La parte de la anécdota de Evita que CFK omitió

“Recuerdo una anécdota famosa de Eva Perón con los trabajadores ferroviarios cuando hicieron una huelga a Perón (…). Ella les fue a preguntar cómo estaban antes, cómo vivían antes. ¿Porque (…) saben por qué en este país pudo avanzar el proceso de privatizaciones? (…) Porque antes hubo un deterioro grande que fue lo que les sirvió de argumento y muchas veces los propios dirigentes sindicales, no advirtiendo ésto, le terminan haciendo el juego a los que después les pisan la cabeza”, dijo respecto de la protesta de enero de 1951 la presidenta, Cristina Fernández de Kirchner. Lo hizo durante el anuncio de la sanción de la ley que crea la empresa Ferrocarriles Argentinos S.E. y que el Gobierno nacional presentó como una estatización de los trenes de pasajeros y de carga aunque no lo sea (ver esta nota).

La parte de la historia que la Jefa de Estado omitió es lo que pasó en esa reunión y lo que vino después. El periodista e historiador por la Universidad de Buenos Aires (UBA) Marcelo Larraquy lo narra así en su libro Marcados a fuego II. De Perón a Montoneros: “Evita les pidió que levantaran la huelga en nombre de Perón. Un obrero socialista la retrucó. Evita se ensañó con él. Los obreros, finalmente, rechazaron su propuesta. Evita los mandó a ‘la puta madre que los parió a todos’. Eso dijo. Les advirtió: ‘Aténganse a la represión’. Al día siguiente, los huelguistas debieron soportar la razia policial que se abalanzó sobre ellos. Perón estaba indignado con la continuidad de una huelga que provocaban ‘dos mil agitadores’ con la anuencia de 148 mil indecisos. El conflicto se militarizó. Los ferrocarriles se militarizaron. El que no fuera a trabajar sería procesado por violar la Ley de Seguridad del Estado y juzgado por el Código de Justicia Militar”.

En una recopilación sobre las huelgas ferroviarias de fines de 1950 y principios de 1951, Gustavo Contreras, doctor en Historia por la Universidad Nacional de Mar del Plata (UNMdP), recuerda también que el 24 de enero de ese año ya estaban confeccionadas las listas de los obreros despedidos; el 25 fue declarada la “movilización” del personal ferroviario, que en los hechos implicó que más de 200 obreros fueran encarcelados en distintos penales del país; y el 26 los ferrocarriles normalizaron su funcionamiento. “El gobierno había volcado todo su aparato para revertir la situación recurriendo a las leyes represivas existentes y legislando nuevos instrumentos”, concluye Contreras.