Liquidación de granos: cinco puntos para entender el tema

Luego de criticar a los grandes productores por “amarrocar” sus stocks de soja por “avaricia”, el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, mantuvo ayer una reunión con los representantes de las cámaras exportadoras de granos para analizar la liquidación de divisas del sector externo. Algunas claves para entender el tema:  

– Capitanich se reunió con los directivos de la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (CIARA) y del Centro de Exportadores de Cereales (CEC). Ambas entidades nuclean a los principales actores agroexportadores del país, que son: Cargill, Dreyfus, Toepfer, ACA y ADM (salvo ACA, una asociación de cooperativas de origen nacional, las demás son empresas extranjeras). Entre estas cinco exportaron el 55% de los granos entre enero y noviembre de 2013 (ver datos).

– Las cooperativas ACA -ubicada en el cuarto lugar- y Agricultores Federados Argentinos (AFA) – en el noveno- aumentaron su participación en la exportación desde noviembre de 2005, según las cifras del Ministerio de Agricultura de la Nación. Esto se explica por la decisión del gobierno nacional de adjudicarles mayores cupos de exportación. Sin embargo, el director del Centro Interdisciplinario de Estudios Agrarios (CIEA) de la UBA, Eduardo Azcuy, consideró que “la estructura clásica se mantiene, aunque mejoró la participación de las cooperativas todavía no se encuentran en una posición que pueda significar un desplazamientio de los más grandes”.  

– En cuanto al nivel de concentración, las primeras diez empresas representan el 80% de las exportaciones del país, al igual que en 2012, pero existen 160 actores que operan en el mercado. Rogelio Ponton, asesor económico de la Bolsa de Cereales de Rosario, explicó que “no se trata de un mercado especialmente concentrado”. Esto es cierto si se lo compara con otros mercados de commodities mucho más concentrados, como es el caso del acero y el aluminio.

– El gobierno nacional acusó estos días a los productores y exportadores por no liquidar la soja a pesar del “nivel de rentabilidad” luego de la devaluación. Pero diferenció a los productores según su tamaño. Así lo hizo el ministro de Agricultura, Carlos Casamiquela, en una entrevista en Página 12: “Los pequeños y medianos productores no tienen capacidad de mantener en silos y silobolsas su producción. Generalmente venden cuando van sacando cosecha. Quien tiene stock de soja cuenta con una espalda financiera importante”.

“Hace tres meses, los exportadores, a través de la Mesa de Enlace, reclamaban una devaluación. Y ahora con el nuevo tipo de cambio siguen presionando. Según nuestros cálculos, hay 8 millones de toneladas de granos, mayormente soja, sin liquidar. Esto equivale a US$ 3.500 millones que podrían ingresar al país”, agregó el funcionario.

El dato de la cantidad de toneladas que no han ingresado al circuito comercial surge de los informes de compras, ventas y embarques del Ministerio, pero existen otras estimaciones que calculan siete millones de toneladas, de las cuales sólo cinco se pueden incorporar al mercado.

– Las entidades agropecuarias, como la Sociedad Rural Argentina (SRA), reconocen que los productores retienen sus granos y afirman que se necesitan más medidas, no sólo un dólar a ocho pesos, para incentivar la liquidación de la soja.

“Que hayan devaluado no alcanza. Tienen que recrear un escenario de confianza y detener el proceso inflacionario -dijo a Chequeado Javier Buján, presidente del Centro de Corredores y Agentes de Bolsa-, porque la competitividad que se puede ganar hoy se pierde en poco tiempo si la devaluación se traslada a los precios y los insumos que importan los productores se encarecen en dólares”.

En este sentido, el consultor agropecuario argumentó que los productores no venden su cosecha para mantener su poder adquisitivo en un escenario de incertidumbre cambiaria, y agregó que el porcentaje de la cosecha sin comercializar es similar al que se retuvo históricamente.

El titular de Coninagro y miembro de la Mesa de Enlace, Carlos Garetto, afirmó que “el grueso de los saldos de producción no están en manos de los pequeños productores. Los tienen las grandes cadenas y exportadores”.

Sin embargo, de acuerdo con las cámaras exportadoras, no son ellas sino los grandes productores los que retienen los granos y agregan que su nivel de liquidación de divisas hasta mediados de enero fue normal. Además de plazos jurídicos y regulatorios, aducen, como principales puntos, tres argumentos:

– El costo financiero que les significaría el acopio de los granos;

– La baja de la cotización internacional mientras ese bien dolarizado es retenido;

– Y las pérdidas económicas que se generaría así mismo el complejo oleaginoso (las exportadoras cuentan, a su vez, con plantas de procesamiento) si hubiera una parálisis por falta de materia prima para la producción de harina o aceite de soja, los dos principales bienes agroindustriales que se exportan desde la Argentina.

Luego de la reunión con las exportadoras, Capitanich informó que las cerealeras “han interpretado que el tipo de cambio es estable, las tasas de interés acompañan esta decisión y el precio futuro de la soja asciende a US$ 40 menos (sic) en el futuro próximo. Esto significa que existen condiciones objetivas para la liquidación de la cosecha acumulada en forma inmediata”.

El encuentro con las exportadoras se había realizado porque Capitanich y el ministro Axel Kicillof querían saber cuántos dólares podrían ingresar este mes, con el objetivo de frenar la caída de reservas del Banco Central. Los agroexportadores pidieron volverse a reunir esta semana con el Gobierno para entregar esa estimación.

Este chequeo contó con la colaboración de Ignacio Corral.