Balotaje presidencial en Chile: quiénes son y qué proponen Jeannette Jara y José Antonio Kast

Este domingo 14 de diciembre en Chile se enfrentarán en un balotaje presidencial la candidata Jeannette Jara (Unidad por Chile) y el candidato José Antonio Kast (Partido Republicano). Quien gane estos comicios gobernará el país vecino entre 2026 y 2030. 

El 16 de noviembre se celebraron las elecciones presidenciales en Chile, en las cuales Jara se impuso con un 26,85% de los votos, y Kast quedó en segundo lugar, con un 23,92% de los votos. Fueron las primeras elecciones presidenciales y parlamentarias con voto obligatorio desde su restitución en 2022. 

En este balotaje, “el escenario se presenta como favorable para Kast, ya que tanto Johannes Kaiser, el candidato del Partido Nacional Libertario y la candidata de la derecha tradicional, Evelyn Matthei (Chile Vamos), han expresado su apoyo al candidato de cara a la segunda vuelta, lo que traducido a votos, dejaría al candidato del Partido Republicano cercano al 50% de los votos”, explica un informe de Directorio Legislativo, una organización que promueve el fortalecimiento de los sistemas democráticos de América Latina.

¿Quién es y qué propone Jeannete Jara?

Jara es militante del Partido Comunista de Chile y resultó ganadora de las primarias de la “Unidad por Chile“, una coalición de los siguientes partidos: el Partido Socialista de Chile, Frente Amplio, Partido Comunista de Chile, Partido Demócrata Cristiano, Partido Liberal de Chile, Partido por la Democracia, Partido Radical de Chile e Independientes.

Tiene 51 años y es administradora pública y abogada. Fue subsecretaria de Previsión Social en el segundo gobierno de Michelle Bachelet y luego se desempeñó como ministra del Trabajo y Previsión Social durante la administración de Gabriel Boric, donde lideró el proyecto de reducción de la jornada laboral en Chile de 45 a 40 horas.

La plataforma electoral presentada por Jara se estructura en 4 ejes centrales: Bases Económicas (“crecimiento que llegue a todas las mesas”), Seguridad, Justicia y Defensa, Un Estado que le Cumple a las Personas, y Convivencia Democrática. El documento contiene 365 medidas. 

El programa incluye un Ingreso Vital de $ 750 mil chilenos que se implementaría gradualmente, junto con una rebaja del 20% en la cuenta de luz “garantizando un Consumo Eléctrico Vital para que los hogares alcancen sus necesidades eléctricas básicas a precio justo”. 

En vivienda propone el “Hipotecazo Pie 0” para que la primera vivienda sea una realidad para los jóvenes. En salud plantea la devolución del IVA de los medicamentos como política pública para reducir barreras de acceso, y un Plan Oncológico Nacional con alerta sanitaria ampliando el acceso a diagnósticos, tratamientos y medicamentos de alto costo.

En seguridad propone “100 Días, 100 Barrios”: en los primeros 100 días se intervendrán 100 barrios tomados por bandas criminales con foco en recuperación territorial y decomiso de armas. 

Para mujeres crea el programa “Mujer Camina Tranquila” con foco en seguridad de calles, paraderos y transporte público. Para emprendedores propone “Ruta Emprende Seguro” con digitalización de trámites y acceso directo a capital inicial.

Sobre los extranjeros que cometen delitos, propone la expulsión como pena sustitutiva para condenados extranjeros sólo por Ley 20.000 (tráfico de drogas), una medida que aparece dentro de su eje de seguridad en la sección de sistema penitenciario. 

Además, propone un empadronamiento biométrico nacional temporal de máximo 6 meses, estableciendo que quienes no se empadronen serán expulsados del país. 

¿Quién es y qué propone José Antonio Kast? 

Kast tiene 59 años, es abogado, fue militante de la Unión Demócrata Independiente (UDI) por más de 20 años, hasta que en 2016 se fue del partido para crear un movimiento, que hoy es el Partido Republicano, y postularse como candidato presidencial.

Fue concejal y diputado de la República. Su primera elección como candidato presidencial fue en 2017, donde obtuvo un 7,93% de las preferencias en primera vuelta y fue la gran sorpresa ese año. Luego se volvió a presentar en 2021 contra Boric por la presidencia de Chile, perdiendo una vez más la elección, pero con el 44% de los votos en segunda vuelta.

Esta es la tercera vez que se presenta como candidato a presidente. 

Kast estructura su programa “Un Gobierno de Emergencia para Implementar un Cambio Radical” colocando la seguridad como su prioridad absoluta. Su primer eje se titula “Enfrentar la emergencia de seguridad para recuperar el orden y el sentido de autoridad”.

En este sentido, Kast propone un “Plan de Recuperación Territorial”, que permitiría la “recuperación progresiva de espacios públicos, terrenos privados, barrios y territorios ocupados a lo largo de todo el país”. Además, plantea generar “el debido respaldo jurídico y político para las fuerzas armadas” cuando sean desplegadas en estados de excepción constitucional, resguardo de fronteras y protección de infraestructura crítica.

Respecto de los extranjeros que cometen delitos, propone la “expulsión inmediata”, sin mayores matices ni procedimientos intermedios, y propone una Política Nacional de Cierre Fronterizo a la inmigración ilegal que incluye construir barreras físicas en pasos críticos no habilitados. 

Además, plantea eliminar toda priorización o preferencias existentes en favor de los inmigrantes ilegales en servicios públicos, limitar el envío de remesas de dinero al exterior y utilizar todas las herramientas administrativas, legales y constitucionales para facilitar la salida o expulsión de inmigrantes ilegales del país. 

Sobre economía, propone reducir drásticamente el gasto público mediante un ajuste de US$ 6 mil millones durante los primeros 18 meses, eliminar “elefantes blancos”, reducir ministerios, y mejorar la eficiencia del Estado. 

Su programa plantea reorganizar programas sociales en base a transferencias directas focalizadas y un impuesto negativo al ingreso para trabajadores formales de bajos ingresos, donde el Estado complementa su sueldo. 

En relación a la salud la plataforma enfatiza la “libertad de elección” en salud, promoviendo un sistema mixto con protagonismo del sector privado, y en educación, “recuperar el derecho de los padres a educar a sus hijos” y erradicar “las lamentables deficiencias del sistema de admisión actual”.