Monzó: “Este año [el Gobierno nacional] lleva más de 100 leyes aprobadas en minoría”

“Este año, en la Cámara de Diputados, [el Gobierno nacional] lleva más de 100 leyes aprobadas en minoría”, aseguró el presidente de la Cámara baja, Emilio Monzó, durante una entrevista en radio Mitre. Y, en este sentido, agregó: “Yo no soy pesimista, todo lo contrario. El Congreso de la Nación ha sido un éxito este año”.

La Dirección de Información Parlamentaria del Congreso informó a Chequeado que en lo que va de 2016 los diputados y senadores sancionaron 94 leyes, mientras que en 2015 habían sido 120; en 2014, 195 leyes y en 2013, 86. El dato de 2016 considera las leyes que se sancionaron durante el período de sesiones extraordinarias que convocó por decreto el presidente Mauricio Macri hasta el 13/12, pero aun restan dos semanas para el final de este período legislativo.

Un informe de balance anual de Directorio Legislativo, una fundación dedicada a temas parlamentarios, muestra un número similar al de la Dirección para 2016, y coincide en que esta cifra representa un número menor al de las normas aprobadas en 2015 y 2014.

En el actual período legislativo casi se duplicó la cantidad de sesiones realizadas en 2015. Esto se debe principalmente a que “la composición del Congreso no cuenta con una mayoría oficialista, con lo que se requiere una mayor negociación para sancionar leyes”, señala el informe. Es que de las 257 bancas de la Cámara baja, Cambiemos cuenta con 87, mientras que en el Senado, la diferencia es mayor: de las 72 bancas, el oficialismo ocupa sólo 15 escaños.

“Los Congresos que no tienen mayoría tienen más problema para administrar el quorum y aprueban mayor legislación a través de consensos en Comisión, con proyectos que al no tener objeciones ni enmiendas, se votan en paquete al inicio de la sesión”, señaló a Chequeado Ernesto Calvo, profesor asociado de Ciencia Política de la Universidad de Maryland, y detalló: “Esto les permite a todos los legisladores aprobar legislación que ellos consideran prioritaria antes de que deban tratarse leyes más conflictivas que consumen el tiempo del plenario”.

Por su parte, Matías Pellegrini, director de Análisis Político de Directorio Legislativo, explicó a este medio que “cuando el color político del Ejecutivo y de la mayoría en el Congreso coinciden, por lo general ese debate se da puertas adentro del bloque oficialista, que luego hace valer su mayoría de escaños para aprobar sus leyes. Por el contrario, ante un ‘Gobierno dividido’, ese debate es mucho más visible. Ambas situaciones son legítimas pero sin duda en los casos en que hay mayor negociación, el debate se enriquece”, subrayó.

En cuanto al origen de las leyes sancionadas en 2016, un 27,1% fueron proyectos enviados por el Poder Ejecutivo Nacional y un 72,9% surgieron del Poder Legislativo (de estas últimas, un 82,9% fueron impulsadas por la oposición y sólo un 10% por el oficialismo; el resto fueron negociadas entre el oficialismo y la oposición). Estos datos marcan una diferencia con respecto a 2015, por ejemplo, año durante el cual casi la mitad de los proyectos sancionados (43%) fueron enviados por el Ejecutivo, en ese entonces en cabeza de la ex presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner.

Según Calvo, “en los últimos 35 años el número de leyes aprobadas por el Congreso que fueron iniciadas por legisladores ha sido mayor que el número de leyes aprobadas iniciadas por el Ejecutivo. Sin embargo, la tasa de ‘éxito’ legislativo del Ejecutivo es mayor, dado que el Presidente tiende a aprobar alrededor de la mitad de los proyectos que propone mientras que los diputados y senadores aprueban alrededor de un 2% y un 6%, respectivamente”, calculó.

Al analizar las leyes sancionadas en 2016, la mayoría de las normas aprobadas están vinculadas con la declaración de fiestas nacionales, monumentos o lugares históricos, algo que ocurre todos los años. Quitando esta categoría, el tema que tuvo mayor protagonismo fue la Justicia, con la aprobación de proyectos como la llamada “ley del arrepentido” (que permite reducir penas a quienes aporten datos sobre ciertos delitos) y “flagrancia” (para abreviar juicios si se encontró al acusado mientras cometía el delito y tiene una pena menor a 15 años).

Otras de las principales temáticas fueron la economía, donde se sancionaron leyes como la que determinó el pago a los llamados ‘fondos buitre’ y la que estableció un nuevo blanqueo de capitales; la regulación laboral, donde se ubica la llamada “ley antidespidos” que fue vetada por el Presidente, y las relaciones internacionales. Otras de las normas importantes del año fue el Programa Nacional de Reparación Histórica para Jubilados y Pensionados.