Macri: “Este primer trimestre del 2017 estamos batiendo el récord de la historia de la obra pública en la Argentina”

“Este primer trimestre del 2017 estamos batiendo el récord de la historia de la obra pública en la Argentina”, destacó el presidente de la Nación, Mauricio Macri, durante el acto de la firma del Acuerdo Federal por la Construcción en Casa Rosada.

Consultados por Chequeado, desde el área de Prensa de Presidencia de la Nación contestaron que la afirmación del Presidente se refería a “obras en [la Dirección Nacional de] Vialidad, aeropuertos, puertos, ferrocarril y Metrobus en Provincia de Buenos Aires”, a cargo del Ministerio de Transporte de la Nación; además de las “obras de agua, cloacas y vivienda” del Ministerio de Interior y Obras Públicas; y “gasoductos y tendido eléctrico”, correspondientes al Ministerio de Energía y Minería de la Nación.

Sin embargo, la información oficial de ejecución de obra pública de estas tres carteras -y el detalle dado por Presidencia a este medio- no es comparable a lo largo del tiempo, dado los cambios en el organigrama de Ministerios que hubo en las diferentes Presidencias y las modificaciones del tipo de obras que se realizaron. Entonces, ¿cómo podemos analizar lo que está pasando en este sector y comparar los resultados con los años anteriores?

Uno de los indicadores más utilizados por los especialistas es la inversión real directa (IRD) que, según explicó a Chequeado Félix Piacentini, ex director de la consultora NOAnomics y actual asesor en temas provinciales del Ministerio de Hacienda, incluye los gastos en obra pública y otras erogaciones de capital, como la compra de equipos y maquinaria. Un documento de la Asociación Argentina de Presupuesto (ASAP) sostiene la misma definición sobre este indicador.

“Además, hay obras públicas que ejecutan las provincias pero que se realizan con fondos nacionales”, aclaró a este medio Ariel Melamud, analista de ASAP. Para medir estos traspasos de fondos que hace la Nación a las Provincias se utiliza el indicador de transferencias de capital, el que debe sumarse -según Melamud- a la IRD para estimar en su totalidad cuánto invierte el Gobierno nacional en obra pública.

Entonces, al ver los datos oficiales del Ministerio de Hacienda desde 2004 (primer año con cifras públicas desagregadas en la Oficina Nacional de Presupuesto), la suma del gasto en inversión real directa y transferencias de capital en el primer trimestre de 2017 fue la más alta en pesos. Sin embargo, si se tiene en cuenta la inflación, hubo años -como los primeros trimestres de 2010, 2011, 2014 y 2015- donde los fondos ejecutados en obra pública fueron mayores, a diferencia de lo señalado por Macri.

Para llegar a este cálculo se utilizó el Índice de Precios al Consumidor (IPC) del INDEC para los períodos 2004-2005 y 2016-2017, y el IPC 9-Provincias que calcula el Centro CIFRA de la CTA durante los años en que el instituto oficial estuvo intervenido (2007-2015).

Si se compara la inversión real (es decir, al restarle el efecto de la inflación como se señala en el párrafo anterior) que hubo en obra pública en el primer trimestre de este año con el mismo período de 2016, se ve un aumento del 37 por ciento. Se trata de la suba más alta desde 2006 (cuando creció un 64%), pero esto se debe a que en el primer trimestre de la gestión de Mauricio Macri se había registrado el nivel más bajo de inversión real desde 2005.

Como se ve en este otro chequeo, la Dirección Nacional de Vialidad publicó en julio de 2015 la Circular N° 2 donde comunicó a las empresas constructoras que a partir de ese momento se limitaban los llamados a licitación para no condicionar “los presupuestos futuros” de las autoridades que iban a asumir en diciembre de ese año. Esto, sumado a la decisión del Ministerio de Interior y Obras Públicas de revisar las licitaciones de obra pública, marcó un parate en el sector que recién comenzó a reactivarse hacia fines del año último.

Ricardo Castiglioni Cotter, director de la consultora C&T Asesores Económicos, dedicada entre otras actividades al relevamiento de licitaciones públicas, explicó a Chequeado que “es muy difícil comparar la obra pública en términos históricos porque no hay muchos datos sobre la cantidad de obras en ejecución a lo largo de la historia”. Por esto mismo, destacó, “la mejor estimación sería tomar el monto total (inversión real directa y transferencias de capital) deflactado”, y añadió que “hoy no podemos confirmar que estemos en un récord” de ejecución de obra pública.

Si se toman los fondos ejecutados de obra pública y se los compara con los fondos que estaban presupuestados para dicha inversión, la ejecución llegó al 15,3% en el caso de la inversión real directa y al 17,5% en el caso de las transferencias de capital en el primer trimestre de 2017. Estos porcentajes son los mayores desde 2014 y 2008, respectivamente, aunque tampoco serían un récord histórico como señaló Macri, ya que hubo otros años donde la ejecución presupuestaria fue mayor.

Por último, en el primer trimestre de 2017 tampoco se ejecutó la mayor inversión pública como parte del Producto Bruto Interno (PBI). En este sentido, en los últimos tres meses se invirtió un 0,37% del PBI de 2017 estimado en el presupuesto. Si se analizan las cifras disponibles desde 2004, este porcentaje fue igualado en 2009 y 2010, y superado en 2006 (0,38%) y 2015 (0,39%).