Cómo se vive la cuarentena en los barrios populares del Conurbano bonaerense

El Instituto del Conurbano de la Universidad Nacional General Sarmiento publicó los resultados de su “segundo relevamiento a referentes de los barrios populares del Conurbano Bonaerense en el contexto de aislamiento social obligatorio”. Las consultas -se realizaron 165 registros con múltiples entrevistas cada uno – se hicieron entre el 22 y 26 de abril último y el objetivo del análisis es describir las condiciones en las que se vive la cuarentena en estas zona, que es el aglomerado con mayor porcentaje de indigencia. A continuación, los principales puntos de esta informe que vale la pena:

Más del 45% de referentes territoriales informaron al Instituto un nivel alto de acatamiento a la medida de aislamiento social. En tanto, cerca de 40% señaló que se mantiene el aislamiento obligatorio, pero de manera más parcial; y menos del 15% considera que el cumplimiento es bajo.

En los barrios con cumplimiento parcial o bajo, las razones informadas fueron:

• las familias permanecen fuera de las viviendas porque las condiciones de las mismas no permiten el cumplimiento del aislamiento en su interior.
• la necesidad de movilizarse con asiduidad para buscar asistencia alimentaria y para compras de alimentos en pequeña escala.
• un mayor movimiento en el último mes, vinculado con el cobro de transferencias de ingresos sociales y otros trámites.
• el movimiento vinculado a la mayor cantidad de actividades económicas exceptuadas en la segunda fase del aislamiento obligatorio.
• el aumento de la búsqueda de changas en las últimas semanas.
• los y las adolescentes, jóvenes, niñas y niños, que salen a reunirse con sus pares o a jugar en la vereda durante el día.

Discontinuidad de ingresos laborales de los hogares

El informe, realizado por Verónica Maceira, destaca como el principal problema que atraviesan en este momento los barrios populares es la merma de los ingresos e indica que esto se debe, “en primer lugar a la suspensión del trabajo de cuentapropistas y changuistas y, en segundo lugar, a la suspensión de pago a asalariados no registrados. En menor medida esta discontinuidad de ingresos laborales remite a la quita de salarios en el sector formal”.

Una respuesta a esta problemática son las transferencias directas de ingresos -como las jubilaciones, Asignación Universal por Hijo (AUH), tarjeta alimentaria y el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE)- y la asistencia alimentaria, que se canaliza a través de ollas populares, comedores, viandas o bolsones de mercaderías.

Además, en el periodo analizado se permitieron algunas actividades en el contexto  de la cuarentena administrada. Eso habilitó que reinicien sus labores albañiles y otros trabajadores de la construcción, vendedores /as de comida casera, trabajadores/as textiles que se reconvirtieron a la producción de barbijos, entre otros.

Dificultad de acceso a la alimentación básica

Los referentes consultados “no enfatizan en este momento problemas de desabastecimiento”, a diferencia de lo relevado al inicio de la cuarentena, dado que -consideraron- comercios de proximidad que se encontraban cerrados volvieron a abrir. En esa misma línea, “la mención a aumentos de precios está presente, pero con intensidad relativa algo menor a la primera etapa”. 

Los entrevistados mencionaron además, “dificultad de distribución y consecuente falta de alimentos frescos, como los productos lácteos, verduras y frutas, esenciales en la canasta básica alimentaria”.

Agravamiento de la violencia de género al interior de los hogares

El aumento de la violencia contra las mujeres es otro de los factores destacados por los referentes entrevistados para este informe: más del 40 % “informan que conocen casos de violencia de género durante la cuarentena en sus propios barrios o barrios vecinos.  Consideran que se agravó especialmente la violencia psicológica y económica hacia las mujeres y también la violencia hacia niñas y niños”.

Se destaca la actuación de organizaciones sociales y feministas para el acompañamiento en estas situaciones violentas. Al mismo tiempo, se advierte que la calidad de la atención en diferentes oficinas públicas es dispar, según el municipio.

Acceso a los servicios de salud y la situación de salud en los barrios

Los testimonios recogidos señalan preocupación por “la suspensión de los servicios de rutina y, por tanto, en el control de los niños y niñas y el cumplimiento de sus calendarios de vacunación, el seguimiento de los embarazos y el control y acceso a medicación para las enfermedades o condiciones crónicas”. 

En particular destacan “la gran demanda de vacunación antigripal con el consiguiente desplazamiento y concentración de la población en los centros efectores”. 

Aunque los entrevistados lo advierten como un problema de seguridad, el informe encuadra entre las inquietudes sanitarias “la preocupación por el aumento de consumos problemáticos en el aislamiento así como por los efectos derivados de cuadros de abstinencia por no poder acceder a sustancias”. 

Por último, también recolecta dudas “en torno a la salud mental de la población en general, pero particularmente de los adolescentes y jóvenes”.

Se puede acceder al informe completo del Instituto del Conurbano acá.

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