Las declaraciones de Chinda Brandolino en el programa de Viviana Canosa sobre las vacunas y los fetos abortados son falsas (II)
- En la Argentina, a diferencia de lo que señaló Brandolino, no existe el tráfico de órganos. Así lo informó el Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante (Incucai).
- Además, según la Ley 27.447, está prohibida “toda contraprestación u otro beneficio por la donación de órganos, tejidos o células y la intermediación con fines de lucro”.
- Los órganos, por último, no son vendidos a la industria cosmética: la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) prohíbe las “células, tejidos y productos de origen humano” como materia prima para cosméticos.
El pasado lunes 7 de diciembre Viviana Canosa entrevistó en su programa “Nada Personal” que se emite por Canal 9 a Chinda Brandolino, una médica de La Plata que suele viralizar desinformaciones (ver acá, acá y acá) sobre el nuevo coronavirus, que se pronunció en contra de la implementación de las vacunas y de la legalización del aborto en el Senado de la Nación en las audiencias donde se discutió el proyecto de ley de interrupción voluntaria del embarazo en 2018.
Durante la entrevista con Canosa -que tuvo más de 50 mil reproducciones en Twitter-, Brandolino señaló que “el negocio más rentable con los fetos es la venta de órganos, sobre todo en la industria cosmética”. Todas estas afirmaciones son falsas y en esta nota te explicamos por qué.
La venta de órganos está prohibida en la Argentina
“El primer destino más rentable es el negocio de órganos, después del aborto mismo la venta de órganos entre 80 y 100 dólares”, señaló Brandolino en el programa de Canosa. Esto es falso.
En la Argentina, en primer lugar, el tráfico de órganos se encuentra prohibido y sancionado por la legislación vigente, Ley 27.447: “Quedan prohibidos toda contraprestación u otro beneficio por la donación de órganos, tejidos o células o la intermediación con fines de lucro”.
Además, María del Carmen Bacqué, ex presidenta del Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante (Incucai), declaró en la Cumbre de Tráfico de Órganos realizada en el Vaticano en febrero de 2017 que en la Argentina no existe el tráfico de órganos, a diferencia de lo que señala Brandolino.
Según Bacqué, existe “un marco legal muy firme y restrictivo” en nuestro país, con “principios bioéticos muy determinados” que impide el turismo y la comercialización de órganos. Desde el Incucai confirmaron que “no existe ningún informe policial ni judicial de donantes o receptores que hayan recibido un trasplante en forma ilegal en Argentina”.
La Ley de trasplante de órganos, tejidos y células (Ley 22.447), expresa “el carácter voluntario, altruista, desinteresado y solidario de la donación de órganos y tejidos” y habilita sólo la donación entre personas vivas cuando existe una relación de consanguinidad de hasta el cuarto grado.
“La ley también requiere que un equipo externo evalúe al donante para que analice si efectivamente no existe ningún condicionamiento ni presión fuera de lo afectivo a la hora de tomar la decisión de donar un órgano”, señaló Bacqué.
Los industria cosmética no utiliza restos de órganos humanos
“Los restos de órganos de los chiquitos son vendidos a la industria cosmética”, afirmó Brandolino el lunes último. Esto también es falso.
La Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) -que regula a los cosméticos a través de la Resolución 155/98– sostiene que los productos para la higiene personal, cosméticos y perfumes “son aquellas preparaciones constituidas por sustancias naturales o sintéticas o sus mezclas, de uso externo en las diversas partes del cuerpo humano”.
En la legislación vigente, la ANMAT detalla las 421 materias primas que no pueden “bajo ninguna circunstancia ser utilizadas en la formulación de Productos de Higiene Personal, Cosméticos y Perfumes”. Entre las sustancias prohibidas están las “células, tejidos y productos de origen humano”.
Además, Chequeado se comunicó con Silvia Pérez Damonte, doctora en Farmacia especialista en Producción de Cosméticos y docente en la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la Universidad de Buenos Aires (UBA), quien señaló: “Los ingredientes que se usan en cosmética no provienen de restos de órganos humanos de ninguna manera. Las empresas proveedoras de materias primas para la industria cosmética utilizan como fuentes de obtención recursos naturales derivados de plantas, marinos, minerales, desarrollos a partir de la biotecnología o sintéticos”.
Por último, en lo que refiere al ámbito internacional, existen instituciones (ver acá, acá y acá) que reúnen a expertos que evalúan los ingredientes que se utilizan en cosméticos, la forma de obtención, pureza y aspectos de seguridad; y notifican a las autoridades correspondientes en cada caso sobre cualquier irregularidad.
Fecha de publicación original: 12/12/2020
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