Clarín: “El de las internas fue el proceso electoral más desarreglado en 28 años de democracia”

“El de las internas fue el proceso electoral más desarreglado en 28 años de democracia”. La frase pertenece a la nota “Las dos caras opuestas de Cristina”, de Eduardo Van der Kooy, publicada el 4 de agosto por el diario Clarín. Y hace referencia a las “denuncias” y “anomalías” que habrían existido en el escrutinio de las Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO).

La afirmación de Van der Kooy no tiene sustento en pruebas contundentes. Desde la Cámara Nacional Electoral se exigieron mejoras y más controles para las próximas convocatorias a las urnas, pero los desaciertos estuvieron apenas por encima de lo habitual en la primera elección de estas características.

“No hay pruebas fácticas que permitan afirmar que las primarias fueron el proceso electoral más erróneo desde el retorno de la democracia. Magnificar errores o irregularidades de la primer elección primaria que tuvo el país conlleva un descuido”, subrayó a Chequeado.com Julia Pomares, directora del Programa de Política y Gestión de Gobierno del Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (CIPPEC). La licenciada agregó que la Cámara Electoral no emitió acordada alguna advirtiendo sobre anomalías serias, como sí lo hizo en 2007 ante el robo significativo de boletas.

Las irregularidades denunciadas por los jueces electorales de Capital, María Servini de Cubría, y de Buenos Aires, Manuel Blanco, existieron. En el primer caso se habló de un faltante de votos para el candidato a presidente Ricardo Alfonsín, aunque la decisión final del juzgado fue no abrir las urnas. En el segundo, el argumento fue la falta de documentación en el escrutinio, lo que derivó en la decisión del magistrado de anular 273 mesas de votación.

A pesar de estas falencias, Gerardo Scherlis, investigador del Conicet, destacó: “Los problemas con los telegramas se demostraron apenas por encima de lo habitual. Esto es normal en una elección con actas más complicadas por la cantidad de listas que hubo en la Provincia de Buenos Aires”. En el caso de partidos de la Seccional 1 y 3, como Merlo, Tigre, La Matanza y Quilmes, por ejemplo, la oferta electoral sólo en la categoría a intendente alcanzó las 26 listas presentadas, dependiendo del caso.

Si se consideran otros indicadores objetivos sobre el desempeño del escrutinio, como la concurrencia, la cantidad de votos nulos y la fatiga electoral, “llamó la atención el bajo nivel de irregularidades respecto a las expectativas que había teniendo en cuenta las últimas elecciones”, subrayó el especialista en temas electorales.

De acuerdo con datos del Ministerio del Interior y del Atlas Electoral, la concurrencia estuvo por encima de la media (77,25%) desde el año 2003, y el voto nulo -que fue del 1,21%- se mantuvo por debajo del 1,7%, la marca de ese mismo año, a pesar de la complejidad de las actas que se utilizaron en las PASO. En cuanto al presentismo en aquellos distritos que convocaron a elecciones a gobernador previamente al 14 de agosto, los datos revelan que en 8 de las 10 provincias se registró mayor participación de electores en las primarias que en los comicios provinciales.

* Los datos de la Ciudad de Buenos Aires y de la provincia de Tierra del Fuego son un promedio de la participación registrada en la primera y en la segunda vuelta.

Por su parte, Alberto Dalla Vía, juez de la Cámara Nacional Electoral, realizó recientemente una evaluación sobre el proceso electoral, y enfatizó: “Se ha utilizado la palabra fraude con excesiva ligereza y sin que existan pruebas convincentes que corroboren cualquier tergiversación de los resultados”, en alusión a la denuncia del candidato Eduardo Duhalde publicada por Clarín un día después de las primarias.

El magistrado reconoció, empero, la conveniencia de modificar algunos aspectos del sistema de boletas múltiples partidarias. Los cambios mencionados son la implementación de la boleta única; la integración del escrutinio definitivo a cargo de la Justicia Electoral al llamado “escrutinio provisional”, hoy realizado por el Poder Ejecutivo a través de una licitación con una empresa contratada; y la necesidad de que la partida destinada a las elecciones esté a cargo de la autoridad electoral, “ya que en la actualidad los fondos electorales son ejecutados por el Ministerio más político del Poder Ejecutivo, circunstancia que aún sin realizar objeciones de parcialidad, no resulta estructuralmente adecuado en un país donde el partido del gobierno de turno -cualquiera sea su signo político- participa en las elecciones”, concluyó Dalla Vía.