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Cuatro gráficos para entender el comercio de la Argentina con las potencias asiáticas

El presidente de la Nación, Mauricio Macri, está en la República Popular China, donde se reunió con su par, Xi Jinping, y participará de distintos eventos durante los cinco días de estadía en dicho país. Una vez finalizado este viaje, Macri partirá hacia Japón para firmar una serie de acuerdos oficiales. Al respecto, ¿cómo es hoy el comercio con ambas naciones, y cómo varió desde 1980?

– China

En la actualidad, China es el segundo socio comercial de la Argentina, ubicado sólo detrás de Brasil. Los datos provisorios de 2016 muestran que el año pasado se vendieron productos por un total de US$ 4.700 millones, a la vez que las importaciones chinas totalizaron casi US$ 10.500 millones. El saldo entonces fue negativo por US$ 5.800 millones, lo que convierte a China como la nación con la que nuestro país tiene el mayor déficit comercial.

Los porotos de soja son, por lejos, el principal producto que el país vende a China: en 2016 constituyeron un 60% del valor de las exportaciones, seguidos por el aceite de petróleo y la carne bovina.

En relación a este tema, el ministro de Agroindustria de la Nación, Ricardo Buryaile, viajó para reunirse con su par chino y declaró estar enfocado “en agregar valor a la producción de alimentos, de tal manera que no sólo seamos proveedores de materia prima, sino de la industrialización de la misma”. Por otro lado, la Argentina compra mayormente manufacturas industriales, como componentes de celulares o televisores.

La relevancia del país con más habitantes del mundo dentro de la economía argentina no siempre fue la misma. En 1980 China representaba sólo el 2,4% de las ventas, y apenas el 0,3% de las compras externas. Dicha proporción creció aceleradamente luego de la crisis de 2001, ubicándose el año pasado en un 8% y un 19%, respectivamente. China fue el primer destino asiático del presidente Néstor Kirchner, país que visitó en junio de 2004.

– Japón

Al igual que con China, la Argentina también posee un déficit estructural con Japón, aunque significativamente menor. En 2016, las ventas a ese país totalizaron US$ 663 millones y las compras US$ 953 millones, por lo que el saldo comercial fue negativo en US$ 291 millones, unas 20 veces menos que el déficit que mantiene nuestro país con China.

Pero la importancia relativa de Japón en el intercambio comercial argentino no siempre estuvo por debajo de la de China. Entre 1980 y 1995, la Argentina vendió más productos a Japón que a China en la mayoría de los años. Desde 1996, en cambio, las compras chinas fueron por montos más altos en todas las oportunidades.

Más pronunciada aún fue la caída de las compras de productos japoneses. En 1980, del total de bienes adquiridos en el exterior por la Argentina casi un 10% había llegado desde Japón. Ese porcentaje cayó constantemente desde entonces, y en 2016 tocó su piso más bajo: 1,7 por ciento.

En líneas generales, la relación comercial es similar a la que nuestro país mantiene con China. En la actualidad, la Argentina vende a Japón materias primas y alimentos, como cobre o camarones, y compra manufacturas industriales, como repuestos de automóviles. Durante su visita, Macri espera firmar acuerdos para promover las inversiones desde ese país.

En este sentido, según publicó Infobae, en el texto final del documento que firmarán el Presidente argentino y el primer ministro japonés, Shinzo Abe, figura una cláusula que permitirá a las empresas del país asiático recurrir al Centro Internacional de Arreglo de Diferencias relativas a Inversiones (CIADI), un tribunal de arbitraje internacional al que la Argentina se adhirió por ley en 1994, en caso de incumplimiento de contratos con el Estado nacional o de cambios normativos.

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