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Claves sobre la energía nuclear

Se empezó a utilizar en los años ‘50 y se expandió después de los shocks petroleros de 1973 y 1979, cuando quedó demostrada la dependencia de muchos  países de los grandes exportadores de petróleo. Hoy aporta alrededor del 14% de la electricidad mundial y es producida en 31 países. No emite CO2, como el petróleo y el carbón, por lo que no contribuye al calentamiento global, pero maneja materiales muy tóxicos. A continuación, las claves de la energía nuclear.

Cómo funciona: Los reactores nucleares funcionan de manera similar a otras centrales energéticas, pero en lugar de usar carbón u otros combustibles para generar calor, usan la fisión nuclear. En la mayoría de las plantas, el calor liberado por la división del átomo es usado para calentar agua y transformarla en vapor, que mueve turbinas y genera electricidad. La energía se hace a partir del uranio, que se extrae principalmente de Canadá, Australia y Kazakhastán, y que luego tiene que ser enriquecido, un proceso que facilita la división.

Los deshechos: Una vez terminado el proceso de producción de energía, quedan restos inutilizables. Ellos pueden mantener cargas radioactivas, dañinas para el medio ambiente, durante miles de años. En la mayoría de los casos, estos residuos son guardados en recipientes de acero, dentro de contenedores de cemento, para evitar que se derramen. El material más peligroso tiene que pasar por un tratamiento previo para que baje su nivel de radioactividad. Aún no se ha encontrado una solución definitiva al paradero de los residuos. Algunos países, como Estados Unidos, evalúan la posibilidad de enterrar en profundidad los deshechos.

Según explicó a Chequeado.com Antonio Brailovsky, docente de la Universidad de Buenos Aires y especialista en temas medioambientales, “durante un período se pensó que la energía nuclear en la Argentina podía financiarse gracias a un ‘basurero internacional’ donde se le alquilarían espacios dentro del país a otras naciones para dejar sus residuos nucleares. Hoy esa posibilidad está prohíbida por la Constitución”. Efectivamente el artículo 41 de la Constitución Nacional “prohíbe el ingreso al territorio nacional de residuos actual o potencialmente peligrosos, y de los radioactivos.”

Por qué lo nuclear: Para Japón como para otros países que carecen de reservas energéticas, la energía nuclear es una posibilidad de asegurar parte del suministro eléctrico. Antes de la tragedia, el 30% de su electricidad era producida por las 55 centrales nucleares.

Además, es una alternativa a otras fuentes energéticas que producen gases de efecto invernadero (las energías tradicionales: carbón, gas y petróleo), y por ende una posible salida al dilema de cómo mantener el desarrollo económico sin aumentar los niveles de CO2 que generan el cambio climático.

En la Argentina existen dos centrales nucleares que aportan alrededor del 7% de la electricidad del país, y está por inagurarse la tercera, Atucha II.

Seguridad: El principal problema en la planta nuclear de Fukushima tras el tsunami fue que el sistema de refrigeración se dañó en la catástrofe. Al subir la temperatura de la planta las barreras de metal que contienen el uranio comienzan a derretirse y a mezclarse con el material radioactivo y se vuelve un magma peligroso. En eso consiste la fusión del núcleo. Una vez ocurrido esto, como sucedió en Japón, lo central es que la protección alrededor resista y ese magma no pueda contaminar fuera de la central. Todavía no se sabe qué efectos podría tener el accidente de Fukushima, pero los altos índices de radiación en el agua hacen pensar a algunos especialistas que pudo haber una fuga de uno de los reactores.

El costo de la energía nuclear va a subir en los próximos años”, explicó Brailovsky, “porque ahora nadie va a querer ahorrar en seguridad.” Y asegura además que “dentro de los costos de producir energía nuclear, muchas veces no se consideran los costos de tratar los desechos radioactivos o los de cerrar la planta una vez que no se puede seguir usando.”

Riesgos para la salud: Las partículas radioactivas, al entrar en contacto con organismo vivos, alteran los tejidos de las células, y en casos de exposición extrema pueden matarlas. Los primeros síntomas son náuseas, mareos, diarrea y luego quemaduras. A largo plazo puede provocar cáncer. La radiación presente ahora alrededor de la planta es de 1.000 milisievert (medida de radiación) por hora, que puede causar mareos, náuses y vómitos. 100 milisievert por año es considerado el límite de exposición antes de incrementar los riesgos de cáncer.

Fecha de publicación original: 28/03/2011

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Comentarios

  • Diego28 de marzo de 2011 a las 5:57 pmEstaría bueno aclarar que los reactores de Fukushima tienen 50 años de diseño y 40 de funcionamiento. No fué diseñado para un sismo de 9 grados y a pesar de ello lo resistió igual.

    Los reactores de tercera generacion actuales son cientos de veces más seguros ya que entre otras cosas, cuentan con sistemas de enfriamiento ante emergencias que no requieren electricidad.

    Saludos!
  • Silvano29 de marzo de 2011 a las 3:00 pmEl tema de la energía no es solo la oferta, sinó la demanda. Para que queremos mas energía, para TV plasma mas grandes, mas AC o para mejorar la calidad de vida de un monton de gente. Es decir, contaminamos para que? Como distribuimos lo que hay? A las "alternativas" les falta mucho todavía. La idea energia barata, limpia y abundante es una falacia. Es cuestión de cabeza. Como hacemos para cambiarla?
    • Nicolas6 de abril de 2011 a las 6:54 pmcoincido con Silvano, es indispensable trabajar en el uso de nuevas energias dando cada vez mas importancia a la seguridad y el cuidado del ambiente, pero al margen de todo eso seria mas importante hacer un balance y controlar el destino de esa energia, vivimos en un mundo limitado en recursos y cualquier modificacion que le hagamos a éste contamina, en nosotros esta decidir que precio estamos dispuestos a pagar por todas esas comodidades que nombra Silvanto y tantas otras cosas mas a mayor escala
  • Roberto8 de abril de 2011 a las 2:53 amAdemas tenemos en camino una "profecia autocumplida": No hacemos nuevas centrales nucleares porque son peligrosas y mantenemos en operacion centrales viejas (por uso y diseño) que al no ser reemplazadas por nuevas indefectiblemente fallaran, y ahi diran: Vieron que son peligrosas!
    • Nicolas4 de septiembre de 2016 a las 11:54 amLos deshechos: Una vez terminado el proceso de producción de energía, quedan restos inutilizables. Ellos pueden mantener cargas radioactivas, dañinas para el medio ambiente, durante miles de años. En la mayoría de los casos, estos residuos son guardados en recipientes de acero, dentro de contenedores de cemento, para evitar que se derramen. El material más peligroso tiene que pasar por un tratamiento previo para que baje su nivel de radioactividad. Aún no se ha encontrado una solución definitiva al paradero de los residuos. Algunos países, como Estados Unidos, evalúan la posibilidad de enterrar en profundidad los deshechos.
  • natan12 de abril de 2011 a las 2:21 pmExcelente el artículo, pero... el uso de la palabra magma no es de lo mas feliz en este contexto (ver abajo la definicion de la real academia y de wikipedia) y nos trae la imagen de un volcán que expele violentamente materia a la atmósfera muy distinta de lo que sucede en un accidente como el de Fukushima.



    RAE
    Masa ígnea en fusión existente en el interior de la Tierra, que se consolida por enfriamiento.

    WIKIPEDIA
    El magma es una mezcla de alta temperatura compuesta de roca fundida (principalmente silicatos) y gases. Se halla en el interior de la tierra que tiende a ascender y a salir por las grietas de la corteza formando un volcán. El magma ascendente que, desde su generación hasta antes de su solidificación, extrude en la superficie, recibe el nombre de lava.

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