#Spots 1País: “Los más pobres son los que más carga [impositiva] tienen en la canasta de alimentos”

En el primer spot electoral de 1País, la alianza que lleva a Sergio Massa como candidato a senador por la Provincia de Buenos Aires, el actual diputado nacional critica la política tributaria estatal y asegura: “Nos avergüenza que se cobre impuestos por comer, que los más pobres sean los que más carga tienen en la canasta de alimentos”.

El spot de 1País se relaciona con su propuesta de bajar el precio de 11 alimentos de la canasta básica mediante la eliminación de impuestos, así como con la instauración de límites y penalizaciones a prácticas abusivas. Marco Lavagna, diputado nacional y referente del equipo económico de 1País, explicó a Chequeado que la frase del spot se basa en que “los sectores más pobres gastan casi todo su ingreso en alimentos, con lo cual cuando uno cobra cualquier tipo de impuestos en la canasta básica de alimentos tiene un impacto en términos relativos mucho mayor”.

Ariel Barraud, analista del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF), coincidió con el análisis y sostuvo en diálogo con este medio que “a medida que la población es más pobre consume un mayor porcentaje de sus ingresos en su alimentación”. En este sentido, Barraud añadió que “los impuestos indirectos al consumo como el Impuesto al Valor Agregado (IVA), y sobre todo en alimentos, impactan más en los más pobres porque destinan más porcentaje de sus ingresos a pagar dichos impuestos”.

Las participaciones del gasto en alimentos se ubican en torno del 22% del ingreso del hogar para el quintil más holgado económicamente, mientras que llega al 65% para la quinta parte de la población más pobre. Estos datos surgen de un estudio de Daniel Maceira y Alfredo Palacios, ambos investigadores del Centro de Estudios de Estado y Sociedad (CEDES), donde analizan encuestas metropolitanas de 1986, 1997 y 2005. “Estas proporciones, con caídas relativamente reducidas, se mantienen en el tiempo”, añade el trabajo.

Según un estudio del IARAF, el costo impositivo contenido en el precio de venta final de los alimentos varía entre el 38% y 44%, según los productos que se analicen. El principal cambio es si el alimento cuenta con un IVA reducido del 10,5% (por ejemplo, el pan y la carne) o si están gravados con la totalidad del 21% de dicho impuesto (como sucede con los paquetes de galletitas, frascos de mermelada o lata de arvejas, entre otros). El resto de la carga impositiva surge del impuesto al cheque, impuesto a las ganancias, impuestos municipales, ingresos brutos y los referidos a la seguridad social.

Luis Omar Fernández, especialista en cuestiones tributarias y docente de la Universidad de Buenos Aires (UBA), coincidió con los otros especialistas y señaló que “es un concepto aceptado en todo el mundo” que “cuanto menos ingresos tiene una persona, más gasta en términos relativos en alimentos”.

Fernández agregó que “muchos países tienen artículos básicos exentos, pero el problema de hacer eso hoy en la Argentina es que es muy posible que eso no baje el precio final de los alimentos”. Por esto mismo, propuso que “lo que debería hacerse es la devolución directa a las personas pobres de algunos impuestos en los bienes básicos mediante las tarjetas de débito”.

En ese sentido, en junio de 2016 el Congreso aprobó una ley impulsada por el oficialismo para reintegrar a jubilados, pensionados y titulares de Asignación Universal por Hijo (AUH) el 15% del IVA en las compras que realicen con tarjetas de débito y con un tope mensual de 300 pesos.

Igualmente, como informó La Nación, entre julio de 2016 y febrero de 2017 la devolución mensual nunca llegó al 22% de los beneficiarios potenciales y en esos ocho meses el Estado devolvió por este concepto $1.000 millones, lejos de los $22.000 millones anuales que calculó Cambiemos cuando se aprobó la iniciativa. Desde AFIP destacaron como causa de la poca incidencia de este privilegio la baja bancarización de los beneficiarios.