Le falta contexto a la publicación que vincula a Alberto Fernández con un socio del clan Puccio 

Circula en Facebook una imagen que muestra a Guillermo Fernández Laborde, socio del clan Puccio, quien asesinó -por lo menos- a 3 personas en la década del ‘80 en la Argentina. En la foto, detrás de él aparece el actual presidente de la Nación, Alberto Fernández. 

“Se acuerdan del clan Puccio, secuestraban y asesinaban por MONEY? Miren quien era el abogado defensor??? El nefasto presidente Alberto Fernández!!!” (sic), señala el texto que acompaña a la imagen. Y, además, agrega: “Vengo a contarles que… Alberto Fernández fue abogado del clan Puccio. El no quiere que se sepa. Por eso lo publicamos”.

A esta publicación -que fue compartida en Facebook casi 4 mil veces- le falta contexto: Fernández fue designado en 1988 defensor oficial de Fernández Laborde por el cargo de conjuez que ejercía en esa época. Esto significa que él no eligió ser el defensor, sino que le tocó por sorteo.

No es la primera vez que aparece en redes sociales esta imagen. La desinformación comenzó a circular en 2019, en plena campaña para las elecciones que llevaron a Fernández a la Presidencia, y fue verificado en su momento por Reverso, el proyecto colaborativo de lucha contra la desinformación coordinado por Chequeado y AFP.

La historia detrás de la foto

La imagen que circula es auténtica y así lo confirmaron a Chequeado tanto Fernández como Alberto Piotti, en ese momento juez de la causa.

Además, este medio lo corroboró con los diarios de la época: la imagen se publicó el 24 de febrero de 1988 en el diario Página 12 (ver acá) en una nota sobre el juicio.

Sin embargo, la publicación viral no señala el contexto en el que Fernández fue designado defensor oficial de Laborde por sorteo.

Fernández explicó a Chequeado que en la década del ‘80 se desempeñó como “conjuez del Juzgado Federal de San Isidro que por entonces estaba a cargo de Alberto Piotti”.

Los conjueces son designados por un juez para que, en caso de que tenga un impedimento (por ejemplo, una enfermedad), pueda tomar su rol o el de fiscal o defensor, sin necesidad de suspender el juicio. Esto se encuentra legislado en el Código Procesal Penal de 1915 (página 255), que estaba vigente en ese entonces, y en la Ley 4.055.

“Yo todos los años proponía diez abogados que pudieran actuar como subrogantes [que lo pudieran reemplazar en su obligación], que fueran de mi confianza. Cuando fue la causa de Puccio se necesitaba la asistencia de un defensor oficial porque [los imputados] no proponían abogado. Entonces se sorteaban de los diez conjueces a qué le tocaba cada uno”, dijo a este medio el juez Piotti, a cargo de la causa del clan Puccio. Y agregó: “A Alberto Fernández le tocó ser defensor de Fernández Laborde”.

La imagen fue tomada en un reconocimiento en el que Fernández Laborde indicó dónde arrojaron la máquina de escribir con la que enviaban los mensajes intimidatorios a los familiares de los secuestrados.

“La foto es auténtica, es de febrero de 1988. Me acuerdo que llovía. La tapa del diario Clarín de ese día es una foto de la máquina de escribir”, recordó el ex juez Piotti.

“El fiscal que intervenía se excusó en la causa Puccio en virtud de su amistad con el hijo rugbier. Ante eso, el defensor oficial ocupó el rol del fiscal. Fernández Laborde, un militar involucrado en los secuestros seguidos de muerte que se investigaban, no había designado abogado defensor y como el defensor oficial estaba actuando como fiscal en la causa, debieron sortear entre los conjueces a un defensor de oficio. Así me hice cargo de esa defensa por un tiempo muy exiguo hasta que el acusado nombró a un defensor particular”, explicó Fernández.

Los registros del diario La Nación de septiembre de 1985 indican que, en ese momento, a pocas semanas de quedar detenido, el abogado defensor aún no era Alberto Fernández sino un hombre llamado Edgardo Sa (hijo).

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Este chequeo es parte de la iniciativa Third Party Fact-checker de Facebook en la Argentina. En los casos de fotos y videos trabajamos con imágenes trucadas o sacadas de contexto y siempre analizamos en conjunto las imágenes junto con el texto con el que fueron presentadas.