CFK: “En 2016 la inversión extranjera directa fue menos de la mitad de la que tuvimos en 2015”
“El año pasado, 2016, la inversión extranjera directa fue menos de la mitad de la inversión extranjera directa que tuvimos en 2015”, sostuvo la ex presidenta y primera candidata a senadora nacional por Unidad Ciudadana, Cristina Fernández de Kirchner, en una entrevista con el diario El País de España.
Según el Banco Mundial, la Inversión Extranjera Directa (IED) se mide como la entrada de inversiones para obtener un control de gestión duradero (por lo general, un 10% o más de las acciones) de una empresa que funciona en un país diferente al del inversionista.
La IED tiene tres componentes: los aportes de capital (nuevos fondos), la reinversión de utilidades (cuando las empresas en lugar de retirar las ganancias las vuelven a invertir en la compañía) y los préstamos entre las filiales de una compañía. Las privatizaciones, por ejemplo, se contabilizan dentro de la IED, ya que generalmente son ventas a capitales extranjeros por más del 10% de la empresa (y lo mismo pasa con las estatizaciones).
Mariano Kestelboim, profesor de la Facultad de Economía de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y de la Universidad Nacional de Avellaneda (UNDAV), sostuvo a Chequeado que este tipo de inversión genera “ingresos de capitales genuinos que ayudan a desarrollar el entramado productivo nacional y también ayudan al país a solucionar su problema estructural de carencia de divisas ya que ingresan dólares al país”.
Según los últimos datos oficiales del INDEC, la IED pasó de US$ 11.759 millones en 2015, último año de gestión de Fernández de Kirchner, a US$ 3.260 millones en 2016, el primer año completo de gestión de Mauricio Macri. En este sentido, la IED de 2016 representó menos de un tercio de la de 2015 y fue la menor cifra desde 2003.
En octubre de 2011, la gestión de Fernández de Kirchner estableció restricciones para la compra de moneda extranjera, a las cuales se los denominó mediáticamente como “cepo cambiario”. Según explicó a este medio Fausto Spotorno, director del Centro de Estudios Económicos de la consultora Orlando Ferreres y Asociados, “el cepo generaba una distorsión en este indicador, ya que las empresas no podían sacar sus ganancias del país y por eso había una reinversión de utilidades muy alta, aunque forzada”.
Al analizar los datos del INDEC, se ve que en 2016 disminuyó fuertemente la reinversión de las utilidades de las empresas, mientras que se triplicaron los aportes de capital, fondos que “están relacionados a nuevos proyectos de inversión y a la ampliación de los existentes”, según explica el instituto.
Kestelboim, si bien afirmó que hubo un “beneficio colateral” del cepo como algunas reinversiones productivas o de infraestructura, también destacó que esta situación “no era sostenible en el tiempo”. Además, sostuvo que “había un rezago muy importante en la remisión de utilidades” y que con el fin del cepo “se actualizó lo que estaba atrasado”.
Lo mismo destaca la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). Un informe sobre la región destaca que en 2016 “la IED en América del Sur se redujo un 9,3%” y que la caída más acentuada de la región se dio justamente en la Argentina, aunque de todos modos el documento plantea que “este descenso debe relativizarse”.
Según la CEPAL, esta disminución se debió en parte a los cambios regulatorios que finalizaron con las restricciones a la repatriación de fondos que existían hasta fines de 2015 que “tendían a sobredimensionar los flujos de IED asociados a la reinversión de utilidades”.
En este sentido, Spotorno sostuvo que los datos del INDEC están muy distorsionados y recomendó analizar las cifras que informa el Banco Central de la República Argentina (BCRA) sobre los dólares que efectivamente entraron al país por inversión.
Al mirar los datos del Banco Central, los dólares que entraron al país por inversiones extranjeras aumentaron entre 2015 y 2016. Mientras en el último año de gobierno de Fernández de Kirchner entraron US$ 1.344 millones, en el primer año de Macri esta cifra aumentó por primera vez desde 2012 y subió a 2.523 millones de dólares. Además, en los primeros ocho meses de 2017 también se vio una mejoría (hubo US$ 85 millones más que en el mismo período de 2016).
Roberto Frenkel, economista e investigador Centro de Estudios de Estado y Sociedad (CEDES), aclaró que estas cifras no miden toda la Inversión Extranjera Directa y ejemplificó: “Si una empresa extranjera tiene ganancias en el país y en vez de enviarlas a su casa matriz la usa nuevamente en Argentina, eso también se considera Inversión Extranjera Directa. Los datos del Banco Central no miden esto, pero los del INDEC sí”.
En este sentido, los últimos datos disponibles del INDEC también muestran una mejoría en 2017. En el primer semestre del año se alcanzó los US$ 5.174 millones, por lo que en la mitad del tiempo se superó la inversión extranjera de los doce meses de 2016 (US$ 3.260 millones). Igualmente, todavía está por debajo del primer semestre de 2015, cuando había cepo (US$ 6.875 millones).
Fecha de publicación original: 10/10/2017
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