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Así evolucionó el salario, el desempleo y el trabajo no registrado desde 1983

Hoy se celebra internacionalmente el Día del Trabajador. La fecha homenajea a cinco obreros estadounidenses que fueron condenados a la horca en 1886 en la ciudad de Chicago tras una movilización en reclamo por la jornada laboral de ocho horas. En los Estados Unidos, en cambio, el Día del Trabajador se celebra el primer lunes de septiembre en honor a las manifestaciones del Sindicato Central de Nueva York.

A continuación, un repaso de los datos más importantes de empleo en la Argentina desde 1983 a la fecha.

Salario real

El salario medido en términos reales muestra variaciones recurrentes. Las dos caídas más pronunciadas se produjeron en 1989 y 2001 (ver indicadores). “Si uno mira los datos, se ve una escalera creciente hasta la primera mitad de la década del ‘70 y una escalera esencialmente descendiente desde los ‘70 para acá”, explicó en esta nota Javier Lindenboim, director del Centro de Estudios de Población, Empleo y Desarrollo (CEPED) e investigador del Conicet.

En 2010, el salario real se había recuperado de la situación posterior a la crisis de 2001 y del momento anterior a la devaluación. “El salario se recuperó rápido y ya superó al momento previo a 2001 y al de los primeros años de la década del ‘90. El pico, sin embargo, sigue siendo 1994”, describió Luis Beccaria, investigador docente de la Universidad Nacional de General Sarmiento (UNGS) y profesor titular de Economía laboral en la Universidad de Buenos Aires (UBA).

Para Lindenboim, desde 2003 “hay una recuperación o recomposición de uno de los pozos más pronunciados de caída del salario real, y los mayores aumentos corresponden al período 2003-2007”. En 2014 se registró la primer caída del salario real desde 2003.

Empleo público

La participación de los trabajadores estatales sobre el empleo total también fue variando a lo largo de estos más de 30 años. La década del ‘80 tuvo una alta tasa de empleo público, que se redujo considerablemente en los ‘90, “por influencia de las privatizaciones”, explicó Nuria Susmel, economista de la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL). En la última década el empleo estatal volvió a mostrar cifras similares a la década del ‘80. El gráfico presentado a continuación incluye a trabajadores formales e informales y a empleados de empresas públicas.

Desempleo y trabajo no registrado

En 1983 la desocupación alcanzaba al 3,9% de la población económicamente activa, la tasa más baja de los últimos 32 años.

“Los datos de pobreza y desempleo del final de la dictadura terminan siendo favorables. En 1980 ya se había producido una recomposición de la mayoría de los indicadores sociales. Sin embargo, el legado que dejó ese período en materia económica y social es una degradación que aún no se ha podido revertir”, explicó Lindenboim. “No había tanto desempleo pero había manifestaciones de subocupación, creció la informalidad laboral y se vio una caída muy fuerte de la productividad”, agregó Beccaria, en referencia al gobierno de Raúl Alfonsín.

En el caso del trabajo no registrado, las cifras de los primeros años de la democracia también fueron las más bajas hasta la actualidad. En 1985 (primer año con estadísticas), el porcentaje de trabajadores en esta condición era del 25% en el Gran Buenos Aires. Alfonsín dejó el gobierno en julio de 1989, en medio de una crisis de hiperinflación. Por esos días, la desocupación alcanzó el 8,1% y el trabajo en negro rondaba el 32 por ciento.

Ya con Carlos Menem en la Presidencia, la Argentina llegó por primera vez a los dos dígitos en su tasa de desocupación. El pico se alcanzó en mayo de 1995, cuando la tasa de desempleo se ubicó en 18,4 por ciento.

Fernando De la Rúa dejó el gobierno en diciembre de 2001 con una tasa de desocupación del 18% y el trabajo informal superior al 38 por ciento. En los años siguientes, luego de llegar al 21,5%, el desempleo comenzó a bajar. No ocurrió lo mismo con el trabajo en negro, que en el tercer trimestre de 2003 llegó al 49,5% de los trabajadores, el pico histórico. Desde 2007, el desempleo se ubicó en torno al 7%, con un mínimo de 6,4% en 2013 y un máximo de 9,1% durante la crisis de 2009. Pese a que este indicador logró cierta estabilidad, no ocurrió lo mismo con las tasas de actividad y de empleo. Un informe del Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas (IPyPP) sostiene, con datos de 2014 de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del Indec que “la tasa de actividad del 44,8% es la más baja que se observa desde el año 2003 inclusive y la tasa de empleo del 41,4% a su vez es la más baja desde el año 2006”. El empleo informal, después de lograr una reducción en la última década, se estancó en un porcentaje cercano al 35% desde 2009.

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