“Hombre imantado”: por qué algunos objetos se pegan a la piel (spoiler: no es por las vacunas)
- En un evento antivacunas realizado en la Cámara de Diputados, se mostró un supuesto fenómeno de “magnetización” aparentemente causado por la vacuna contra la COVID-19.
- Sin embargo, esto es falso. La razón por la que imanes en ocasiones se quedan pegados a la piel se debe a un fenómeno físico llamado “tensión superficial” y no tiene relación con las vacunas.
- Según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, la Organización Mundial de la Salud y expertos, las vacunas contra el coronavirus son seguras y no contienen metales ni componentes capaces de atraer imanes.
El 27 de noviembre se realizó un evento antivacunas llamado “¿Qué contienen realmente las vacunas del COVID-19?” en el Anexo de la Cámara de Diputados de la Nación, organizado por la diputada del PRO por Chaco, Marilú Quiroz.
Durante la presentación, un hombre sin remera mostró -tras un par de intentos infructuosos- cómo se le pegaba un imán al pecho, culpando de ello a la vacuna de COVID-19. Sin embargo, esto es falso. La razón por la imanes en ocasiones se quedan pegados a la piel se debe a un fenómeno físico llamado “tensión superficial” y no tiene relación con las vacunas contra el coronavirus.
Esta misma desinformación circuló en distintos países durante la pandemia, y fue desmentida con anterioridad por los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC), por la Organización Mundial de la Salud (OMS), por Chequeado y por otros fact checkers alrededor del mundo.
¿Por qué algunos objetos en ocasiones se pueden quedar pegados al cuerpo?
Aunque es verdad que ciertos objetos -incluso los que no están magnetizados- pueden quedar pegados momentáneamente a alguna parte de nuestro cuerpo, las vacunas no están detrás de ese efecto. En realidad, la piel contiene grasas naturales que pueden causar dicha adherencia. Basta con talco en la zona para ver cómo desaparece el presunto “magnetismo”.
“No está demostrado que las vacunas covid produzcan ese efecto. No tienen este tipo de metales ni en cantidad ni en especificidad que produzcan en el cuerpo ese efecto.
Es un fenómeno general del cuerpo, ocurre en personas vacunadas como no vacunadas y en elementos magnéticos como no magnéticos”, explicó a Chequeado María Noelia Lardizábal, licenciada en Biotecnología y doctora en Ciencias Biológicas por la Universidad Nacional de Rosario.
Durante la pandemia de COVID-19, Fabricio Ballarini, doctor en Ciencias Biológicas por la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad de Buenos Aires, explicó en su cuenta oficial de Instagram por qué hay materiales que se adhieren a la zona del brazo donde se colocó la inyección. Esto se debe a lo que se conoce como “tensión superficial” y, además, por la fricción entre el elemento y el brazo.
Se llama tensión superficial a “la superficie del agua que se comporta como si estuviera cubierta por una membrana muy delgada”. La tensión superficial es como la piel del agua y es tan fuerte que puede sostener objetos como un clip o una aguja.
“Los objetos -no solo los objetos imantados- pueden pegarse a nosotros porque existe una propiedad que se llama ‘tensión superficial’. El agua que hay entre los objetos y nuestro dedo genera una especie de ‘pegatina’”, señala Ballarini en el siguiente video de Instagram donde, además, muestra cómo se le pegan a la mano migas de pan y una cucharita de plástico.
Las vacunas contra la COVID-19 no contienen componentes magnéticos y son seguras
Las vacunas contra la COVID-19 no contienen “metales pesados” ni componentes “magnéticos” que puedan atraer imanes, como se puede ver en las fichas técnicas de las vacunas de AstraZeneca, Sputnik V, Sinopharm y Pfizer que se aplicaron en el país.
La OMS confirmó en 2021 que “las vacunas están libres de metales que causarían una atracción magnética al cuerpo”. También los CDCs indicaron que “recibir una vacuna contra la COVID-19 no lo volverá magnético, incluso en el lugar de la vacunación, que generalmente es el brazo”.
El físico Alberto Nájera, profesor de Radiología y Medicina Física de la Universidad de Castilla-La Mancha (España), aseguró a Maldita.es que las vacunas contra la COVID-19 no contienen “ningún elemento químico o material que tenga propiedades magnéticas”.
Pero, en el hipotético caso de que así fuera, el imán no se sostendría en la piel de todos modos: la cantidad inyectada sería demasiado pequeña para tener ese efecto. Además, la vacuna no sería transparente. “No conozco ningún material magnético líquido que sea transparente. Recordemos que, además, debe ser muy fluido para poder viajar a través de la aguja de inoculación que es muy muy fina”, apuntó Alberto Nájera.
¿Qué pasó ayer en el Congreso y quién es la diputada que impulsó la jornada antivacunas?
El 10 de noviembre la diputada Marilú Quiroz (PRO) publicó en sus redes sociales la convocatoria al evento, indicando que se trataba de un “ateneo científico para debatir sobre los efectos adversos de las vacunas”.
Quiroz tiene 68 años y es empresaria del turismo. El 10 de diciembre de 2021 asumió como diputada de la Nación por el PRO de Chaco y finaliza su mandato en 10 días.
El 11 de noviembre presentó un proyecto de declaración en la Cámara de Diputados solicitando revisar el carácter obligatorio de la vacunación establecido por la Ley 27.491. La legisladora argumentó que esta norma, sancionada en 2018, colisiona con los principios de autonomía del paciente y consentimiento informado que introduce la reciente Ley 27.797 (Ley Nicolás) de 2024.
En el evento, realizado en el Anexo, mientras un hombre se intentaba pegar imanes al cuerpo, la licenciada en biotecnología Lorena Diblasi, autora de un cuestionado informe en contra de las vacunas, decía: “Esto no es grasa en la piel, señoras y señores. A él no le sucedía esto”. Y aseguraba que se trataba de una “magnetización”, supuestamente producto de los efectos de la vacuna contra el coronavirus.
Ante la noticia de la realización de ese encuentro, diputados y diputadas convocaron para un plenario de comisiones “en defensa de la vacunación y la salud pública” en un contexto donde por el descenso de la coberturas de las vacunas, Argentina vive un rebrote de enfermedades prevenibles como el sarampión y la tos convulsa.
El mismo día, el ministro de Salud de la Nación, Mario Lugones, publicó un X: “El Calendario Nacional de Vacunación contiene vacunas que se sostienen en evidencia científica y en décadas de uso seguro. Cada vacuna incluida pasó por evaluaciones rigurosas que garantizan su calidad y eficacia”.
Fecha de publicación original: 28/11/2025
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