunto de normas que gobiernan o rigen una cosa o una actividad; (2) sistema político por el que se rige una nación; (3) modo regular o habitual de producirse una cosa: (el régimen de lluvias no ha cambiado en los últimos años); (4) conjunto de normas referentes al tipo, cantidad, etc., de los alimentos, que debe observar una persona, generalmente por motivos de salud; (5) dependencia que entre sí tienen las palabras en la oración. Determínase por el oficio de unos vocablos respecto de otros, estén relacionados o no por medio de las preposiciones; v.gr.: respecto a mis padres amo la virtud; saldré a pasear; quiero comer; (6) tecnol. estado de una máquina o dispositivo cuando funciona de un modo regular o permanente; -económico- situación de la economía de una nación en relación con los intercambios con el exterior; -hidrográfico- variación experimentada por el caudal de una corriente fluvial en función de los cambios climáticos estacionales.”
Como se advierte, en los sentidos de la expresión “régimen” no hay nada peyorativo o desmerecedor. Es tan “régimen” el feudal, como el capitalismo o el socialismo. La palabra “régimen”, en su dimensión semántica no comporta elogio o descalificación; es, simplemente, el modo de ser de las cosas, sean cosas propiamente dichas o relaciones sociales e institucionales.
Sólo en el nivel de la pragmática (sentido que se le asigna por el uso generalizada a ciertas palabras), la expresión “régimen” podría derivar en una descalificación. Pero debe ser explicitado ese uso; se nos tienen que dar los usos significativos que pueden llevar a una descalificación. En otras palabras, que no pueden esos sentidos derivarse solamente del empleo de la expresión (régimen), situación que la Dra. Carrió se cuida de explicitar, empleando un tácito reenvío a la inteligencia de los interlocutores, situación para la que habitualmente emplea un guiño de ojo, su recurso comunicacional más frecuente; o al menos, el que mejor le sale frente a las cámaras.
Mitómano, ficcional y hueco el mensaje, pero siempre con “élla” arrogándose el centro de la escena, como se traduce en las expresiones “…el 97% de la población voto contra mí…”, o el aún más drástico “…todo el pueblo votó contra mí…” Así sea en su forma negativa, la Dra. Carrió debe ocupar el centro de la escena, el guarismo mayor, aunque sea el de su descalificación en la escena política, por la voluntad popular.
Claro, que pudiera ser que el “régimen” que anuncia enfrentar se refiera a alguna otra de las acepciones de esta palabra, hipótesis que el lector tendrá que derivar como género más próximo a la emisora de la expresión poli-semántica.
*Profesor Titular Consulto; Departamento de Teoría General y Filosofía del Derecho, UBA.
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