Para CFK, los precios internacionales son responsables de un 40% de la inflación

(Con especial agradecimiento a Lucas Llach por su nota, que nos sirvió como punto de partida para este chequeo, y sus comentarios)

“Muchas veces el impacto de esos precios de commodities también se refleja en nuestros propios precios internos. El 40% del crecimiento de nuestros precios internos se debió, fundamentalmente, al aumento de commodities y su réplica en el mercado interno, durante el año 2010. Esto es dato objetivo, duro y científico”. La frase fue pronunciada recientemente por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner en la presentación del Plan Estratégico Industrial.

Para ver cómo los precios internacionales influyen en el nivel general de precios en el país, lo más simple es utilizar la evolución de los precios de lo que el país compra (por ejemplo, insumos industriales o bienes de consumo) y de lo que vende (por ejemplo, granos, aceites, alimentos). Si el precio de los alimentos sube en el mercado internacional, también subirá en el mercado local. Si suben los materiales de cobre que importamos, influirá en los costos industriales. Pero, ¿cuánto impactará eso en el nivel general de precios?

Según el informe del INDEC sobre la evolución de los precios de importación y exportación de los productos comercializados por el país, ellos habrían subido el 5,7 y el 5,3 respectivamente en el transcurso del 2010 (en este caso no hay margen para manipulaciones: se basa todo en documentación aduanera). Podemos hablar entonces de un promedio del 5,5% entre unos y otros.

Sin embargo, esos precios están en dólares. La cotización del dólar subió en 2010 aproximadamente un 5,5 por ciento. Sumamos aumento de precios en dólares y devaluación del peso y tenemos un 11% de aumento de los precios, esta vez en pesos, de los bienes que se comercian internacionalmente. ¿Cuánto de ese aumento se refleja en la canasta de consumo local? No todo, claro. En países pobres, que dependen en gran medida de la importación de alimentos o combustibles, ese impacto puede ser muy alto, como se ve en este cuadro de la revista The Economist.

Para la India, por ejemplo, la suma de alimentos y combustibles representa más del 50% de la canasta de consumo de la población. Para un país “término medio” como la Argentina, podemos decir que ese peso debería rondar el 30 por ciento. Entonces un punto porcentual de aumento de sus precios impacta en 0,3% en el nivel general de precios.

Los 11 puntos de aumento de los precios internacionales expresados en pesos, de los bienes (sobre todo commodities) que el país exporta y de los que importa, tienen así un impacto de 3,3 puntos en la variación del nivel general de precios.

La variación de precios al consumidor informada por el INDEC para 2010 fue del 10,7 por ciento. Los 3,3 puntos porcentuales de impacto de la “inflación importada” representan poco más de un tercio de ese aumento. Eso es algo menos que lo destacado por la Presidenta, pero puede llegar fácilmente a su 40% si se toman en cuenta los efectos indirectos de los aumentos de precios de importación y exportación (las etapas siguientes de la cadena de producción que utilizan esos productos y los salarios que acompañan la suba de precios de alimentos).

O sea que los dichos de Cristina Fernández serían así consistentes con los índices de precios al consumidor del INDEC.

Pero a poco que tomemos otros índices (institutos provinciales de estadística, consultoras, institutos académicos) nos encontramos con que los precios al consumidor habrían subido en realidad bastante más, quizás un 25%: en ese caso el impacto de los precios internacionales sobre nuestros precios internos -esos 3,3 puntos- sólo explicaría poco más del 13% de los aumentos de estos últimos.