¿Cuánto costará el boleto de colectivo en 2019?

En la última semana de 2018, el ministro de Transporte de la Nación, Guillermo Dietrich, anunció un nuevo sistema de asignación de recursos para el transporte público de colectivos a nivel federal y, además, comunicó aumentos escalonados en los boletos de líneas que funcionan en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), además de otros transportes. ¿Qué cambia con el anuncio y cuánto costará el boleto de colectivo en 2019?

Chau subsidios

El Gobierno nacional subsidió históricamente a las líneas de colectivos de las provincias, mayormente a las de la Ciudad y la Provincia de Buenos Aires. Para el ejercicio 2019, sin embargo, los subsidios al transporte público automotor fueron transferidos a las 24 jurisdicciones, salvo para los recorridos interprovinciales (en este caso, estos recaerán en la Nación), dada la necesidad de la gestión de Mauricio Macri de acelerar el plan de consolidación fiscal debido al acuerdo firmado con el Fondo Monetario Internacional.

Esto significa que, de ahora en más, las provincias y los municipios deberán hacerse cargo de las líneas locales. En 2018, el Gobierno nacional había transferido $57 mil millones en concepto de subsidios a colectivos.

Para reducir el impacto de la medida en la sociedad, el Gobierno dispuso la creación de un fideicomiso de $6.500 millones para aquellas provincias que no sean beneficiarias de la tarifa social implementada vía el sistema SUBE. Asimismo, los gobiernos locales deberán aportar fondos propios para compensar parte de la quita de recursos por parte de la Nación. Por ejemplo, la Ciudad de Buenos Aires destinará $4.100 millones, la Provincia de Buenos Aires $25.222 millones, Córdoba $2.080 millones y Santa Fe 1.300 millones de pesos.

Entonces, ¿cuánto costará el colectivo en 2019?

A partir de marzo, el boleto mínimo de colectivo para el AMBA pasará de costar $13 a $18, pero al menos 15 ciudades más han confirmado que elevarán sus tarifas durante el primer trimestre del 2019. Será el final de una serie de aumentos escalonados, dado que el mínimo subirá de $13 a $15 en enero y a $16,50 en febrero.

Bariloche, la principal ciudad turística de la provincia de Río Negro, tendrá el boleto mínimo más caro del país con un costo de $27, seguido de cerca por Río Gallegos (capital de Santa Cruz), donde el colectivo pasará a valer entre $26-$29; y Córdoba, donde se cuenta desde noviembre con una tarifa mínima de $23,70 (ver datos).

Salta ya anunció un ajuste anual que llevará su tarifa a $26 pesos hacia el mes de diciembre de 2019. La tarifa media de transporte a nivel nacional era de aproximadamente $11 en enero de 2018, pero terminó el año ubicándose en 15,40 pesos. Se espera que para 2019 sea de $20, según un relevamiento propio en base a leyes, ordenanzas y notas periodísticas (ver datos).

Diferencias entre el Área Metropolitana y las provincias

Las tarifas de los servicios públicos abonadas por los residentes del AMBA son motivo recurrente de críticas por parte de los gobiernos y ciudadanos de otros distritos. Si bien para el caso de la energía ya no se observan distorsiones de precios por la eliminación de los subsidios en el segmento de transporte y distribución, no puede afirmarse lo mismo del transporte público de pasajeros. Según el “Pacto Fiscal”, firmado en el mes de noviembre de 2017, el Gobierno nacional se comprometió a eliminar los subsidios diferenciales al transporte que percibe el AMBA para el año 2021.

Entonces, ¿el valor del colectivo debería ser similar para todo el país? No necesariamente. Aquí los motivos:

1) El costo por kilómetro del transporte público automotor a nivel federal debería ser aproximadamente el mismo, si obviamos las posibles discrepancias como la incidencia tributaria local o la extensión de la jornada laboral de los colectiveros. Lo que modifica la ecuación financiera de las empresas es la densidad poblacional de las ciudades donde se presta el servicio. Ciudades con mayor proporción de habitantes por km2 tendrán una demanda potencial de transporte superior a las ciudades menos densas. Por lo tanto, el costo medio por pasajero (que resulta de dividir el costo total del servicio por los usuarios que lo utilizan) variará según cada caso.

2) Los cuadros tarifarios observados en cada provincia presentan distintos tipos de beneficios sociales en función de los sectores que se desea proteger. Si bien es común el destino de algún subsidio directo para financiar dichos descuentos, como es el caso del boleto estudiantil, otros beneficios suelen ser compensados a las empresas por medio de una tarifa superior a la de equilibrio que recae sobre quienes abonan el boleto ordinario.

3) Otros motivos pueden resultar de la existencia de servicios diferenciales, tarifa plana (es decir, boleto único independientemente de la distancia recorrida), tarifa por distancia recorrida, entre otros. Esto último genera que las comparaciones puedan resultar engañosas: ¿dónde poner el acento? ¿Sobre la tarifa media, el boleto mínimo, la sección más costosa, la tarifa diurna, la tarifa nocturna? Esta nota se realizó con los valores de boletos mínimos para simplificar el análisis, pero bien podrían hacerse otras comparaciones.

En conclusión, dejando de lado la política de subsidios, diversos motivos pueden explicar la razón por la cual cada ciudad tiene una tarifa de transporte distinta, incluso cuando se trata de un servicio como el colectivo que posee prácticamente el mismo costo en todo el país.

El interrogante que se presenta es si las asimetrías observadas no se profundizarán de cara al 2020, cuando las provincias ya no cuenten con la asistencia transitoria brindada por el Gobierno nacional y deban encarar por su cuenta la totalidad de los subsidios al transporte.