Desafíos y oportunidades de la inteligencia artificial en la educación: ¿puede esta tecnología reemplazar a un docente?

- Una escuela de Villa Cañás implementará a Zoe, una “docente” hecha con inteligencia artificial, para enseñar una materia extracurricular durante 8 clases.
- Expertos coinciden en que la IA no puede reemplazar a docentes humanos por su falta de empatía, ética y conexión afectiva, pero sí complementar su trabajo.
- Pensamiento crítico, creatividad e inteligencia afectiva son las habilidades clave que deben desarrollar los estudiantes para convivir con la IA, según especialistas.
Con la irrupción de la inteligencia artificial generativa, sus aplicaciones se expandieron a un ritmo vertiginoso: escribir, programar, crear imágenes, y también transformar la forma en que aprendemos y enseñamos.
En Villa Cañás, provincia de Santa Fe, una escuela se prepara para recibir a una “docente” hecha con inteligencia artificial en una materia extracurricular de IA y marketing. Zoe, la “profesora”, responderá dudas, propondrá actividades y mantendrá contacto personalizado con los estudiantes durante 8 clases de 15 minutos, según explicó la directora de la escuela San José, Gabriela Farina, en Aire de Santa Fe.
“Zoe les va a hablar por teléfono, les va a mandar mails, pero el contacto humano, la calidez, la mirada de ‘vos hoy desayunaste’, ver la cara del chico en el momento del aprendizaje, si entendió, si no entendió, eso lo vamos a ver los profes. Creo que vamos a convivir, pero que el docente humano siempre va a ser la base de la escuela”, sumó Farina.
El rol del docente en la era de la inteligencia artificial
La inteligencia artificial generativa se está utilizando de diversas maneras para enriquecer tanto la enseñanza como el aprendizaje. Según cifras de Unicef Argentina, en un país donde 6 de cada 10 chicos busca información en internet todos los días -o casi todos- para hacer tareas o estudiar, más de la mitad (2 de cada 3) usa inteligencia artificial con fines escolares.
Ahora bien, ¿es posible reemplazar a un docente con esta tecnología? “Creo firmemente que la IA no va a reemplazar a los docentes, en la medida en que tu clase no consista en el mero delivery de contenidos. Esto ya lo demostró la pandemia”, explicó a Chequeado Mariana Ferrarelli, consultora tecno-pedagógica y docente de la licenciatura en Educación y del profesorado universitario en la Universidad de San Andrés.
Y agregó: “La IA no puede reemplazar las características de un docente humano, como por ejemplo la empatía, la firme creencia de que todos pueden aprender. No puede replicar la duda, el llamado de atención que brinda el ‘sé que estás ahí’, incluso desde lo afectivo, desde lo emocional. Hay un montón de roles que ocupamos como docentes en el aula que tenemos que llevar adelante nosotros”.
Ornella Lotito, oficial de Educación de Unicef Argentina, coincidió en este punto: “La IA es una herramienta que se puede incorporar, pero lo que sucede en el aula, enseñar y aprender, requiere de un rol irremplazable que es el de los docentes, generar condiciones en el aula para aprender, promover el intercambio, de poder estar atentos a los procesos que cada estudiante desarrolla, de eso que atraviesan en el momento de razonar, de aprender de lo que hacen los otros, de generar grupos”.
“Creo que jamás se va a poder reemplazar de forma integral al humano”, coincidió Alejandro Castro Santander, director del Observatorio de la Convivencia Escolar de la Universidad Católica de Cuyo y referente externo del Observatorio de Argentinos por la Educación. “La educación siempre es un acto profundamente relacional, ético, y muy contextual, que trasciende todo lo que tiene que ver con transferencia de información. Un docente puede mediar conflictos éticos, pero la IA no tiene brújula moral propia”, dijo el especialista.
Además, Castro Santander añadió que en el futuro, probablemente, las asistentes de IA y los docentes humanos se complementen: “La IA hace lo repetible, lo que es cuantificable, por ejemplo, práctica de ejercicios, tutorías, gestión administrativa. El docente hace lo ‘irreplicable’, lo que tiene que ver con la empatía, la ética, la creatividad”.
Desafíos y oportunidades de la inteligencia artificial en la educación
La inteligencia artificial puede plantear diversas oportunidades para el aprendizaje en el aula. Los docentes pueden usar la IA para generar borradores de resúmenes explicativos con lenguaje adaptado al nivel educativo, hacer búsquedas bibliográficas sobre temas complejos o con características específicas, o incluso utilizar la IA para tareas administrativas.
También se les puede proponer a los estudiantes tratar de obtener información sobre un tema o resolver un problema usando IA generativa y después pedirles un análisis crítico sobre las respuestas obtenidas, o plantear un intercambio de ideas a raíz de algún error de la IA.
Sobre el riesgo de que los estudiantes dependan excesivamente de la IA y pierdan habilidades claves como la búsqueda crítica y el pensamiento autónomo, Lotito apuntó que “hay quienes dicen que el conjunto de herramientas de IA podría favorecer el desarrollo de habilidades y hay quienes dicen que no”.
De hecho, algunos expertos ya alertan sobre el “sedentarismo cognitivo” y la pérdida de atención que se genera con el uso de la IA en la etapa de estudiantes, así como la pérdida de creatividad y su efecto en la capacidad lectora.
Además, hay que tener en cuenta que la brecha digital puede aumentar con estas herramientas. “Sin acceso equitativo a dispositivos y conectividad se terminan profundizando las desigualdades”, sumó Castro Santander.
Los expertos coinciden en que la IA interpela las formas tradicionales de enseñar y de aprender. “Creo que hay una particularidad con la IA y es que sus avances se van dando de una manera muy acelerada y que, a medida que vamos entendiendo cómo funciona, cómo utilizarla, van apareciendo nuevas funcionalidades y posibilidades. Es muy importante que los docentes y los estudiantes adquieran esos saberes que les permitan utilizar de forma potente la herramienta y que no obture sus oportunidades de aprendizaje”, sumó Lotito.
“El desafío más importante es que sigamos teniendo el control sobre lo que se genera. Si previamente a pedirle a la IA pensamos a partir de qué material podemos trabajar, cómo le cargamos ese material, si la voy guiando, con pedidos, con interacciones, cambia el proceso. Así la IA sí puede potenciar el aprendizaje, porque me obliga a validar la información, a chequear las fuentes, el contenido que se genera, son todos pasos de pensar y reflexionar críticamente”, sumó Ferrarelli.
Por último, para Castro Santander estas herramientas “deben servir al proyecto pedagógico, no al revés. Los alumnos, docentes y padres tienen que entender qué puede y qué no pueden hacer estas herramientas, porque pueden cometer errores”.
Pensamiento crítico, creatividad e inteligencia afectiva: las habilidades clave para convivir con el avance de la tecnología
Para Castro Santander existen 3 habilidades claves que deberían desarrollar los estudiantes para convivir con la inteligencia artificial y que no se pueden postergar. En primer lugar, el pensamiento crítico. “Los estudiantes tienen que exigirle a las herramientas, en qué te basas, qué sesgos ocultás, no es saber usar la IA sino también cuestionar las respuestas, contratar con fuentes diversas. La calidad educativa se mide en personas no que tragan información sino que la van ‘diseccionando’”, dijo el especialista.
Por otro lado, la creatividad humana: “Innovar con propósito, conectar ideas que aparentemente son distantes. Por ejemplo, usar ChatGPT como borrador y reescribirlo. Y por último, la inteligencia afectiva, emociones y sentimientos, en un mundo que está hiperdigitalizado. La empatía para trabajar en equipo, la resiliencia, tener una comunicación auténtica”.
Ferrarelli sumó: “Dudar de todo, tanto para docentes como para estudiantes, no quedarnos con aquello que nos llega, con lo que nos entrega una IA de texto o de imagen, verificar constantemente el contenido, detectar alucinaciones en clave de pensamiento crítico”.
“La gran cuota pendiente sigue siendo la calidad educativa, no en tener una IA más avanzada, sino saber usarla para potenciar lo exclusivamente humano. Si podemos lograr esto, en definitiva, vamos a preparar niños, jóvenes, no para servir a las máquinas sino para ser líderes con ética en un mundo, realmente, muy incierto”, aseguró Castro Santander.
Fecha de publicación original: 11/08/2025
Recursos utilizados
- Parte de este texto fue escrito por Chequeado con asistencia de herramientas de inteligencia artificial (IA) y supervisión de nuestros editores.
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