Alberto Fernández y la promesa: “Vamos a ocuparnos de que el hambre se termine”

En el segundo debate presidencial realizado el 13 de octubre de 2019, el ex presidente de la Nación, Alberto Fernández, prometió: “Vamos a ocuparnos de que el hambre se termine”.

De acuerdo con datos oficiales y de organizaciones de la sociedad civil e internacionales, la promesa de Fernández se encuentra “incumplida”. Durante todo el gobierno del Frente de Todos la indigencia se ubicó por encima de los 8 puntos que había dejado Mauricio Macri (Cambiemos). A fines de 2023, afectó al 11,9% de la población.

En tanto, otro indicador alternativo -como el índice de inseguridad alimentaria que miden la FAO y la UCA- también mostró una suba en relación a 2019. 

El Frente de Todos adoptó medidas para intentar paliar esta situación, como la implementación de la Tarjeta Alimentar, pero los montos asignados evolucionaron por debajo de la inflación, y por ende perdieron poder de compra. 

Según la metodología de Chequeado, una promesa se encuentra “incumplida” cuando “la promesa tenía un plazo establecido que no se cumplió o los resultados muestran que la situación avanzó en la dirección contraria a lo previsto”. 

La indigencia terminó más alta que en la gestión de Macri

De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), en el segundo semestre de 2023 la indigencia alcanzó al 11,9% de la población, lo que afectó a 5,4 millones de personas que no lograron los ingresos necesarios para costear la canasta básica alimentaria (que mide las necesidades mínimas alimentarias para un mes y en diciembre de 2023 se ubicó en $ 240.678 para una familia tipo).

Esto implica un incremento de 3,9 puntos porcentuales con respecto a igual período de 2019, último período de Macri como presidente.

Durante los primeros meses de la gestión de Fernández, en el primer semestre de 2020 -en el comienzo de la pandemia de coronavirus- la indigencia aumentó a 10,5%, mientras que en igual período de 2019 había sido de 7,7%. En tanto, en el primer semestre de 2021 -cuando ya se habían levantado la mayoría de las restricciones-, el indicador se incrementó a 10,7%. 

Luego, en el segundo semestre de 2021 bajó al 8,2% y en 2022 fue del 8,8% (en el primer semestre) y del 8,1% (en el segundo semestre). Finamente, en el primer semestre de 2023 rebotó al 9,3%. Es decir que durante todo el período presidencial de Fernández la indigencia se ubicó por encima de los niveles registrados en la presidencia de Macri. 

Un trabajo del Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (ODSA-UCA) señala: “En la post pandemia, la recuperación económica, el aumento de la ocupación, la caída del desempleo y los refuerzos en la asistencia social lograron atenuar o incluso revertir la tendencia creciente de los indicadores de indigencia y pobreza. Pero nuevamente, esta tendencia descendente duró poco”. 

“En un escenario crecientemente inflacionario, con evolución de las prestaciones y remuneraciones nominales por debajo del incremento de la canasta básica, vuelve a evidenciarse una tendencia ascendente de las tasas de indigencia y pobreza”, concluye el informe, publicado a principios de 2024.

Inseguridad alimentaria en aumento

Según datos de la FAO, en 2023 casi 6 millones de personas experimentaron inseguridad alimentaria grave en la Argentina, más del doble que el número registrado para el período 2014-2016 (2,5 millones). 

En tanto, el ODSA-UCA indicó que entre 2019 y 2023 se registró un leve incremento de la inseguridad alimentaria (definida como la reducción involuntaria de la comida o percepción de hambre por motivos económicos). Al iniciar la gestión de Fernández, un 18,7% de hogares estaban en dicha condición, y al concluir el gobierno del Frente de Todos la cifra había ascendido a 20,6%.

Tarjeta Alimentar, una política para paliar la situación 

Al asumir la Presidencia, Fernández puso en marcha una serie de medidas, en el marco del Plan Argentina contra el Hambre, con el objetivo de fortalecer el Programa Nacional de Seguridad Alimentaria y Nutricional. 

El programa más destacado de este plan fue la Tarjeta Alimentar, que a finales de la gestión de Fernández consistía en la entrega de entre $ 17.000 y $ 44.500 a familias con hijos menores de 14 años que reciben la Asignación Universal por Hijo (AUH), hijos discapacitados de cualquier edad y embarazadas a partir del tercer mes de gestación. 

Sin embargo, los montos reales del beneficio (es decir, considerando la inflación) cayeron un 44,5% en 2023 y un 55,6% desde su creación en enero de 2020.

Por esto, esta promesa de Fernández quedó “incumplida”. Durante todo el gobierno del Frente de Todos la indigencia se ubicó por encima de los 8 puntos que había dejado Cambiemos. A fines de 2023, afectó al 11,9% de la población. En tanto, otro indicador alternativo -como el índice de inseguridad alimentaria que miden la FAO y la UCA- también mostró una suba en relación a 2019.

INCUMPLIDA: la promesa tenía un plazo establecido que no se cumplió o los resultados muestran que la situación avanzó en la dirección contraria a lo previsto.