Matrimonios infantiles como forma de violencia: el 4,7% de niñas y adolescentes menores de 18 años están casadas o conviviendo en nuestro país

Casi el 5% de las mujeres menores de 18 años en la Argentina están casadas o en situación de convivencia con hombres mayores. Esta cifra se desprende del estudio “Previniendo el matrimonio y las uniones infantiles: una forma de violencia contra mujeres y niñas en la Argentina”, presentado por la Fundación para Estudio e Investigación de la Mujer (FEIM), junto con el apoyo del Fondo Fiduciario de ONU Mujeres para la Lucha contra la Violencia.

¿Qué se entiende por matrimonio infantil? La FEIM toma la definición de la ONG Girls not Brides (“Niñas, no esposas” en español), que incluye a “toda unión formal o informal en la que una o ambas partes tienen menos de 18 años”. Se considera forzado si uno o ambos no consintieron libremente. Y en menores de 15 se asume forzado ya que se considera que no tienen capacidad de consentir.

Sobre este punto, la fundadora de FEIM, Mabel Bianco, explicó a Chequeado: “Pese a que el consentimiento sexual es a los 13 años, entendemos que estas relaciones representan un acto más amplio porque la mujer tiene que convivir con esa pareja, es mucho más que consentir un acto sexual. Internacionalmente, se considera que con menos de 15 años no tiene capacidad de consentir, por eso se considera forzado”. 

El estudio se hizo en base a datos del último Censo de 2010 porque el de 2020 no pudo realizarse debido a la pandemia. ¿Qué dicen los resultados? Lo explicamos en esta nota.

Porcentaje de niñas y adolescentes casadas o conviviendo en nuestro país

En la Argentina, el 4,7% de niñas y adolescentes (menores de 18 años) están casadas o conviviendo. La mayoría de los casos se concentra en el noreste argentino. 

Las provincias de Misiones (7,2%), Chaco (6,9%) y Formosa (6,4%) lideran las cifras de niñas y adolescentes que viven en matrimonio o convivencia. Le siguen Santa Fe (5,4%), Entre Ríos (5,4%), Santiago del Estero (5,3%), Corrientes (5,3%), Salta (5%) y La Rioja (4,9%).

Según Bianco, la principal razón es económica, pero no es la única. “Lo primero que impacta es la pobreza, pero también hay factores socio-culturales en la población indígena, con valores ancestrales. Los casos también son intrafamiliares y el noreste argentino se ve mucho más afectado”, señaló la fundadora de FEIM.

Además, para mostrar la relación que existe entre el matrimonio infantil y el embarazo adolescente, el estudio resaltó que Misiones y Chaco presentan los mayores porcentajes de madres menores de 20 años. Se trata de las mismas provincias que encabezan la estadística de matrimonios y uniones.

Por último, el estudio muestra el vínculo que existe entre el matrimonio o la unión infantil y el abandono escolar. “Estas mujeres son las que abandonan la escuela, se convierten en niñas o adolescentes madres, tienen mayor riesgo de infecciones con VIH y están en peligro porque aumenta el riesgo de que sean víctimas de violencia de género”, resumió Bianco.

Cuáles son los problemas más frecuentes que conlleva el matrimonio o las uniones convivenciales

A partir del estudio de la FEIM, se desprende que alrededor del 80-90% de las niñas y adolescentes sufren violencia de género: conviven con el agresor y, en la mayoría de los casos de violencia y/o femicidio, se dan en los mismos hogares y/o de familiares próximos. 

“Los problemas más frecuentes que conlleva el matrimonio o las uniones en la adolescencia están relacionados con la violencia que padecen las chicas en mayor medida”, explicó Bianco.

El informe relacionó las estadísticas oficiales sobre femicidios que elabora la Oficina de la Mujer de la Corte Suprema de Justicia. ¿Cuáles fueron los resultados? Entre 2017 y 2019, 72 niñas y adolescentes de entre 14 y 19 años fueron víctimas directas de femicidio, de las cuales el 50% convivían con sus parejas. 

Con respecto a esto último, Bianco señaló: “El aislamiento, la restricción de la libertad y el embarazo posicionan a las niñas y adolescentes en una relación desigual de poder con sus parejas y con la imposibilidad de poder acceder a información, atención de su salud, educación y a sus redes familiares, volviéndose un círculo peligroso de violencia. Esto último se vio incrementado con la pandemia de COVID-19”.

Si querés datos e información verificada sobre cuestiones de género, entrá a este especial de Chequeado.