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FrasesDiscutible
No es claro que la afirmación sea cierta o no. La conclusión depende de las variables con las que se la analice.

Camaño, sobre el salario mínimo: “En el ranking de asalariados en dólares de la región hoy estamos cuartos”

En una reunión informativa del jefe de Gabinete de Ministros, Marcos Peña, ante la Cámara de Diputados de la Nación, la diputada del Frente Renovador Graciela Camaño señaló: “El Gobierno que se fue nos dejó primeros en el ranking de asalariados en dólares de la región. Hoy estamos cuartos”. ¿Qué dicen los datos?

Consultada por Chequeado, desde el entorno de Camaño señalaron que la diputada se había basado en una nota de la revista Fortuna. Esta publicación cita como fuente un informe de la Universidad Nacional de Avellaneda sobre el salario mínimo donde se señala lo dicho por la referente del Frente Renovador.

La validez de la afirmación de la diputada depende de la forma en la que se mida el salario. La más convencional consiste en comparar remuneraciones en dólares corrientes (esto es, dividiendo el salario mínimo en la moneda local de cada país por el tipo de cambio). Esta medición, si bien es la más fácil de calcular, presenta el problema de que no tiene en cuenta que un dólar no compra lo mismo en distintos lugares.

Para resolver esta falencia es que se creó la noción de “paridad de poder adquisitivo” (PPA), por medio de la cual se tienen en cuenta los disímiles niveles de precios que existen entre los países.

Los dichos de Camaño son verdaderos si se toma el salario en dólares corrientes. Al considerar el dólar oficial, el salario mínimo era de US$ 583 antes del cambio de gobierno (noviembre de 2015) y se ubicaba al tope de la región, contra US$ 357 en junio de 2018, por debajo de Chile (US$ 435), Uruguay (ídem) y Ecuador (US$ 386), y muy similar a Paraguay (US$361).

Pero en ese momento en nuestro país se encontraba vigente la restricción de compra de divisas extranjeras conocida como “cepo cambiario”, y el dólar paralelo tenía una cotización de alrededor de $15, por encima del tipo de cambio oficial. Si se utiliza ese valor, el salario en dólares de noviembre de 2015 fue de US$369 dólares, cifra que también era la más alta de la región, aunque mucho más parecida a la de los países anteriormente mencionados.

Fuente: Elaboración propia en base a relevamiento de Chequeado, FMI (tipos de cambio oficiales) y La Nación Data (tipo de cambio paralelo).

No obstante, como se mencionó, es impreciso tomar los salarios en dólares corrientes, ya que un dólar no compra lo mismo en un país y en otro. En segundo lugar, también hay que tener en cuenta que tampoco es del todo correcto comparar el salario mínimo solamente en un mes, particularmente en países inflacionarios y con inestabilidad cambiaria como la Argentina.

Dicho de otra manera, en nuestro país tanto el salario mínimo en dólares corrientes como su poder adquisitivo tienen forma de “serrucho”, ya que cuando se producen los aumentos (dos veces al año, por lo general) aumenta y en el resto de los meses tiende a decaer. Por tal razón, es siempre mejor tomar un promedio anual del salario mínimo para captar mejor las tendencias.

Fuente: Elaboración propia en base a relevamiento de Chequeado, FMI y Banco Mundial. Para transformar los salarios en dólares a paridad de poder adquisitivo se usó el factor de conversión del consumo privado que publica el Banco Mundial. Los datos de inflación de la Argentina corresponden al IPC-CABA, IPC-San Luis e IPC-Córdoba hasta diciembre de 2016 y al IPC-Nacional INDEC desde entonces. Los datos de inflación y tipo de cambio de otros países provienen del FMI.
*Se tomaron los salarios mínimos brutos, y sin contemplar las eventuales diferencias en las horas trabajadas que estipula cada legislación, ni tampoco otras regulaciones tales como aguinaldo, vacaciones o contribuciones patronales.

Corrigiendo por paridad de poder adquisitivo, a fines de 2015 y principios de 2016 el salario mínimo de la Argentina también era el más alto de la región, levemente por encima de Paraguay. Sin embargo, desde la segunda mitad de 2017 la Argentina pasó a ocupar el segundo lugar (y no el cuarto), el mismo lugar que hoy sigue ocupando cómodamente.

Entre junio de 2017 y mayo de 2018, el salario mínimo a paridad de poder adquisitivo promedió los US$697, lo cual representa una baja del 6,2% respecto a los 12 meses comprendidos entre diciembre de 2014 y noviembre de 2015. En contraste, en el mismo período en Paraguay pasó de US$727 a US$738 a PPA, lo cual representa un alza del 1,5 por ciento.

Es útil aclarar que el salario mínimo a PPA es sólo un indicador entre muchos que permite ver las características del mercado laboral de un país. Por tal razón sería erróneo concluir que Paraguay -país de bajo desarrollo relativo en América Latina- tiene el mejor mercado laboral de todos. En efecto, el salario mínimo es más una referencia que el salario efectivamente promedio.

De acuerdo con este trabajo publicado en la revista Nueva Sociedad, hacia 2015 los países de la región con los ingresos laborales promedio más elevados (a PPA) fueron, en ese orden, Costa Rica, Panamá, Chile, Argentina y Uruguay, que a su vez son los que tienen los menores niveles de pobreza si se toma una vara común para medirla. Paraguay aparece en el sexto lugar.

El salario mínimo constituye el mínimo legal para los ingresos de todos los trabajadores comprendidos en la Ley de Contrato de Trabajo, de los trabajadores de la administración nacional y de los trabajadores de entidades y organismos en los que el Estado nacional es el empleador.

Sin embargo, “el salario mínimo es un instrumento de política salarial que no se restringe sólo a los asalariados registrados, sino que afecta también a los no registrados”, como señaló Héctor Palomino, director de la cátedra Relaciones del Trabajo de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y agregó que esto se debe a que “los ingresos de los trabajadores informales tienen al mínimo como referencia para su fijación”.

 

La frase de Graciela Camaño que impulsa esta nota fue buscada de manera automática, y luego seleccionada por periodistas, a través de “Chequeabot”, el nuevo sistema de automatización en el que trabaja Chequeado.

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Comentarios

  • Ricardus Alpert9 de julio de 2018 a las 12:12 pmEl resultado del chequeo debería ser verdadero pero, o similar. La sra trata de decir que antes estábamos mejor que ahora, cosa q es cierto. Ese fue el espíritu de sus palabras. Con discutible pareciera que decir q antes estábamos q ahora no es tan así.
  • Federico9 de julio de 2018 a las 5:40 pmBuscale la vuelta para no aceptar que estamos cuartos y el salario mínimo es deplorable.
  • Lionel9 de julio de 2018 a las 5:49 pmOk, no lo compares en dólares sino con lo que podías comprar (litros de leche o litro de combustible por ejemplo) con un salario mínimo en 2015 y lo que podes comprar hoy. Vamos muchachos no somos tan tontos! El bolsillo y la heladera no mienten!
    • Karina10 de julio de 2018 a las 10:11 pmTiene razón la diputada!!!! Al fin alguien que lucha por el SMVM país decadente!!
    • Gabriel14 de julio de 2018 a las 4:05 pmEl bolsillo y la heladera no me dicen nada. Con un cerebro lo expresado en el artículo se entiende. Los números no mienten.
  • Liliana10 de julio de 2018 a las 3:01 pmEl salario mínimo, una vergüenza, deberían cobrar ese salario diputados, senadores, y así tomar conciencia de como vivir con ese dinero
  • Karina10 de julio de 2018 a las 10:12 pmTiene razón la diputada!!!! Al fin alguien que lucha por el SMVM país decadente!!
  • Yupanqui16 de julio de 2018 a las 7:21 pm300 dolares en Peru, te rinde mucho mas que 300 dolares en Argentina. Un buen almuerzo, en zona pobre cuesta 5soles, en zona media 10, y en zona alta 15, osea 1.53, 3.06, y 4.6 dolares respectivamente.
  • Lautaro19 de julio de 2018 a las 8:32 pmCreo que lo que habría que chequear es la relacion entre los salarios y el costo de vida real, alquiler, vestimenta impuesto a las ganancias, aportes jubilatorios, prepaga, iva, ingresos brutos y luego ver en que lugar estamos.

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