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Esta nota tiene más de un año
FrasesEn proceso, demorada
Se avanzó poco o nada en las medidas necesarias para cumplir con el compromiso, pero todavía podría lograrse en el resto del período de mandato.

Alberto Fernández prometió en 2019: “Recuperaremos la inversión en el sistema universitario”

Si tenés sólo unos segundos, leé estas líneas:
  • En 2022, la inversión en universidades se mantuvo por arriba de 2019, el peor año en términos de desembolsos del gobierno de Mauricio Macri, pero descendió respecto de 2021.
  • El monto sigue sin alcanzar aún los números de 2018, el segundo año más bajo de la gestión de Cambiemos.
  • Para 2023, las proyecciones varían dependiendo de los ítems que se incluyan en el cálculo, aunque la mayoría indica que la inversión en universidades caerá el año próximo.

Durante la campaña electoral de 2019, el entonces candidato del Frente de Todos y actual presidente de la Nación, Alberto Fernández, se comprometió en su plataforma de campaña a “recuperar la inversión en el sistema universitario” y prometió en diversas oportunidades “reivindicar el valor de la universidad pública”. A 3 años del inicio de su gobierno, ¿qué dicen los datos?

En 2022, la inversión en universidades se mantuvo por arriba de 2019, el peor año en términos de inversión del gobierno de Mauricio Macri (Cambiemos), pero descendió respecto de 2021 y el monto sigue sin alcanzar aún los números de 2018, el segundo año más bajo de la gestión de Cambiemos. Para 2023 las proyecciones varían dependiendo de los ítems que se incluyan en el cálculo.

Al igual que en 2021, esta promesa se encuentra “en proceso, demorada”. Es decir, se avanzó poco o nada en las medidas necesarias para cumplir con el compromiso, pero todavía podría lograrse en el resto del período de mandato del Frente de Todos.

La inversión en universidades, entre el estancamiento y la baja

En el primer año de gestión de Fernández, el financiamiento estatal destinado a las universidades nacionales en pesos constantes (es decir, descontando el efecto de la inflación) descendió de $ 309.994 millones en 2019 a $ 304.547 millones en 2020, mientras que en 2021 la cifra creció un 5,3%, al alcanzar los $ 320.781 millones. Es decir, en el primer año de gestión del Frente de Todos la inversión en términos presupuestarios en universidades cayó, pero en el segundo año creció.

Para 2022, según el presupuesto vigente, los recursos prácticamente se encuentran levemente a la baja: según los cálculos de Chequeado, el financiamiento descendió un 1,7%.

El dato surge de un cálculo en base a 3 fuentes: los datos del Presupuesto Abierto vigente a noviembre último para el presupuesto de la Secretaría de Políticas Universitarias (SPU) del Ministerio de Educación de la Nación, el presupuesto de otros ministerios para obras de infraestructura universitaria y el incremento promedio del Índice de Precios al Consumidor (IPC) y del IPC 9 Provincias para el período en el que el INDEC estuvo intervenido (2007-2015).

Agustín Claus, especialista en Políticas Educativas de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), indicó a este medio en esta nota que para calcular la evolución de los gastos del año próximo debe tenerse en cuenta el promedio de aumento de la inflación en 2023, y no su evolución interanual a diciembre (que en el mensaje que acompaña el proyecto del presupuesto se proyecta en 60%).

Esto se debe a que los gastos se van a ir ejecutando de forma paulatina cada mes y no todos juntos en diciembre, por lo que es necesario considerar el incremento promedio del IPC.

En este caso, de acuerdo con los datos oficiales, el incremento promedio anual del IPC para 2023 es del 75%. Esto se condice con el porcentaje de aumento de las remuneraciones del personal previstas en el proyecto de presupuesto.

Teniendo en cuenta esto, si se mira la serie histórica en términos reales, aunque la inversión se mantiene por arriba de 2019 -el último año del gobierno de Macri-, los fondos descendieron respecto de 2021, y 2022 se mantiene aún por debajo del resto de los años del gobierno de Cambiemos (2016, 2017 y 2018).

Existen factores estructurales que atentan contra el crecimiento de la inversión en educación”, señaló a Chequeado Marisa Álvarez, docente e investigadora de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires y especialista en financiamiento educativo. Y enumeró: “La marcada inestabilidad económica, el crecimiento errático de distintos sectores, la suba de la deuda pública, el desequilibrio fiscal y la pérdida de efectividad de los instrumentos de financiamiento”.

Natalia Gardyn, docente e investigadora de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA, agregó: “En 2022, el proceso inflacionario produce un descalce entre lo presupuestado y los requerimientos reales de funcionamiento. El incremento de los costos y las necesidades de aumentos salariales por la inflación, teniendo en cuenta que constituyen aproximadamente el 80% del presupuesto de las instituciones universitarias, da cuenta de un estancamiento o baja de la inversión educativa cuando se analiza en términos reales”.

Para 2023 las proyecciones varían

Los números para 2023 tampoco son buenos: para este año las proyecciones varían dependiendo de los ítems que se incluyan en el cálculo. Si se tiene en cuenta el IPC promedio para el año que viene el presupuesto destinado a las universidades nacionales podría aumentar en términos reales un 2,4%. Sin embargo, si se tienen en cuenta las estimaciones de inflación promedio del Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) que publica el Banco Central de la República Argentina (BCRA), el número caería 10,6%.

En ambos casos, se incluyen los $ 193.754 millones comprometidos en Obligaciones a Cargo del Tesoro, un monto frecuentemente utilizado por el Gobierno nacional para la pauta salarial a acordar con los gremios, como se explica en esta nota. Otras estimaciones que no las incluyen, y dependiendo de si se estima con el IPC promedio o el REM, indican que la inversión en términos reales podría caer el año próximo entre un 19,4% y un 28,4%.

Como se explica acá, no es posible decir a ciencia cierta cuánto aumentará o caerá la inversión en determinada área en períodos futuros, dado que las partidas pueden tener modificaciones, ser subejecutadas y/o reasignadas.

Además, esta caída a nivel de las universidades coincide con un descenso en términos presupuestarios para 2023 para todo el Ministerio de Educación, como se explica en esta nota.

Otra manera de mirar el avance del presupuesto es en relación con el Producto Bruto Interno -PBI- (es decir, lo que produce un país durante cierto período). Para 2022, las proyecciones para todo el año dan que este número cae de 0,69% en 2021 a 0,65%, el número más bajo desde 2014.

En conclusión, en 2022 la inversión en universidades se mantuvo por arriba de 2019, el peor en términos de inversión del gobierno de Mauricio Macri, pero descendió respecto de 2021 y el monto sigue sin alcanzar aún los números de 2018, el segundo año más bajo de la gestión de Cambiemos. Para 2023 las proyecciones varían dependiendo de los ítems que se incluyan en el cálculo. Por eso, esta promesa continúa siendo “en proceso, demorada”.

EN PROCESO, DEMORADA: se avanzó poco o nada en las medidas necesarias para cumplir con el compromiso, pero todavía podría lograrse en el resto del período de mandato.

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