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FrasesExagerado
La afirmación no es estrictamente cierta pero sí lo es el concepto o tendencia a la que se alude.

Patricia Bullrich: “El gasto público es el 40% del PBI; se aumentó el doble en estos 20 años”

Si tenés sólo unos segundos, leé estas líneas:
  • De acuerdo con los datos del Ministerio de Economía de la Nación, el gasto público consolidado en 2001 era el 35,6% del PBI y el de 2021 (último dato publicado), de 42,8%. 
  • Asimismo, si se toman como referencia las estimaciones de la consultora Invecq elaboradas en base a datos oficiales, el gasto público consolidado pasó de representar el 26,5% del PBI en 2002 al 38,9% estimado en 2022. 
  • En ambos casos, el gasto público se ubicó cerca del 40% como dijo Bullrich. Sin embargo, los niveles registrados no representan el doble con respecto a 20 años atrás.

La candidata a presidente de la Nación, Patricia Bullrich (Juntos por el Cambio), aseguró durante una disertación en el Council de las Américas 2023, que “el gasto público es el 40% del Producto Bruto Interno (PBI); se aumentó el doble en estos 20 años”. 

La frase es exagerada. De acuerdo con los datos del Ministerio de Economía de la Nación, el gasto público consolidado de 2001 era el 35,6% del PBI y el de 2021 (último dato publicado), de 42,8%. Es decir, en 2021 el gasto público se ubicó cerca del 40% como dijo Bullrich, pero eso no significó el doble en comparación con hace 20 años atrás como se afirma en la frase.

Asimismo, si se toman como referencia las estimaciones de la consultora Invecq, también en base a cifras oficiales del Ministerio, el gasto público en 2002 equivalía al 26,5% del PBI y 20 años después, en 2022, se estima que representó el 38,9%.

Chequeado solicitó mayores precisiones al equipo de Bullrich sobre la fuente de información en que se basó la candidata pero al cierre de esta edición no había recibido respuestas. 

El aumento del gasto público

De acuerdo con los datos de Invecq, en 2002, a la salida de la convertibilidad -establecía una paridad entre el dólar y el peso argentino, pero manteniendo la circulación de la moneda local, que estuvo vigente durante 11 años- el gasto público consolidado era del 26,5% del PBI, de los cuales el 12,9% correspondía al Gobierno nacional y el resto a los gobiernos provinciales y municipales.

En tanto, el año pasado, el gasto público ascendía al 38,9% (dato estimativo) del PBI,de los cuales el 20,8% correspondía a la Nación y el resto a las provincias y los municipios. 

En la serie histórica sobre Gasto público consolidado del Ministerio de Economía, se observa que el gasto público consolidado de 2001 era el 35,6% del PBI y el de 2021 (último publicado), de 42,8%.

“Tras la salida de la convertibilidad, el gasto público creció permanentemente hasta 2015 y alcanzó el 44,2% del PBI. A partir del 2016, comenzó a descender -con pausa en el año 2020 producto de la pandemia- hasta aproximadamente un 38,9% en 2022”, señaló la consultora Invecq.

El gasto público consolidado abarca las erogaciones corrientes y de capital devengadas por el Sector Público No Financiero (SPNF), correspondientes a los 3 niveles de gobierno -Nación, provincias y Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), y municipios- imputadas en el nivel de gobierno ejecutor”,  explica el Ministerio de Economía de la Nación.

Rafael Flores, economista y ex presidente de la Asociación Argentina de Presupuesto Público (ASAP) analizó a pedido de Chequeado esta serie: “En los últimos 20 años, se observa un enorme crecimiento del gasto público, de entre 15 y 20 puntos porcentuales, una situación que llama la atención por la magnitud de ese incremento en un período relativamente corto”. Y añadió: “Ese incremento del gasto no estuvo acompañado por una mejora en la provisión de bienes y servicios públicos; es decir, más allá de la discusión del tamaño del Estado, el problema es que esas erogaciones no son eficientes”. 

Por su parte, Iván Carrino, economista y profesor de Historia del Pensamiento Económico de la Universidad de Buenos Aires (UBA), destacó a este medio que “entre 2002 y hasta 2016, se advirtió un nivel creciente de gasto público. Luego, la crisis cambiaria y el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) contribuyeron a que el nivel de gasto disminuya hacia 2019, pero con la pandemia por COVID-19 y las cuarentenas, volvió a saltar. En 2021 (último dato oficial) el avance del nivel de inflación contribuyó a licuar el gasto”. 

¿Por qué es importante medir en gasto público en relación con el PBI?

Carrino destacó que “en el caso de la Argentina, la evolución del gasto público es particularmente relevante porque hace 14 años que el gobierno acumula resultados fiscales negativos. Es decir, el gasto es superior a los ingresos tributarios. Y una de las causas de ese desequilibrio es el aumento del gasto público, medido en pesos corrientes, pesos constantes, en dólares o en términos del PBI”.

En este sentido, el experto planteó que “es importante medir el gasto en términos del PBI, además, porque si lo midiéramos en pesos nominales -con la inflación que tenemos- no nos indicaría mucho. Comparar contra el PBI da una medida más real o dimensionada de cuál es el tamaño del gasto del gobierno y cómo ha variado en el tiempo”.

En coincidencia, Flores aseguró que “analizar la relación entre gasto público y PBI es importante porque permite hacer una primera aproximación para evaluar el grado de intervención del sector público sobre la economía”. Y añadió: “también es un indicador para realizar comparaciones  con otros países”. 

Por todo esto, la frase de Bullrich -quien dijo que “el gasto público es el 40% del PBI, se aumentó el doble en estos 20 años”- es exagerada. Según los datos del Ministerio de Economía de la Nación, el gasto público consolidado de 2001 era el 35,6% del PBI y el de 2021 (último publicado), de 42,8%. Es decir, en 2021 el gasto público se ubicó cerca del 40% como dijo Bullrich, pero eso no significó el doble en comparación con hace 20 años atrás como se afirma en la frase. Lo mismo ocurre si la comparación se realiza con una estimación de Invecq con datos a 2022. 

 

La frase que impulsa este chequeo fue buscada de manera automática, y luego seleccionada por periodistas, a través de “Chequeabot”, el nuevo sistema de automatización en el que trabaja Chequeado.

Fecha de publicación original: 06/09/2023

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Recursos utilizados

  • Chequeabot

Comentarios

  • sebaf6 de septiembre de 2023 a las 4:15 pmMe interesa mucho la parte de la comparación con otros país, que se menciona en la nota al pasar pero no hay datos, está esa información?
  • Nicolas7 de septiembre de 2023 a las 12:10 pmHubiese sido bueno comparar en esta nota el gasto publico con el de otros países. Interesantemente, la mayoría de los países, incluyendo potencias, rondan el 40% e incluso están por encima
  • Carlos Javier Dell Elicine14 de septiembre de 2023 a las 9:27 amEXAGERADA ES LA GUITA QUE HACE GEORGE SOROS GRACIAS A USTEDES, PERIODISTAS SIN VERDAD, SIN HUMANIDAD, SIN LIBERTAD. VUESTROS DUEÑOS NO GOBERNARAN JAMAS PORQUE EL PUEBLO ESTA DESPERTANDO.... NO MIREN HACIA MILEI NI BULLRICH PORQUE ELLOS SON COMO USTEDES, EL PUEBLO RECLAMARA EL PODER Y EL PUEBLO GOBERNARA
  • Sergio Adrian Pignataro20 de noviembre de 2023 a las 8:37 pmSe olvidaron de agregar la tasa de inflación. En estos últimos 4 años imprimieron billetes como si no hubiera mañana. DOS BASES MONETARIAS. Éste es un impuesto NO LEGISLADO por ende no está en sus números pero sí en nuestros bolsillos. El populismo destrozó nuestra economía.
  • Roberto3 de enero de 2024 a las 2:07 amBuenas... El Banco Mundial monitorea este tipo de indicadores hace años. Con respecto al PBI es la variable más significativa de medir la participación de las cuentas públicas. Si es 'gasto' o 'inversión', es toda una discusión. Y con respeto a la emisión extraordinaria de estos años, con la pandemia de Covid-19 fue mundial. La base monetaria ampliada creció por tres y más. Vale decir que la mayoría (dos tercios del total) no es circulante o 'billete'. La trampa de la Letras y encajes son la clave de tal descalabro. La otra variable, es la fuga y mala o escasa fiscalización. En síntesis, la economía argentina sangra por todos lados. De ahí, su déficit. Salud

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