Qué son las Infecciones de Transmisión Sexual y cómo prevenirlas
- Las ITS han crecido de manera sostenida en los últimos años en nuestro país. Por ejemplo, los contagios de sífilis crecieron entre 2010 y 2018 un 650%.
- Además de la sífilis, se cuentan otras, como la clamidia, gonorrea y el VIH, respecto del cual los últimos años hubo cierto relajamiento en la prevención y, a la vez, avances en el tratamiento.
- La falta de controles médicos y de información acerca de las ITS hace que muchas personas infectadas no sepan de su situación.
Cada día, más de 1 millón de personas contraen una infección de transmisión sexual en el mundo, incluyendo VIH, sífilis, clamidia y gonorrea, entre otras. Estas enfermedades se transmiten a través de las relaciones sexuales sin protección. En ocasiones, la persona que quedó infectada no tiene síntomas o la infección no se transforma en enfermedad; es por ello que se ha comenzado a hablar de Infección de Transmisión Sexual (ITS) y no de Enfermedad de Transmision Sexual (ETS). En definitiva, ambos términos se refieren a lo mismo, pero es necesario tener en cuenta que podemos contraer una ITS sin tener una ETS.
Las ITS han crecido de manera sostenida en los últimos años en nuestro país: en 2010, 8 personas cada 100.000 tenían sífilis; para 2018, la cifra era de 51,1. Es decir: en 8 años, aumentó en un 650% la cantidad de personas infectadas.
Aunque este crecimiento fue similar entre varones y mujeres, según los datos presentados por el Ministerio de Salud de la Nación, afecta de manera muy especial a los más jóvenes: hay 250% más personas infectadas entre los 18 y los 24 años (126 cada 100.000) que entre los 25 y 44 (50,8 cada 100.000).
Junto con la sífilis, otras infecciones de transmisión sexual (VIH, gonorrea, clamidia, tricomoniasis, entre otras) aumentaron a niveles preocupantes en los últimos años. ¿Por qué sucedió esto? Hay muchas razones.
Después de muchos años de campañas muy efectivas, especialmente para prevenir el VIH/SIDA, en los últimos años hubo cierto relajamiento en la prevención de ITS, lo cual se sumó a los avances en el tratamiento de algunas de esas enfermedades.
Todo esto llevó a una falsa seguridad y al abandono de los métodos de barrera en las personas mayores, y directamente a la falta de uso por parte de las personas más jóvenes, como muestra el cuadro anterior.
Además, muchas veces no hay un adecuado acceso a estos métodos, ya sea por falta de disponibilidad de, por ejemplo, preservativos, o por falta de información acerca de su uso correcto.
En tercer lugar, existen también situaciones de violencia de género en las que una de las personas involucradas se niega a utilizar métodos de barrera y fuerza a su pareja a tener relaciones sexuales de ese modo.
Finalmente, la falta de controles médicos y de información acerca de las ITS hace que muchas personas infectadas no sepan de su situación, ya sea porque no saben interpretar los síntomas, o porque cursan la enfermedad de forma asintomática.
Métodos de barrera
La prevención individual de las ITS depende del uso de métodos de barrera: preservativo masculino, preservativo femenino y protector bucal o campo de látex.
El diafragma no es un método adecuado para prevenir ITS. Tampoco los otros métodos anticonceptivos, como las pastillas anticonceptivas, el anillo vaginal, el DIU, etcétera. Es fundamental garantizar el acceso a información de calidad y métodos adecuados desde las instituciones de salud, y resolver la “negociación” del uso de métodos de barrera en la pareja a partir del respeto mutuo y el cuidado del cuerpo y la salud. Por sobre todas las cosas, es necesario comprender que las ITS son un problema que atraviesa todas las etapas de la vida.
VIH/SIDA: cosas que es bueno recordar
La palabra “sida” es, en realidad, una sigla que significa “Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida”, es decir, un conjunto de síntomas (“síndrome”) que se producen a causa de un debilitamiento muy fuerte del sistema inmunitario.
Pese a lo que muchas veces se piensa, el sida no es la enfermedad, sino su consecuencia; la enfermedad que lo causa es el “VIH” (“Virus de Inmunodeficiencia Humana”), también llamado “HIV” (por sus siglas en inglés, “Human Immunodeficiency Virus”). El nivel de debilitamiento del sistema inmunitario y la aparición de determinadas infecciones y/o enfermedades que genera se utilizan como indicadores para saber si la infección por el VIH ha evolucionado y causado SIDA.
En otras palabras: una persona puede tener VIH sin haber desarrollado el SIDA, contagiando a otras personas sin saberlo. Por eso es fundamental prevenir e informarse.
El VIH tiene tres vías de contagio:
• Vía sanguínea: el contagio se produce al entrar en contacto con sangre infectada, ya sea a través de las mucosas o directamente en el torrente sanguíneo (compartiendo jeringas, por ejemplo).
• Vía perinatal: la persona gestante puede transmitir el virus al bebé durante el embarazo, el parto o la lactancia. Con un tratamiento adecuado, sin embargo, este riesgo se reduce prácticamente a cero.
• Vía sexual: el contagio se produce en relaciones sexuales vaginales, anales u orales sin protección, a través de lesiones o heridas microscópicas. El 96% de las mujeres y el 99% de los varones notificados con diagnóstico de VIH entre 2016 y 2018 se infectaron durante relaciones sexuales sin protección.
Es fundamental entender también de qué maneras no se contagia el VIH: ni a través de estornudos o tos, picaduras de un mosquito, saliva, compartir un baño; tampoco se contagia a través de las lágrimas, el sudor, el aire, el agua o los alimentos. Tampoco se contagia por practicar deportes, besar, abrazar, dar la mano, jugar, trabajar o estudiar, compartir duchas o piscinas e intercambiar ropa con personas con VIH
VIH/ SIDA: cosas que quizás no sabías
¿Tuviste relaciones sexuales sin protección, o se rompió el método que estabas usando, y pensás que tu pareja puede tener VIH? En estos casos, existe un tratamiento, que se denomina Profilaxis Post-Exposición (PEP), que usa medicación antirretroviral en personas sin VIH luego de una exposición potencial (una exposición potencial es aquella que se produjo con una persona con VIH o que es probable que tenga VIH). Este tratamiento es seguro y efectivo para reducir el riesgo de infección por VIH cuando se inicia dentro de las 72 horas de la exposición. Puede solicitarse en cualquier centro de salud público y debe realizarse de manera completa y bajo control médico.
Este tratamiento, sin embargo, no debe usarse como método habitual, puesto que no es 100% efectivo y tiene riesgos asociados. El método de barrera debe ser siempre la primera opción de prevención.
¿Sabías que existe un tratamiento preventivo para personas sanas que tienen mayor riesgo de contraer VIH? Hay grupos de personas que tienen mayor riesgo de contraer VIH. Según la Organización Mundial para la Salud (OMS), las probabilidad de contraer la infección es 14 veces mayor en las trabajadoras del sexo que en otras mujeres, 19 veces mayor en los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres que en la población general, 50 veces mayor en las mujeres transexuales que en otros adultos y 50 veces mayor en quienes consumen drogas inyectables que en la población general.
Para estos grupos de personas, existe la Profilaxis Pre-Exposición (PrEP), un tratamiento con medicación antirretroviral para personas que no tienen VIH pero tienen un alto riesgo de contraer el virus. Cuando se toma diariamente, la PrEP tiene una eficacia mayor al 95% en términos de reducción del riesgo de infección por VIH. Por eso, constituye una medida altamente costo efectiva cuando se aplica en poblaciones clave.
El uso de PrEP, sin embargo, debe complementarse siempre con campañas de prevención focalizadas y un mejor acceso al sistema de salud para las poblaciones con mayor riesgo de contagio.
¿Sabías que se puede reducir a 0 la transmisión del virus en personas con VIH positivo? Se lo conoce como “I = I” (Indetectable = Intransmisible): las personas con VIH que reciben tratamiento antirretroviral efectivo y mantienen una carga viral indetectable durante al menos seis meses no transmiten el virus a otras personas por vía sexual. Este concepto está apoyado en evidencia científica sólida respaldado por múltiples entidades gubernamentales, científicas y de la sociedad civil en todo el mundo.
Para llegar a ese punto, sin embargo, es fundamental saber si tenemos VIH y acceder a un tratamiento adecuado. En la actualidad, se estima que hay 38 millones de personas con VIH en el mundo, aunque el 20% no lo sabe. Sólo 2 de cada 3 personas que saben que tienen VIH reciben tratamiento antirretroviral. Esto significa que hay 7.600.00 personas con VIH que no lo saben, y 10.032.000 personas que lo saben, pero no reciben un tratamiento adecuado.
Otras ITS
Aunque el VIH es probablemente la ITS más conocida, a causa de las campañas de concientización y prevención que se sostuvieron durante años, lo cierto es que son muchas y muy variadas. La buena noticia es que todas ellas se pueden prevenir de la misma manera, mediante métodos de barrera: preservativo masculino, preservativo femenino y campo de látex.
Es importante estar atentos al propio cuerpo para detectar signos de una ITS: ador al orinar, flujo genital o anal diferente al habitual, dolor en la parte baja del abdomen, lesiones en la boca o verrugas genitales. Una señal preocupante es el pus en el pene o la vagina, generalmente causado por bacterias como la clamidia, mycoplasma genitalium, mycoplasma hominis, gonorrea, tricomoniasis e infecciones por ureaplasma (éstas suelen ser parte de la flora genital habitual y no siempre son causa de infección). Es importante detectar estas infecciones a tiempo y que sean evaluadas correctamente para poder resolverlas y así evitar tanto su transmisión, como sus posibles consecuencias a largo plazo.
Entre las ITS más extendidas se encuentran la clamidia y la gonorrea, dos infecciones bacterianas que afectan sobre todo a adolescentes y personas adultas jóvenes de entre 15 y 24 años. Mientras que la clamidia afecta más a las mujeres (82% de positividad), la gonorrea es más frecuente entre los varones (77,6%).
El linfogranuloma venéreo (LGV) es una infección prolongada causada por ciertos tipos de clamidia que no se conocía en la Argentina hasta el año 2017. Entre 2017 y 2018, sin embargo, se detectaron 33 casos, situación que disparó una alerta sanitaria de nivel nacional. En el 40% de estos casos, el LGV se produjo en personas que además tenían otra ITS, como VIH, sífilis o gonorrea.
Otra ITS poco conocida, pero muy frecuente, es el Virus del Papiloma Humano (VPH), un conjunto de virus de transmisión sexual muy comunes en todo el planeta. Hay más de 200 tipos diferentes de VPH, y se estima que el 80% de las personas tendrá VPH en algún momento de su vida.
Aunque en muchas personas infectadas no causará daño, se sabe que algunos tipos de VPH causan ciertos cánceres, como cáncer de cuello uterino, anal y orofaríngeo. El cáncer de cuello uterino es el cuarto cáncer más frecuente en las mujeres y se estima que unas 270,000 mujeres a causa de él cada año.
En Argentina la vacuna cuadrivalente contra el VPH forma parte del Calendario Nacional de Vacunación para todas las niñas y niños de 11 años de edad, y se puede recibir de forma gratuita en cualquier centro de salud.
Fecha de publicación original: 24/09/2020
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