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Recalde y los porteños que viven en la informalidad

El 10% de la población -250 mil personas- hoy vive en la Ciudad de Buenos Aires en villas o asentamientos, barrios que no han sido urbanizados y no tienen los servicios mínimos”, dijo en una entrevista en Vorterix Mariano Recalde, precandidato a jefe de Gobierno por el Frente para la Victoria. Los datos respaldan la afirmación del también presidente de Aerolíneas Argentinas: la Secretaría de Hábitat e Inclusión (SECHI) del Gobierno porteño dio a conocer en 2014 una estimación intercensal que calcula en 275 mil los habitantes que residen en asentamientos informales.

Si se considera este número y se lo compara con los datos de los Censos de 2001 y 2010, la población que vive en estas condiciones aumentó un 156% en los últimos trece años, y casi un 70% en los últimos cuatro. El INDEC realiza Censos nacionales cada diez años porque así lo establece la metodología internacional, por lo que aún no hay datos consolidados más actuales que 2010.

La creación de barrios informales no es un fenómeno exclusivo de la Ciudad. Según un estudio realizado en 2013 por la ONG TECHO, en los territorios relevados (Provincia de Buenos Aires, Córdoba, Gran Rosario, Salta, Alto Valle, Río Negro y Posadas) se identificaron más de 1.800 asentamientos informales en donde habitan, aproximadamente, 532.800 familias. La metodología de la misma organización considera que un asentamiento informal es un barrio de vivendas con diferentes grados de precariedad y hacinamiento, conformado por diversas estrategias de ocupación, con déficit de servicios básicos y tenencia irregular del suelo.

Fecha de publicación original: 16/04/2015

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Comentarios

  • Santiago22 de abril de 2015 a las 3:48 pmLa informacion de la ONG TECHO no me parece representativa, me gustaria que "chequeado" revise si la actividad y por ende la informacion que sale de dicha ONG debido a que su actividad es muy contradictoria, en teoria luchan contra la desigualdad fabricando casas muy precarias, en teoria realizan trabajo comunitario y favorecen la participacion cuando en realidad todas sus practicas son clientelares, ayudando a cambio de permanentes favores, ademas, reciben el apoyo de grandes empresas cuyos monopolios son responsables en muchos casos de esta desigualdad.

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