Etchevehere: “Estamos ordeñando la misma cantidad de leche que en 1999”

El nuevo titular de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Luis Miguel Etchevehere, se refirió al panorama actual del sector agropecuario. Respecto a la actividad lechera dijo que “estamos ordeñando la misma cantidad de leche que en 1999 (son 10 mil millones de litros)”, y que “desde el 2003 a la fecha han (…) cerrado más de 4 mil tambos”.

La producción lechera en 1999 fue de 10,3 mil millones de litros, cantidad récord al menos desde 1983, según datos del Ministerio de Agricultura de la Nación. En el 2000 el número de litros bajó, y no volvió a alcanzar una cifra similar a la de fines de los ’90 hasta el 2006. Un año después, la producción cayó debido a inundaciones en las cuencas lecheras y a medidas de regulación aplicadas por el gobierno.

Desde el 2008, el aumento anual es constante. El resultado provisorio para el 2011 que informa el Ministerio es de 11,6 mil millones de litros. Según la estimación del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés), la producción sería de 11,9 mil millones, de acuerdo con el informe lechero de la Asociación Argentina de Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (AACREA).

Producción de leche (en miles de millones de litros). Período 1991-2011.


Fuente: Elaboración de Chequeado.com en base a datos del Ministerio de Agricultura de la Nación.

Para César Fraga, gerente de la Unión General de Tamberos (UGT), “los vaivenes en la producción están muy ligados a los precios internacionales y a la cotización del dólar”.

“La crisis del 2001 afectó mucho al sector y bajó drásticamente la producción. El aumento de los costos hizo bajar el margen de la rentabilidad y muchos productores pasaron a la agricultura”, expresó Juan José Linari, asesor de la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (CARBAP), y ex coordinador del Programa Nacional de Política Lechera. “Desde entonces viene aumentando lentamente la producción, y en 2011 se superó la producción de 1999”, agregó.

Sin embargo, y pese a estos atenuantes, Linari también consideró que el desempeño del sector no fue positivo en relación a otros países: “Si se compara a la Argentina con los países de la región, éstos crecieron más”. Según el informe citado de AACREA, entre el 2000 y el 2010, mientras la Argentina aumentó un 5% su producción láctea, Chile avanzó un 27%, Uruguay, un 31%, y Brasil, un 35 por ciento.   

En cuanto a la segunda declaración de Etchevehere (“Desde el 2003 a la fecha han (…)  cerrado más de 4000 tambos”) los números coinciden con las estadísticas de los organismos oficiales. Es, sin embargo, un proceso que se da en todo el mundo.

La estadística sobre la cantidad de tambos puede encontrarse en el Censo Nacional Agropecuario (CNA) que elabora el INDEC. En el año 2002, se indicaba que había 15.250 establecimientos tamberos. En el CNA del 2008, en cambio, estos datos no se encuentran desagregados.

Sin embargo, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) publicó los llamados Indicadores Ganaderos, donde se contabilizan 11.049 establecimientos en marzo de 2012. De esta manera, los tambos disminuyeron en 4.201 unidades en una década.    

“El proceso de cierre y concentración de tambos se dio de manera continua por la imposibilidad de competencia de las empresas familiares y pequeñas con la más grandes, e históricamente por la migración a las ciudades de la población joven”, expresó Fraga.

Para Emiliano Amondarain, presidente de UGT, “muchos productores se cambian hacia otras actividades que requieren menor inversión y mano de obra, y una logística más sencilla, como por ejemplo la soja”.

Linari, por su parte, mencionó que “siempre hay tambos chicos que cierran. Es un fenómeno en todo el mundo, porque se da una mayor concentración. De hecho, la tasa de cierre en la Argentina no es mayor que en Estados Unidos o Europa. Hay menos tambos pero cada uno tiene mayor producción.“

“A nivel oficial se han tomado medidas en el área, pero hay un problema estructural que depende de la forma en que se comercializa la leche, y de sus propias características, ya que al ser un producto perecedero exige su venta inmediata”, concluyó Fraga.