Trotta: “El presupuesto educativo 2021 representa el crecimiento de inversión educativa interanual más importante de la historia argentina”

Luego de que circularan rumores sobre su renuncia por la suspensión de la presencialidad en las escuelas del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), en una entrevista con el diario Página 12, Nicolás Trotta, ministro de Educación de la Nación, afirmó que siente “un fuerte respaldo” del presidente Alberto Fernández y señaló: “El presupuesto educativo 2021 representa el crecimiento de inversión educativa interanual más importante de la historia, eso sintetiza el verdadero compromiso”.

El Ministro había declarado en Twitter, el mismo día que el primer mandatario anunció las restricciones en los establecimientos educativos, que las medidas de prevención contra el coronavirus no podían “empezar por la escuela cuando la evidencia demuestra que son espacios seguros y necesarios para acompañar a nuestras niñas/os”.

La afirmación de Trotta es apresurada: los datos muestran que la inversión educativa nacional aumentaría a niveles récord si se considera el gasto y el PBI proyectados, pero aún resta confirmar cuál será el número final de ejecución del presupuesto -dado que puede haber subejecución o sobreejecución- y el PBI anual.

El aumento de la inversión educativa es el más alto desde 1993

Ante la consulta de este medio, el equipo de Prensa del Ministerio de Educación de la Nación informó que la declaración de Trotta se basó en este informe producido por la Coordinación General de Estudio de Costos del Sistema Educativo (CGECSE), que muestra que, como porcentaje del PBI, el gasto educativo nacional proyectado alcanzaría un 1,51% del PBI en 2021, 0,34 puntos porcentuales por encima de 2020.

Este crecimiento, según esta serie oficial, “se convierte en el período en que será máximo el aumento de la inversión nacional desde que se sancionó la Ley de Financiamiento Educativo”, de 2005, superando al crecimiento del gasto educativo que tuvieron otros años, como 2009 (0,20 puntos) y 2011 (0,17 puntos), durante el segundo mandato de Cristina Fernández de Kirchner.

Si se quiere comparar el gasto educativo a lo largo del tiempo, para Javier Curcio, subdirector del Departamento de Economía de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y especialista en Finanzas Públicas, “es común tomar datos posteriores a los ‘90 porque previo a ese período los datos son difíciles de rastrear”.

En porcentaje del PBI, según datos oficiales del Ministerio de Educación nacional, el aumento interanual de la inversión educativa nacional entre 2020 y 2021 también sería el más alto desde 1993, primer año con datos comparables y que corresponde a la primera Presidencia de Carlos Menem.

Por otro lado, el especialista agregó: “Este presupuesto educativo tiene un plan ambicioso de infraestructura, por lo cual si logra cumplir objetivos como el Plan Juana Amanso [N. de la R.: la entrega de 633 mil computadoras a los estudiantes de todo el país] y la construcción de jardines prevista, la inversión educativa podría tener en 2021 el crecimiento más grande desde la recuperación de la democracia”.

Pero el dato surge de una proyección

Sin embargo, el mismo informe de la CGECSE reconoce: “Debe tenerse en cuenta que, para 2021, es la inversión nacional proyectada (crédito inicial en todos los organismos del Gobierno más ampliación presupuestaria por $78 mil millones), [y] que el valor del PIB es el proyectado en septiembre de 2020, por lo que el indicador GEN [Gasto Educativo Nacional]/PBI podría resultar menor conforme a la evaluación de estas 2 variables y resultar en un valor menor en puntos porcentuales”.

Es decir que aún falta ver cuál será el número final de ejecución del presupuesto educativo y del PBI en 2021.

Consultado por Chequeado, Curcio señaló: “Saber cómo terminará la inflación este año es importante para el análisis, porque incide sobre el gasto en sueldos, que es uno de los componentes más relevantes de la función educativa, mientras que cualquier variación del PBI respecto a lo presupuestado incide directamente sobre el denominador del indicador”, explicó.

Para Agustín Claus, docente de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso) y experto en Educación, otro indicador que sirve para medir la evolución de una partida presupuestaria a lo largo del tiempo es la comparación de un presupuesto en términos reales (que toma en cuenta la inflación de cada período).

Si se utilizan los datos oficiales entre 2007 y 2021 y se calcula la inflación del período (sin considerar las cifras oficiales durante la intervención del INDEC), el aumento interanual del gasto educativo nacional entre 2020 y 2021 (21,37%), en caso de cumplirse su ejecución, prácticamente igualaría al crecimiento registrado entre 2010 y 2011, que ocupa el primer lugar con una suba real del 21,44% interanual.

Por último, si se compara a la participación del gasto educativo nacional en el presupuesto total de cada período, el crecimiento entre 2020 y 2021 sería de 1,47% y se posicionaría en primer lugar, a una distancia importante respecto del segundo (un 0,70% en 2015).

Por lo tanto, la declaración de Trotta es apresurada. Esto se debe, según el método de Chequeado, a que la afirmación podría ser verdadera, pero es resultado de una proyección y no de un dato objetivo de la realidad. Los datos muestran que la inversión educativa nacional aumentaría a niveles récord si se considera el gasto y el PBI proyectados, pero aún resta confirmar cuál será el número final de ejecución del presupuesto y el PBI anual.

La frase que impulsa este chequeo fue buscada de manera automática, y luego seleccionada por periodistas, a través de “Chequeabot”, el nuevo sistema de automatización en el que trabaja Chequeado.