Prat Gay: “Me tocó estar en el Central la última vez que bajó fuertemente la inflación”
El flamante ministro de Hacienda y Finanzas de la Nación, Alfonso Prat Gay, señaló que uno de los principales problemas de la economía argentina es la inflación. En una entrevista en el programa “A dos Voces”, que se emite por el canal de cable TN, recordó su experiencia “A mí me tocó estar en el Banco Central la última vez que bajó fuertemente la inflación”, dijo.
La baja de la inflación que hubo entre 2002 y 2004, durante la gestión de Prat Gay al frente del Banco Central de la República Argentina (BCRA), fue la última y la más importante. Pero la tendencia a la caída se inició durante la Presidencia anterior, como consecuencia de medidas adoptadas con anterioridad.
Prat Gay asumió la Presidencia del Banco Central en diciembre de 2002, tras la salida del entonces presidente, Aldo Pignanelli. Según las cifras del INDEC, ese mes el IPC-GBA había aumentado un 40,9% respecto de diciembre de 2001. Luego de casi dos años de gestión (Prat Gay dejó el cargo en septiembre de 2004), el porcentaje de la variación de precios descendió a 5,9 por ciento.
Si se considera la serie histórica entre 1943 y 2007, año en el que se produjo la intervención del instituto oficial por parte del Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, la baja de la inflación que hubo entre 2002 y 2004 fue la última y más importante que se registra. Otro período de gran reducción de la variación de precios se dio durante los primeros años del gobierno de Carlos Menem, cuando la inflación pasó de 1343,9% en diciembre de 1990 a 7,4% en el mismo mes de 1993, luego de la hiperinflación.
Sin embargo, la variación mensual del IPC muestra que la inflación comenzó su tendencia a la baja a partir del segundo semestre de 2002; es decir seis meses antes de que asumiera Prat Gay y cuando Pignanelli estaba al frente del BCRA. Entre julio y agosto de 2002, la inflación pasó del 3,2% al 2,3%, y entre septiembre y octubre del 1,4% al 0,2 por ciento.
“La inflación del 40% fue entre diciembre de 2001 y diciembre de 2002, pero concentrada en el primer semestre debido a la devaluación”, señaló a Chequeado el ex ministro de Economía de la Nación, Jorge Remes Lenicov, y agregó que ya en el último trimestre de 2002 la inflación acumulada había disminuido al 1 por ciento.
Los datos de IPC por semestre evidencian la primera tendencia mencionada: entre enero y junio de 2002 la inflación fue de 27,4%, mientras que entre julio y diciembre bajó al 8%, siempre por debajo del crecimiento del tipo de cambio. Esto se debe a que, tras la derogación de la Ley de Convertibilidad, hubo un muy bajo traspaso del aumento del dólar a los precios.
Un análisis del Ministerio de Economía de la Nación, publicado en 2004, destaca que “comparativamente con otras experiencias, la depreciación nominal argentina estuvo entre las mayores. Sin embargo, el traslado de la depreciación a los precios domésticos (pass through) fue relativamente muy reducido y, en consecuencia, el tipo de cambio real se mantuvo relativamente más depreciado que en el resto de las experiencias aún después de transcurridos casi tres años”.
Por otro lado, hubo otras políticas que contribuyeron a disminuir la inflación. “Se establecieron medidas con relación a los precios y al mercado de cambios. La política de precios combinó recetas ortodoxas, como el férreo control de la expansión monetaria -a través del superávit fiscal y la emisión de Lebacs (títulos a corto plazo) por parte del Banco Central-, con alternativas heterodoxas, tales como la aplicación de retenciones (…) o la firma de acuerdos entre el Estado y los privados”, concluye el economista e historiador Mario Rapoport en su libro Historia económica, política y social de la Argentina (1880-2003).
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