Capitanich defendió su gestión: “No es cierto que el 70% [de la población chaqueña] no tenga agua potable. Es falso”

“No es cierto que el 70% [de la población chaqueña] no tenga agua potable. Es falso”, afirmó en su cuenta de Twitter el ahora jefe de Gabinete de Ministros de la Nación, Jorge Capitanich, para defender su gestión como gobernador de Chaco y se quejó así de una columna publicada por Jorge Lanata el último domingo en Clarín. Un informe del programa “Periodismo para Todos” emitido a fines de 2012 también había utilizado ese dato.

de zonas urbanas con una inversión que será cercana a 4000 M de pesos en 8 años. No es cierto que el 70 % no tenga agua potable. Es falso.

— Jorge M. Capitanich (@jmcapitanich) noviembre 24, 2013

Hace tres semanas, cuando todavía era gobernador, Capitanich informó que la empresa estatal Sameep -proveedora del servicio de agua potable en Chaco- había finalizado nueve acueductos, tres se encontraban en ejecución y ocho, en proceso de licitación. El informe de Sameep agregaba que, finalizado el plan de obras de acueductos, el 98% de la población urbana tendría cobertura de agua potable, aunque esto no se pudo verificar.

Lo cierto es que, en el último Censo nacional, Chaco figura con una cobertura del 76% de la población con este servicio, es decir que el 24% no tiene agua potable. Se trata del último dato oficial disponible, el que suele ser utilizado por los especialistas para referirse a la situación actual, aún con el retraso de tres años que presenta la estadística. Es que el tipo de censo que se utiliza en la Argentina, por su gran complejidad logística y costos, determina que esta “encuesta nacional” se realice cada diez años, según explica la ONU en este documento.

En su anterior elaboración, en 2001, el Censo informaba que Chaco tenía una cobertura del 70% de la población. Esto muestra que, durante el período intercensal (una década), la provisión del servicio en esa provincia aumentó un 6%, y con este crecimiento sólo se ubicó por detrás de Misiones, Formosa y Santiago del Estero, las tres provincias con menor cobertura en el año 2001.

Los investigadores del Centro de Estudios Transdisciplinarios del Agua de la Universidad de Buenos Aires (UBA) Emilio Lentini y Federica Brener publicaron en noviembre de 2012 un informe sobre la cobertura universal de agua y saneamiento en el país. En el desarrollo, los economistas relacionan los datos censales con los objetivos de la Declaración del Milenio de la ONU, y aclaran que la Argentina se comprometió a reducir en dos tercios para el año 2015 la población carente de los servicios de agua y saneamiento en 1990.

“Si se analiza el cumplimiento de las metas al nivel provincial con los mismos criterios determinados para el país, se verifica que seis provincias ya han cumplido la meta al año 2010 (ciudad de Buenos Aires, Chubut, Córdoba, Jujuy, San Luis y Santa Cruz); otras diez provincias (Catamarca, Corrientes, Entre Ríos, La Pampa, La Rioja, Neuquén, Río Negro, Salta, San Juan y Tierra del Fuego) parecieran estar encaminadas a cumplirla (con una brecha menor a 20.000 personas); mientras que en el caso de las provincias restantes los avances realizados no serían suficientes”, destacan Lentini y Brener.

Chaco, de acuerdo con el cálculo estadístico de los especialistas, se encuentra dentro de este último grupo. Y su déficit de cobertura de población en números absolutos (101 mil habitantes) es mayor que el que presentan todas las provincias del NEA (Formosa, Corrientes y Misiones).

Evolución de la cobertura de agua potable y las metas del milenio.

El caso del agua potable en Chaco replica lo que sucedió en la mayoría de las provincias del interior del país en cuanto a la provisión y gerenciamiento del servicio. Andrea Catenazzi, especialista en gestión de políticas sociales e investigadora de la Universidad de General Sarmiento, recuerda que “desde 1980, a partir de la descentralización, cada provincia tiene a su cargo la gestión de los servicios básicos”.

La empresa Servicios de Agua y Mantenimiento de la Empresa del Estado Provincial (Sameep) se hizo cargo del servicio de agua potable en esa década, a través de la ley 2.499, y su jurisdicción abarca a toda la provincia. Si bien recibe fondos del Ministerio de Economía provincial, las grandes obras son financiadas por el Ente Nacional de Obras Hídricas de Saneamiento (ENOHSA), aseguró Catenazzi. Es el caso del Segundo Acueducto para el interior de la provincia de Chaco, que se encuentra en ejecución y recibe financiamiento del ente nacional, la provincia y el Banco Do Desenvolvimiento (BNDES) de Brasil.

En cuanto a la cobertura de los desagües cloacales, el Censo 2010 informa que en Chaco es del 24% de la población, con un avance de casi el 6% con respecto a 2001. Si bien en la mayoría de las provincias la cobertura de cloaca es menor a la del agua potable (los costos de las obras son mayores), la situación de la provincia del NEA es más grave porque está dentro del grupo con menos cobertura del país, sólo mejor que Misiones (17%) y Santiago del Estero (19%) sobre los 24 distritos del país.

¿Por qué es importante garantizarle el agua potable y las cloacas a la población? Además de relacionar la expansión con la mejora de la salud y la disminución del ausentismo escolar de los niños, la reducción de la pobreza y la mejora de la distribución del ingreso, Lentini y Brener destacan el impacto que genera en las finanzas públicas: “El país ya no necesitaría destinar una parte del gasto público y de las familias en salud para atender enfermedades de transmisión hídrica, contaría con una mayor cantidad de población económicamente activa dando lugar a un mercado de trabajo más grande y, paralelamente, también podría fomentar diferentes industrias”.