Lula: claves sobre la revelación de mensajes entre el juez y los fiscales en Brasil

El medio norteamericano The Intercept publicó conversaciones privadas entre los fiscales del caso Lava Jato y el ex juez federal Sergio Moro, que dan cuenta de una presunta intencionalidad y direccionamiento de la causa que derivó en la condena contra el ex presidente Luiz Inácio Lula Da Silva, que está preso desde abril de 2018.

Los chats, que ayer fueron puestos en duda por los representantes del Ministerio Público, muestran que Moro, que actualmente se desempeña como ministro de Justicia del gobierno de Jair Bolsonaro, pero hasta entonces fue el juez federal de Curitiba a cargo de la investigación de Lava Jato, le daba indicaciones y sugerencias sobre la investigación al fiscal Deltan Dallagnol.

Los mensajes son sobre la causa que culminó con la condena a 12 años (luego reducida a 8 años) de prisión a Lula por haber aceptado un departamento en Guarujá, San Pablo, como soborno para ayudar a una constructora. Por esta condena, el Tribunal Superior Electoral de su país impugnó su candidatura a presidente en las elecciones de 2018, en las que resultó electo Bolsonaro.

Según señala la investigación de The Intercept, la Constitución brasileña tiene un sistema acusatorio en el proceso penal, “en el cual las figuras del acusador y del juzgador no pueden mezclarse”. Es decir que no debería haber este tipo de contacto entre el fiscal que investiga y el juez que luego debe juzgar en base a la evidencia que se presente.

El Supremo Tribunal Federal de Brasil anunció que el 25 de junio próximo resolverá el pedido de anulación de la condena presentado por el ex presidente cuando Moro fue nombrado ministro de Bolsonaro, ya que en ese momento argumentó que Moro actuó por motivaciones políticas en la causa en su contra.

Hasta el momento, Bolsonaro no se manifestó públicamente sobre los mensajes, aunque sí se mostró en un acto junto a Moro. El actual ministro de Justicia respondió que “el juez habla con los fiscales, el juez habla con los abogados, el juez habla con los policías, eso es normal”. La semana próxima irá a la Comisión de Constitución y Justicia del Senado a dar explicaciones sobre el caso.

El Ministerio Público Fiscal de Paraná (jurisdicción a la que pertenecen los fiscales del caso), por su parte, emitió un primer comunicado el mismo día de la filtración en el que expresó su preocupación por el hackeo de sus comunicaciones privadas, pero no se refirió a su contenido. Ayer, sin embargo, señaló que como estas conversaciones fueron obtenidas por medios “absolutamente ilícitos”, es “imposible comprobar si hubo ediciones, alteraciones, añadidos o supresiones en el material supuestamente obtenido. Y concluyó que “diálogos enteros pueden haber sido forjados por el hacker”.