Cómo son los protocolos para los cines de la Ciudad y la Provincia de Buenos Aires

Los cines de la Ciudad y la Provincia de Buenos Aires abrieron sus puertas en los últimos días. Después de la aprobación del Gobierno nacional de los protocolos locales (ver acá y acá), las salas tienen que cumplir una serie de cuidados que hacen foco en la higiene y en el distanciamiento social.

En los últimos días se abrieron 13 cines en la Ciudad de Buenos Aires, que representan 86 pantallas; y otros 22 cines con 172 pantallas en el Gran Buenos Aires, de acuerdo con datos de la Cámara Argentina de Exhibidores Multipantallas (CAEM) que reúne a Cinemark-Hoyts, Cinépolis (ex Village) y Atlas Cines, entre otras cadenas.

“En el último fin de semana tuvimos 75.100 espectadores en todo el país, el 72% de ellos en la Ciudad y el Gran Buenos Aires”, señaló a Chequeado Martín Álvarez Morales, presidente de la Cámara y gerente General de Cinemark Hoyts, y agregó: “En varias funciones vendimos todas las entradas disponibles con los aforos restringidos”.

La Provincia de Buenos Aires habilitó la venta de entradas hasta ocupar como máximo el 50% de las butacas en cada sala, mientras que en la Ciudad se puede ocupar hasta un 30% de la capacidad máxima y no puede haber más de 300 personas en una misma sala.

En los ingresos, se deberá tomar la temperatura a los asistentes y no podrán ingresar quienes tengan más de 37,5°. En el caso de la Ciudad, deberán presentar una declaración jurada de salud (completada a través de un formulario online, por ejemplo).

En ambos casos, se admite que grupos de hasta 6 personas que asisten juntas a la función se sienten en butacas contiguas; lo que el gobierno bonaerense llama “burbujas sociales de recreación”, que deben estar separadas de otros grupos por asientos vacíos.

En términos generales, tanto espectadores como los trabajadores de las salas deben mantener una distancia de entre 1,5 y 2 metros en todo momento, en las salas y en los pasillos del establecimiento. También deben usar siempre un tapaboca y solo retirarlo para comer y beber.

A su vez, los protocolos determinan que las funciones deben estar lo suficientemente espaciadas para no generar aglomeraciones en las entradas y salidas; y para permitir la limpieza y ventilación de las salas entre las distintas proyecciones de las películas.

En tanto, dispensers con alcohol en gel y/o alcohol al 70% deben estar disponibles en espacios visibles para el uso de los espectadores y trabajadores.

En línea con lo fijado por los protocolos, las empresas recomiendan la compra de las entradas, comidas y bebidas de manera online; y la salida ordenada por filas después de terminadas las funciones (ver acá y acá).

Para el caso de los trabajadores de los cines, se deberán aplicar muchas de las mismas precauciones antes mencionadas, como el uso constante de los tapabocas, la medición de la temperatura y la higiene frecuente de las manos. 

Tanto la Ciudad como la Provincia de Buenos Aires desaconsejan el uso del transporte público para el traslado hacia y desde el trabajo. El Gobierno de la Provincia requiere que los trabajadores generen un permiso de asistencia en la App Cuidar. 

Consultado por este medio, el representante de los complejos de cines, Martín Álvarez Morales, indicó que hubiesen preferido poder abrir sus puertas antes; y que estén permitidos aforos más amplios, “como en otros países”, pero consideró la reapertura como una buena noticia.

“Entendemos que tenemos que ir de menos a manos, no nos va a ir bien en los próximos meses, vamos a perder plata, pero en algún momento hay que empezar”, agregó.

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